23. Reconocimiento

1.5K 216 180
                                    


...


— Es interesante lo que nos ha estado llegando a ocultar a los dos.

— Parece como si lo hubiera estado planeando desde un principio...— Murmuró Obito.

— Estoy seguro de que es así— Formuló el familiar. Su rostro hostil y frío lo decía todo—. Ahora está más que claro.

El de cabello corto ojeó el lugar, sosegado.

La cueva en la que se habían adentrado ésta vez era demasiado grande. Oscura y poco reconocible, también.

Pero para ellos no era tan difícil encontrar lo que buscaban.

Y mucho menos en eliminar lo que tanto ansiaban. 

— ¿Cuántas bases has destruido ya, Madara?

— Tres— Contestó, con el ceño fruncido—. Aunque en la última no habían tantos clones como en las otras, el muy desgraciado ha creado más de los que pensaba.

Caminando en silencio, el enmascarado subió un escalón y fue por una entrada todavía más funesta.

— Lugares húmedos y que no den la luz del sol...— Repitió, las mismas palabras que el de cabello largo le había dicho antes de venir.

Ambos Uchihas se encontraban ahí, en una búsqueda incesante de encontrar los asquerosos clones que Zetsu había formulado.

Ninguno de los dos, después de saber lo que sabían y verlo con sus propios ojos, iban a dejar que se saliera con la suya.

Había conseguido tenerlos a ellos dos también, como enemigos mortales.

Un gran error.

— Madara, por aquí.

El susodicho se giró sin mucho interés hacia él, entornando los párpados. Miró por última vez el fondo que tenía de panorámica desde el acantilado y se acercó a él.

Sin inmutarse recorrió el lúgubre pasadizo hasta llegar a otra parte de la madriguera, una más ancha y llena de indicios.

— Siempre están abajo del todo— Expuso el mayor, observando hacia abajo para, nuevamente, asomarse por el precipicio—. Bajemos.

Obito asintió, sin darle muchas vueltas.

Y de un salto, ambos se dejaron caer por el profundo y duradero abismo.

***** ***** ***** *****

...

Ambos Uchihas mantenían la compostura, afrontando con la idea en mente el objetivo por el que estaban ahí.

No hablaban ni les interesaba; No querían hablarse, simplemente las palabras salían para lo necesario.

O para lo que querían saber.

— ¿Normalmente son así de grandes?— Preguntó el de la máscara, algo molesto. Sabía bien que Zetsu tenía lugares escondidos, pero no así de extensos; Le sorprendía.

— Los demás eran más pequeños, se habrá lucrado con éste— Murmuró el de pelo largo, impasible. Posteriormente, formuló una sonrisa sádica—. Más satisfacción me dará al destruírselo todo.

— Cierto— Admitió—. Aunque ahora estará detrás de otras personas, dudo que sepa que estemos aquí.

Madara lo observó de reojo, reacio.

Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora