...
— Tengo miedo...
— ¿De qué?— Preguntó.
— De ella— Señaló a la azabache, quien estaba sentada, con las piernas cruzadas y ojeando seriamente al albino.
Sasuke rodó los ojos.
— Repítemelo— Exigió Alice. Se levantó y se acercó a él, intimidante.
Kabuto apretó la mandíbula.
— Orochimaru-sama no hará nada contra vosotros— Contestó, tal y como ella había pedido—. Podéis estar tranquilos.
— Nunca podemos estar tranquilos cuando se trata de él— Espetó el Uchiha pequeño, con el ceño fruncido—. No intentes engañarnos.
— Yo intentaré ayudarte, ¿Sabes?— Sonrió nerviosa la salmón, a pesar de estar en medio de dos azabaches letales— Así que por favor, no hagas ninguna tontería...
— Hoy lo traeremos aquí— Habló la de hielo, mirándolo. A esa copia de la serpiente no le caía nada bien aquella chica, pero si decía algo, probablemente sería peor—. Así que espero que sea verdad.
— ...Lo será.
La ojiverde asintió, y con una mueca en ella, lo ojeó antes de salir.
— Eso espero, por tu bien.
Una vez los tres salieron de la habitación en la que él estaba y cerraron la puerta, se miraron entre si.
— Chicos, decid algo— Pidió Mai—. La intriga me carcome...Y más con vuestras caras.
— No me fío de él— Habló ella.
— Y serías tonta si lo hicieras— Espetó el stripper. Ésta lo miró de reojo—. Taka y yo lo mantendremos vigilado, y si hace falta...
— Sí, hazlo.
— ¡No!— Gritó la salmón, en medio de los dos— ¡Stop! ¡Nada de matar gente!
— Bueno, haz lo que tengas que hacer— Manifestó la de la trenza, colocándose mejor la capa. Se adelantó a ellos, tranquila—. Yo ahora tengo que ir a buscar a Anko, luego volveré.
— Ten cuidado, ¿Vale?— Dijo su amiga, con una sonrisa.
Ali asintió.
— Lo tendré.
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...
— ¿Estás lista, verdad?— Preguntó el rubio, ya subido en su creación— Venga, vamos.
— Voy.
Se subió como pudo y como hacía siempre, sentó su culo justamente en el centro del pájaro. Agarrándose mejor cuanto la arcilla comenzó a elevarse, bufó y se tumbó en ella.
— ¿Sabes como ir, verdad?
— ¿Por quién me tomas, Shiro?— Expresó, indignado— Yo sé ir a todas partes.
— Entonces demuéstramelo, Dei-chan— Dijo, mirándolo de reojo. Éste le sonrió, aceptando el reto—. Y recuerda no decir nada indebido.
El rubio frunció el ceño en confusión, a medida que seguían volando y el viento chocaba contra ellos con fiereza.
— ¿Algo indebido como qué?
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Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |
FanfictionCuando las promesas y la esperanza que tienen es lo único que albergan, todo se entremezcla y se derrumba. Segunda temporada de Mundo Deseado.