14. A la distancia

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...


Maica se giró con una sonrisa en ella, elevando sus manos en señal de prisa. 

— ¡Sois unos lentos! 

— ¡Eso, eso!— Afirmó Suigetsu, quien estaba al lado de ella. Ambos rieron— ¡Tortugas! 

Deidara suspiró, mirándola con reproche y cansancio.

— Danna, quién la mandaría a hacerse amiga del otro fiestero también...— Murmuró. 

— No hay prisa, Misaki— Comentó Itachi, siendo el más tranquilo de todos— . Es más, Yuki después se nos tiene que unir. 

— Por eso mismo... — Respondió la salmón, con un puchero— Al final ella acabará mucho antes que nosotros y no habremos logrado nada.

— Vamos bien de tiempo, no exageres— Murmuró Sasuke. 

Mai, murmurando alguna cosa, hinchó los mofletes y le sacó la lengua al azabache, intentando demostrarle lo mucho que lo odiaba.

Era mentira, pero al menos intentaría actuar un poco. 

El Uchiha menor rodó los ojos, ignorando sus actos de queja.

— Es mala persona— Espetó la de cabello corto, dolida. Se llevó la mano al pecho y lo señaló— . Eres mala persona.

— Y tú demasiado buena. 

— ¡Yo no soy buena!— Exclamó, cruzándose de brazos como una niña pequeña. 

El albino rió; Sabía que su compinche cuando se hacía la enfadada podía ponerse insistente y, claro estaba, como un cachorro abandonado. 

Todo el mundo sabía que ella era una persona realmente de un gran corazón. Algo que faltaba entre muchos.

— Ya...— Ironizó el azabache— Trata de mentirte a ti misma. 

Ella lo señaló, obligando a que éste la mirase con confusión.

— ¡Pues trata de mentirte a ti mismo también diciendo que no te gusto!— Contraatacó.

— ¡OOOOOH!— Gritó Suigetsu, señalando a su compañero y riéndose por el suelo. Sin esperar, Sasuke le dedicó una mirada mortífera— ¡Te ha pillado, Sasuke! Misaki, hice bien en irme a tu bando.

— Cállate, Suigetsu— Gruñó el Uchiha. 

— Más vale que digáis ambos la verdad, será todo más rápido— Habló Itachi, con una pequeña sonrisa. 

El del raikiri miró a su hermano con inquisición y mal humor, pero el mayor simplemente se encogió de hombros como si no fuera para tanto.

— No te unas a ellos, nii-san...

Sonriendo victoriosa, la salmón le mandó un guiño al de cabello corto tras ver que éste mismo posaba la mirada en ella. 

Mas, contra todo pronóstico de hacer lo mismo de siempre, ella se puso algo nerviosa; Sasuke, le había mandado una mueca cínica y burlona. 

Algo que hizo que el interior de la hiperactiva se revolviese.

***** ***** ***** *****

...

— ¿Crees que habrá logrado escapar?— Preguntó la chica.

Los ojos negros del contrario la examinaron de soslayo, entretanto acababa de beber de su agua. Una vez saciado, se la pasó a ella. 

Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora