55. Renacimiento

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Pov Maica


Estoy preocupada.

No por una, si no por muchas cosas.

Las aldeas ya están preparando a sus shinobis para ir a la línea de defensa, posiblemente Kabuto haya creado el Edo Tensei...

Y Ali ha ido a hablar con Madara.

Puede sonar irónico, pero me da más miedo que ellos dos conversen que todo lo demás. Después de todo lo que pasó...Me pone inquieta. 

Seguramente mi amiga le pegue una paliza, pero tengo que confiar en su criterio.

— Misa, mira hacia a delante. 

Con un respingo, me anonadé ante el repentino llamado del azabache. 

 — ¡Te vas a pegar contra un árbol!— Rió Suigetsu, agarrándome de los hombros. 

Hinché mis mofletes.

— ¡Mentira! 

El albino puso su brazo sobre mis hombros, sonriéndome con gracia. 

— Tranquila, no falta mucho para llegar— Expresó. 

— Estará así por Yuki, es obvio con sólo mirarle el rostro— Habló Sasuke. Nos miró de reojo, severo—. Lleva así todo el día. 

— Perdona por no ser tan perceptivo— Refunfuñó el de la espalda. Bromista, alzo los brazos en señal de rendición—. Se nota que las parejas entienden cuándo le pasa algo al otro... 

Me reí, contenta por lo que dijo. 

Quizá es por eso o porque es un Uchiha, pero me voy a quedar con lo que ha dicho mi amiguito. 

Me giré a mirar al del raikiri, con una sonrisa de oreja a oreja repleta de ánimo; Pero su expresión era seria, como para indicarnos que nos calláramos. 

No estabas así cuando estaba encima tuyo, eh. EH. 

Di una vuelta hacia atrás para mirar a mis otros compañeros, sonriéndoles. 

— Itachi, Kisame. ¿Vais bien con el trauma?  

— Me he acostumbrado— Respondió el de la coleta. 

— Yo ya lo veía venir— Rió el azulado, con sus típicos dientes de tiburón. 

Reí con él. 

Bueno, en teoría no hemos dicho nada oficial...Pero bah, somos más pareja que los viejos que hay sentados en el porche. 

Que no hay nadie a nuestro alrededor, pero sabéis a lo que me refiero. 

Amor del puro y duro. 

— Quizá será mejor que me calle, Sasuke me está matando con la mirada...— Susurró Sui, con una gota resbalándole por el cuello. 

Negué con la cabeza, cual madre. 

— Eso es porque no le gusta que hablen de sus cosas privadas, pero...— Abracé al de lila, y muy protectora, avisé al Uchiha menor con la mirada— ¡Aléjate! ¡No le hagas nada a este ser celestial!

— ¿Celestial? Más bien al contrario...— Gruñó Karin. 

Y desde ahí, esos dos ya comenzaron a pelearse.

Me acerqué paso a paso hacia el pelinegro de corto cabello, como un cangrejo. No paraba de observarme de reojo, por lo que iba con cuidado. 

Quizá me muerde, parece que quiera atacar. 

Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora