42. El frío hierro que se rompe

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Ya sabéis, poned la canción de multimedia cuando veáis este símbolo "#". Es muy importante que lo hagáis :)

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...


— ¿Este pájaro no puede ir más deprisa?—Inquirió la ojiverde. Parecía estar tranquila por fuera, pero por dentro estaba nerviosa. Ansiaba llegar allí. 

— Yuki, cálmate.

La nombrada observó a Sasori, en silencio. 

— No me puedo creer que esté pasando esto...—Murmuró Maica. 

Llevándose las manos al rostro, cogió aire. 

En cuanto vio a su mejor amiga con esa cara, supo que había pasado algo. Siempre era seria, sí. Pero nunca tenía esa expresión por nada. 

Y cuando leyó la nota que ella le entregó...Se quedó estática. 

Era una carta de Konoha. Una advertencia, más bien. 

Un llamado y aviso por una guerra. La cuarta gran guerra mundial shinobi. 

— ¿Realmente...Lo habrá hecho Tobi como dicen?—Preguntó la salmón. 

La azabache entornó sus ojos, mas no dijo nada. 

En ese instante, sólo le importaba llegar hasta su hermano. 

— Ya casi llegamos, Shiro.

— Gracias, Deidara—Contestó—. ¿Los demás se han quedado en la base, verdad?

— Sí, alguien tenía que encargarse de vigilar que no ocurriera nada y que Orochimaru y el otro no intentaban escapar—Concluyó el de la arena. 

Al recibir la carta, el primer y único pensamiento de la de hielo fue ese; Ir a la isla donde se encontraba su hermano. 

No se creía que había sido Obito. Así, tan de repente, era imposible. 

Por lo que sólo le dejaba una opción. 

Zetsu. 

Y si había sido él, sin duda alguna iría a quitarse de en medio un gran estorbo para él y sus planes. Y como no podía hacerlo con ella y Maica, iría a por el que quedaba. 

Tenía un fuerte nudo en la garganta, pero no tenía que pensar en lo peor. 

Su hermano jamás podía morir. 

— ¿Has avisado a Nagato y a Konan, verdad?—Le preguntó en un susurro la de fuego. 

Cambiando su atención, Yuki asintió.

— Konan me ha dicho que están de camino...Ella y Pain. 

La de cabello corto suspiró con fuerza y se tiró en el lomo de la creación del rubio, cerrando los ojos con gran inquietud. 

Estaba agobiada. Y muy preocupada. 

Alice observó hacia su costado, abstraída. El marionetista se giró a verla, y al atisbar su mirada perdida, entornó los ojos.

— Yuki—La llamó. Ésta puso sus ojos en él—. Estará bien. Si es como tú, dudo que le pasase nada. 

—...Lo sé. 

— ¡Además, Naruto está ahí!—Espetó su amiga, abrazándola de golpe—¡Esos dos no dejarían que ocurriera nada! 

La azabache asintió con la cabeza, lentamente.

Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora