Pov Maica
Me toqué varias veces el cabello para secármelo, con los mofletes hinchados a medida que caminaba hacia donde estaban los demás.
Estaba empapada.
— ¿Misaki?— Habló Suigetsu, sonriente— ¿Por qué estás tan mojada?— Alzó una ceja, todavía más divertido al ver a Sasuke detrás de mí— Espera...¿Qué habéis hecho?
— Ha creído gracioso poner mi cabeza debajo de una cascada— Murmuré.
Y entonces, el albino estalló en risas.
— ¡Oye!— Me quejé.
— Lo siento, es que...No me lo imagino— Siguió riéndose. Paró en seco un momento, pero al volverme a ver, rió de nuevo—. ¡No puedo con tu cara!
Lo miré lo peor que pude y le di la espalda, refunfuñando.
— ¿Ah, sí...? Pues ya no te quiero.
— ¡Vamos...!— Exclamó el de la espada, acercándose a ella con una sonrisita. Colocó su brazo en el hombro de ésta y le picó la mejilla— No te enfades conmigo, Misa.
Me hice la orgullosa y alcé el mentón, sin mirarle a la cara.
Todavía faltaban algunos por llegar, pero los que estábamos ahora presentes éramos el grupo Taka y yo.
El resto de Akatsuki parecía que se había perdido o habían comenzado a matar gente.
— ¡Misa...!— Dramatizó el de lila, moviéndome de un lado a otro para que le hiciera caso.
Casi al mismo son, Suigetsu y yo observamos de reojo al Uchiha; Éste estaba sentado, y de vez en cuando, ponía la mirada en nosotros.
Sonreí en mi interior, y el albino me acercó más a él.
— Nos está mirando— Susurró.
— De vez en cuando...
— Créeme que aunque no nos mire siempre, está al pendiente— Dijo, totalmente convencido.
— ¡Sigo enfadada contigo, señorito Uchiha alias emo vengador de la pradera!— Grité, señalándole. Ahora, sí que nos ponía atención de más.
Me crucé de brazos en un bufido y lo miré en forma chibi, notando cómo él alzaba una ceja.
Miré mi ropa e hice un mohín; Todavía seguía mojada.
— Traidor...— Susurré, ojeándolo— Juegas sucio.
Con un onigiri en la mano, el azabache me observó detenidamente. Posteriormente, cerró los ojos con calma y decoró en su rostro una mueca arrogante y cínica.
***** ***** ***** *****
...
Al cabo de los diez minutos, el resto del grupo acabó al final por venir. No esperamos ni cinco minutos en volver a reanudar la marcha, cada uno preparándose al estar más cerca que antes.
Teníamos que ir a buscar a Kabuto donde los otros lo dejaron, así que era normal no confiarse.
Mucho menos si alguna serpiente de Orochimaru seguía deambulando por ahí.
Contemplé la espalda del Uchiha menor a medida que caminábamos, aprovechando que estaba detrás de él.
Mas al poco tiempo, éste se dio cuenta y se giró a observarme.
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Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |
FanfictionCuando las promesas y la esperanza que tienen es lo único que albergan, todo se entremezcla y se derrumba. Segunda temporada de Mundo Deseado.