Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |

69. El cierre de una historia

...

— ¡No lo soporto!— Dio voces Maica con todo su poder. Hizo una mueca para dejar de llorar, enfurecida— ¡Vamos a acabar con él ya!

Mientras la de cabello corto gritaba con molestia al mismo tiempo en que curaba ligeramente a su mejor amiga, Alice fue moviendo su cuerpo para incorporarse, mas soltó un quejido ante ello.

Pero no había tiempo que perder.

— ¿Estás bien? ¿Puedes moverte?

— Puedo— Le respondió a su hermano, poniéndose de pie aunque le doliera. De un lado a otro torció su cuello, para acomodarse a volver a ser ella quien controlaba todo su motor—. No perdamos tiempo.

La ojimiel se aproximó a ella, abrazándola para sentirla a su lado. 

En un suspiro, la pelinegra se dejó para que al menos, su amiga estuviera más calmada. 

Separándose de la del zorro y sonriéndole, agarró su mano para seguir caminando. Ali le asintió, yendo hacia el frente por igual. 

Leo bufó, contando hasta diez.

Necesitaba manternerse con la cabeza fría.

— Quiero ver cómo están Kakashi y Obito...— Sonrió Maica. La contraria asintió.

— Yo también, después de dejar esa bomba me pregunto cómo estarán. 

— Madara sigue matándolos a todos como si fuera el hobby más fácil de la historia— Murmuró el de hierro, con su vista en la batalla. 

El Uchiha estaba acabando con la gran mayoría él sólo, sin la necesidad de que incluso los otros ninjas ayudaran en ello. 

A parte de que se lo estaba pasando en grande al bailar con tantos objetivos.  

Alice llevó su mano a su costilla, haciendo una mueca mientras andaba. Entornó los ojos para intentar percatarse de lo que pasaba delante de ella, pero no lograba ver nada. 

Pero sí escucharlo.

— ¡Obito!

— ¿Esa ha sido la voz de Kakashi...?— Inquirió Leo, extrañado. 

Frunciendo el ceño, la ojiazul afirmó con la cabeza.

Por lo que no tardaron en correr hacia allí. 

Llegaron al territorio en cuanto y cómo pudieron, quedándose asombrados con lo que ocurría. 

Ali tensó la mandíbula, hostil y más que fría al ver cómo ahora, el Uchiha era quien estaba siendo controlado por Zetsu. 

— ¿Su objetivo principal era él...?— Habló Mai con miedo. Su amiga negó en su mente, llamando su atención. 

— Dudo que perdiera una oportunidad para matarme, pero...— Articuló, dando lentos pasos hacia el antiguo enmascarado— Él siempre había querido poseerlo a él, recuérdalo.  

— ¡No te acerques a él, puede hacerte algo!— Exclamó Leo. 

— Ha aparecido de repente— Enfatizó Sasuke al notar la presencia de los chicos, con los brazos cruzados—. Y lo más seguro es que si lo matamos sólo se vaya a otro cuerpo. 

— Hay que intentar acabar con él en ese período de tiempo— Declaró la de fuego, haciendo una mueca. Él le dio la razón. 

Itachi posó su mirada en el campo de batalla, enseriando el gesto.