Pov Leo
— ¿Cómo van?
— Ya han acabado, creo— Contestó Kakashi. Lo miré de reojo, con una mueca taciturna—. ¿Estás preocupado por ella, verdad?
Sin mucha gana lo observé con impasibilidad, para después suspirar. Me apoyó en la pared y lo miré.
— ¿Tú no?— Pregunté.
— Sospecho que Yuki siempre me ha preocupado de una manera u otra— Admitió, con una débil sonrisa—. Pero sabes que al final siempre vuelve.
— Lo sé...No dudo de lo que es capaz. Mi hermana es fuerte y severa para todo.
— Sin duda— Revocó el albino.
La puerta grande se abrió lentamente, justo cuando acabábamos de pronunciar aquellas palabras. Extrañados, no dudamos en asomarnos un poco para lograr ver qué ocurría.
Jiraiya salió con una sonrisa victoriosa, dejando que ambos pasáramos.
Caminé con recelo hasta el interior de la sala, nuevamente donde antes habíamos estado todos presentes escuchando la conversación de los dos Uzumaki. Analicé con detenimiento el rostro serio del rubio, y posteriormente ojeé al pelirrojo con el ceño fruncido.
— ¿Y bien?— Interrogué.
Naruto me miró, de reojo.
— Espero que ya no seamos enemigos, quiero ayudar en lo que pueda para que no se suma el mundo en esa oscuridad...— Musitó Konan, quien acababa de aparecer. Fijó sus ojos en su compañero de toda la vida— Él piensa lo mismo, ¿Verdad, Nagato?
Un silencio tenso e incómodo los aguardó a cada uno a la espera de una respuesta del de rojo, cuando, finalmente, cerró los párpados con calma y habló.
— ...Estoy de acuerdo.
Sin tener mucho que decir, me giré para a mirar al sannin pervertido, notando casi a la perfección cómo éste suspiró de alivio.
Parecía ser que, su alumno al fin y al cabo, había ayudado al antiguo a no ir por el mal camino.
— ¿Estás bien con eso, Naruto?— Preguntó su maestro de la máscara, acercándose a él. Apoyó la mano en su hombro, para que se relajara.
— Sí...— Murmuró, todavía algo serio y sin dejar de mirar a su lejano familiar— El libro de ero-sennin enseñaba a saber perdonar a los demás, intento hacerlo.
— Es la respuesta correcta, te lo aseguro— Le dije. El de bigotes me sonrió.
— Me alegro que decidierais esto— Expuso el albino de cabello largo—. ¿A ti qué te hizo cambiar de opinión, Konan?
La susodicha sonrió levemente.
— A parte de él...— Señaló con los ojos al jinchuriki— Yuki me ha esclarecido varias cosas que se nos perdieron por el camino.
— Tienes una hermana bastante extraña, Yukine.
— Lo sé, he convivido toda mi vida con ella— Le respondí a Nagato.
Naruto rió entre dientes, asintiendo. Creo que en realidad, a él le daba algo de miedo mi hermana, por lo que también podía saber cuán inusual llegaba a ser.
Sobretodo cuando se dio cuenta de que no eran enemigas de verdad si no, aliadas. Ahí seguro que el cerebro le explotó.
Me crucé de brazos, bufando.
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Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |
FanficCuando las promesas y la esperanza que tienen es lo único que albergan, todo se entremezcla y se derrumba. Segunda temporada de Mundo Deseado.