43. Adormecimiento

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...

Todos vieron a Yuki desplomada en los brazos del marionetista, conmocionados. Deidara pegó un fuerte puñetazo al suelo por la ira que estaba sintiendo, mientras Maica no podía parar de llorar tanto por Leo, como porque su amiga hubiera llegado a un estado tal horrible. 

El de la arena frunció el ceño, aferrándose al brazo de la de hielo. 

— Deidara, sujétala— Articuló Sasori. Totalmente serio, colocó delicadamente a la azabache en las manos del rubio que la iba a sujetar ahora.

El de arcilla, extrañado, observó cómo su compañero de equipo se levantaba para acercarse al hermano de ella. 

— Danna...¿Qué vas a hacer? 

Se sentó en el suelo y puso sus dos manos cerca del abdomen del familiar, pero sin llegar a tocarlo. 

— Voy a intentar hacer un jutsu que mi abuela me enseñó hace tiempo—Contestó, en concentración. 

La salmón negó frenéticamente al ver cómo por las manos del pelirrojo, salía algo azul que se iba pasando rápidamente al azabache. 

Era chakra. 

— No...  — Murmuró la de cabello corto— No lo hagas por favor.

— ¿Hacer el qué?— Confundido, el de las explosiones no aguantó más— ¿¡Qué vas a hacer!?

La enérgica se llevó la mano a la boca, acongojada. 

— Va a revivir a Yukine...Traspasando su chakra a él— Contestó Mai. 

— Danna...—Murmuró sorprendido.

— ¡Ni se te ocurra!— Exclamó Misaki, sin saber muy bien qué hacer— ¡Si a ti también te pasa algo, Yuki perderá la cabeza por completo! ¡No puede perderte!

— ¡Misaki tiene razón!— Admitió el rubio— ¡Si Shiro se despierta y no te ve a su lado, hará alguna locura! 

— Dejadme en paz... Callaos la maldita boca— Gruñó el de rojo, sin cambiar de parecer. 

— ¡Pero morirás!— Gritó la de fuego.

Maica no podía dejar que hiciera eso. Sabía que si también perdía a Sasori, su mejor amiga se iba a caer en pedazos. 

Estaría rota para siempre, y no habría nadie que pudiera arreglarla. 

Ni siquiera ella.  

Súbitamente el efímero le puso a la de hielo en su regazo, haciéndola sobresaltar. Sin habla, vio a Deidara ponerse al otro costado de Leo, y hacer lo mismo que el de venenos. 

— ¿Si somos dos será más fácil, verdad? 

— Pero...Chiyo murió a pesar de que Naruto la ayudó a recuperar a Gaara...—Susurró la de fuego, observando a los dos abrazada a su mejor amiga. 

— Mi abuela murió porque era vieja y no tenía casi fuerzas después de nuestra lucha— Contestó el de marionetas—. Ahora que se ha puesto Deidara, los riesgos son menores. 

— Pues dejadme que yo también lo haga. 

— No— Tajante, Sasori respondió—. Dos es suficiente. Si para cuando ella se despierte nos ve a nosotros tres sin ninguna fuerza, querrá hacer cualquier cosa por ayudarnos. Al menos alguien tiene que estar despierto...— Murmuró— Y no hay mejor persona que tú para estar a su lado cuando abra los ojos. 

La chica calló de golpe. Se limpió las lágrimas de sus ojos y contempló el rostro dormido de su amiga. 

Le dolía el alma verla así. 

Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora