...
— ¿Estás segura de que quieres hacer esto?
— No, pero hay que hacerlo— Respondió. Agarró un poco de agua de la despensa, abstraída en sus propios pensamientos.
— Ali...Déjame acompañarte— Pidió su amiga.
La nombrada negó con la cabeza.
— No puedo dejar que hagas eso...Necesito hacerlo por mí misma. Por mucho que no quiera, tengo que hablar con él.
— ¡Pero es demasiado para ti, lo sabes!— Exclamó.
Maica observó con complicidad a la de hielo, con miedo de que le ocurriera algo o de que sus sentimientos mismos se desbordaran.
Con una mueca, la ojiazul la miró con tranquilidad.
— Tú haz lo que hemos pactado, ¿Vale?— Dijo, provocando que al instante la de lava se afligiera— Ves con Konan y llévate a alguien más si quieres, y llévale eso a Nagato. Eso es más importante que cualquier otra cosa.
— Ali...
Dejó el vaso en la encimera y posteriormente, se crujió los nudillos una vez cerró los ojos.
No podían perder bajo ningún caso, sería lo peor que pasaría. Literalmente, todo caería.
Así que ellas también iban a tener un as bajo la manga, y uno bien grande y verdaderamente poderoso.
Si Zetsu quería jugar duro, ella le enseñaría lo fuerte que podía llegar a hacer las cosas.
— Te seguiré más tarde, no te preocupes por mí.
Agarrando una gran bocanada de aire, Maica se acercó a su amiga para estrecharla entre sus brazos.
La sujetó con cariño y sin ganas de verla marcharse.
Pero la entendía mejor que nadie.
— Te quiero, que lo sepas— Musitó. La azabache sonrió débilmente—. ¿Qué quieres que le diga a los demás...?
— A Sasori y a Deidara, la verdad— Explicó. Poco a poco, le fue correspondiendo al abrazo—. A los demás...Que simplemente he ido a ver a mi hermano.
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Observó cómodamente a su zorro correr de un lado a otro, animado de estar al aire libre con tanta naturaleza.
Había estado un largo tiempo caminando, pero no podían perder tiempo.
Apreció el fiero sonido de la cascada entrando por sus oídos, lo cual, para ella, sólo significaba una cosa.
Estaba cerca.
Teniendo todavía a su animal cerca de ella, pasó los arbustos en zig zag, caminando a su debido paso.
Cuando salió del pequeño boscaje, al fin pudo ver lo que tanto había buscado.
Aunque nunca había estado ahí, ver esos monumentos en honor a Hashirama y a Madara le traían muchos recuerdos.
— El valle del fin...— Musitó.
Ubicó su atención en la escultura del Uchiha, y decidió acercarse a ella mientras caminaba por el filo del barranco.
Quería ver qué tal profundo era, y el lago que había debajo.
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Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |
FanfictionCuando las promesas y la esperanza que tienen es lo único que albergan, todo se entremezcla y se derrumba. Segunda temporada de Mundo Deseado.