11. Anaranjado

1.7K 206 82
                                    


Pov Leo


— Entonces, me estáis diciendo que esa chica...

— Sí, en cierta medida...— Respondí, algo serio. Entrecerré un poco mis ojos y suspiré, decisivo— Es por eso que necesitamos también tu apoyo, junto a los demás. Ella ha asegurado que el enemigo es ese tal Zetsu, que es más peligroso de lo que parece ser.

Naruto asintió con vehemencia, apretando su puño con fuerza. Seguramente, tenía ya ganas de luchar por los demás. 

Y por mi hermana y Maica. 

Estaba deseando ser de ayuda y luchar junto a ellas, hacer algo por nuestra propia cuenta. Y si podía hacerlo, lo haría sin dudarlo ni un mísero segundo. 

Como ahora.

Habíamos pasado, prácticamente, dos días en la aldea de la arena. Estuvimos hablando bastante con Gaara y sus hermanos, explicándoles por encima la situación que había, y el cómo los otros kages habían apoyado esa moción. 

Obviamente, guardándome que las conocíamos y, una de ellas, era de mi propia familia.

— Gaara, tienes que creerme— Dijo Naruto, con una pizca de esperanza mezclada con seriedad. Una seriedad que siempre aparecía cuando inmiscuía a otras personas importantes para él— . Puede ser que sea difícil de creer que ellas no son el enemigo después de todo el daño que ha hecho Akatsuki y eso, lo sé...¡Lo sé! No se puede entender entender muy bien en un principio, pero...¡Ellas tratan de ayudar, dattebayo!

— ¿Ayudar intentando matarlo a él, no?— Pronunció kankuro, reacio a ese plan. Lo miré con discreción, serio. 

Suponía que sus hermanos pondrían pegas a nuestras palabras. 

— Si no llega a ser por la abuela Chiyo, Gaara no estaría aquí...— Comentó la hermana rubia— Por no decir que ayudaron a Uchiha Sasuke, un desertor. Son cómplices de asesinato. 

Fruncí el ceño, mirándolo de reojo con frialdad. 

— Kankuro, Temari...Basta— Avisó el pelirrojo, mirando a su hermano. Posteriormente, puso su mirada en nosotros— Tranquilo, os creo. Aunque me gustaría verlas por mí mismo para quitar algunas dudas que tengo. Sin embargo, si todos vosotros estáis de acuerdo y en conciencia sobre eso...Será por alguna razón.

— ¡Gaara, ellas y ese Uchiha...!— Murmuró el marionetista. 

— ¿Recuerdas que yo antiguamente mataba a cualquier persona que se pusiera en mi contra, no es así?— Inquirió con seriedad. Su hermano, al instante, calló— Si Konoha ha decidido confiar en ellas a pesar de ello, creo que merece la pena darles el beneficio de la duda. 

— Te lo agradecemos— Comentó el albino, con una débil sonrisa de complicidad— . Reconocemos que puede ser peligroso, pero hay algo mayor que eso como nos contó Yuki. 

Mientras sus familiares se miraban entre si con desconfianza y preocupación, el kazekage cogió aire, cruzándose de brazos mientras rumiaba en, probablemente, alguna respuesta que darnos. 

La mirada de Naruto era más que impaciente, pero tampoco es que quisiera apremiar algo tan difícil como esto.

Los tres de nosotros conocíamos que podía ser una decisión delicada y si quisiera, podría tomarse un tiempo.

— Está bien...Nos uniremos a ese acuerdo que tenéis con ellas.

— ¡Bien!— Gritó el jinchuriki, más que contento. Sonriendo de oreja a oreja, se giró a mirarnos a todos nosotros con un poco de hiperactividad, ya que era él quien estaba más cerca de Gaara— ¡Menos mal, eh! ¡Lo hemos conseguido!

Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora