...
En distintos lugares cada uno tenía su propio objetivo y finalidad. Estaban separados los unos de los otros, pero una fuerte conexión los arraigaba.
En Konoha ya estaban haciendo los preparativos para irse a la cascada de la verdad. Que, a pesar de que a la Hokage le costó aceptarlo y pedirle ayuda al Raikage, ambos acabaron por acceder.
Y por fin, Naruto conocería a Killer Bee y vería su parte oscura.
Leo lo acompañaría para tenerlo más vigilado, ya que sabía cuán delicado era el tema. Mientras que Kakashi se quedaba en la aldea, y le cambiaba el cargo de encargado al albino para hacer de intermediador con su hermana. Mientras que estuviera fuera, claro.
Todos tenían algo en mente; los seres que estaban por el suelo, y que los querían muertos. Por eso, iban haciendo lo que debían poco a poco.
Y por eso mismo, en otra parte, dos chicas estaban aliándose con un sannin que todos reconocían como inmortal y con horrible moral.
Que a pesar de todo lo que podían llegar a sufrir en el interior; Dolor, rabia, tristeza, traición...Esas dos amigas, seguían adelante. Sólo para cumplir llegar a la tan ansiada promesa que se hicieron con tanto fervor.
Sin embargo, parecía que ahora no estaban solas como en un principio. Habían conseguido aliados. A algunos les costó de creer, pero tenían hasta la ayuda de todo Akatsuki por si los planes fueran mal y alguien de los anteriores mencionados, decidiera traicionarlas.
Porque incluso Nagato y Konan, estaban vigilando.
Mientras cierta azabache permanecía junto a un pelirrojo, decidiendo venenos y esperando el momento indicado para que ella le acompañase a por Kabuto (ya que como dijo, no iba a dejar que aquello lo dejase impune), faltaba otro lugar donde también tenía su propia historia. Un lugar donde las cosas eran algo...Diferentes.
Y más lejanas.
En la cueva de los Uchiha. Ahí, se veía a Obito con una mirada seria y fija en sus antiguas y batalladas cadenas que le siguieron en su ataque a Konoha años atrás. Las mismas con las que atacó a su maestro. A medida que éstas, eran limpiadas por él.
Con unos ojos severos y reservados, apartó la atención de sus manos y la colocó en su lejano familiar, quien acababa de aparecer con un gesto oscuro. Éste estaba frotándose las manos, probablemente acababa de entrenar. O de guardar sus armas de otras guerras.
— ¿Quieres volver a entrar en mi kamui? — Le preguntó, al verlo tan adusto y decisivo.
Era prácticamente de noche, y toda la mañana la habían atendido dentro del poder ocular del enmascarado.
Ahí dentro, estaba uno de los clones de esa aloe vera contra la que lucharon Yuki y él. Y estaba claro, que no sólo se hablaba allí; Zetsu estaba más que retenido, no podía mover ni un músculo, a no ser que fuera su cabeza. Exclusivamente para que moviera la boca y soltase todo lo que querían.
Cortesía del ancestro de los Uchiha.
En ese espacio temporal valía todo. No podía salir si Obito no lo permitía, y no lo haría bajo ninguna circunstancia. Buscaban como todos los demás más información de lo que estaba planeando ese ser, y si no les daba los datos que quería...
Uno u otro, se encargaría de hacerle hablar de otra forma no tan amable.
Porque los dos, aunque uno más que otro, estaba deseando retorcer ese cuello verde.
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Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |
FanfictionCuando las promesas y la esperanza que tienen es lo único que albergan, todo se entremezcla y se derrumba. Segunda temporada de Mundo Deseado.