58. El inicio de una guerra

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...

Alice permanecía en el salón de su base. Una base criminal que le había enseñado tantas cosas buenas, como malas.

Pero al fin y al cabo, que añoraba.

Frente a ella, estaban sus dos artistas que la observaban con rigurosidad y disposición.

No obstante y tanto el resto de Akatsuki, esperaban pacientemente y muy en guardia a que otras personas, se presentasen para poder iniciarlo todo.

— ¿No crees que tu hermano está tardando mucho?— Preguntó Deidara a Itachi. El azabache lo miró con seriedad.

— Si no están aquí todavía es porque no han podido, dales tiempo.

— No seas impaciente, Dei-chan— Musitó la de hielo, provocando que el susodicho refunfuñase.

— Es extraño librar una guerra junto a todos, y contra una persona que fue compañero nuestro— Comentó Kisame, con esa sonrisa de tiburón.

El chico de la arena alzó la cabeza, inexpresivo.

— Zetsu ya no es compañero ni lo ha sido nunca, sólo se dedicaba a utilizarnos para su propio beneficio.

Ali observó a su pelirrojo que, al poco tiempo, también recibió una mirada de él.

Posteriormente, posó sus ojos en los verdosos de su hermano. Éste, se hallaba sentado justo en el colchón de la izquierda de ella, con su brazo derecho apoyado en sus hombros.

Todos estaban ahí, esperando. A excepción de algunos que todavía no llegaban.

Los presentes, sobretodo los más expertos en guerras y batallas, sabían que ésta vez, era algo diferente a lo que habían vivido.

Era una grande, y tenían que tener cuidado ya que muchas cosas estaban en juego.

Leo suspiró, descasando su cabeza en el respaldo del sofá. Observó a su similar y la vio afilar tranquilamente su espada, con Tomoe a su otro costado.

Habían pasado demasiadas cosas, y no era el momento para alejarse el uno del otro. Y ambos lo sabían; Al igual que la azabache, no iba a dejar de lado a nadie.

Aunque se preguntaba dónde estaban en estos instantes Obito y Madara. 

Cuando escucharon un gran alboroto retumbar por todo el pasadizo, el resto supo que ya habían llegado.

— Ya viene la loca...— Musitó el de hierro.

Ali sonrió levemente, con los párpados cerrados.

— ¡Mi amoooooor!— Escucharon gritar. No pasaron ni dos segundos, cuando vieron a una salmón sonriendo de oreja a oreja y tirándose encima de los hermanos azabaches— ¡El amor de mi otro amooor!

— Quítate de encima, joder...— Gruñó el chico joven.

Maica rió, abrazando a su mejor amiga por el estómago. La de hielo le acarició la cabeza, aliviada de que estuviera sana y salva.

— ¿Todo bien?— La de cabello corto asintió con orgullo— Me alegro.

— ¿Y Sasuke?— Preguntó Itachi.

— Aquí estoy...— Murmuró el susodicho. Quien, para la desconfianza de los presentes, llegaba con cierta serpiente de sonrisa maliciosa.

Sasori frunció el ceño, molesto por la presencia de Orochimaru con ellos.

Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora