51. Espacio en negro

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Pov Maica


Bien, ya he saludado a Karin y a Suigetsu. También a Itachi.

Ahora sólo me falta ir a por el stripper.

Así que dejaré que Alice se encargue de sus queridos artistas, porque estoy segura de que tienen mucho de que hablar.

Sobretodo Sasori y ella...Esos dos necesitan una buena y abismal charla entre ellos.

Tengo un poco de tiempo para mí misma, así que...¡Voy a ir a verle!

Salí a las afueras, tal y como me habían dicho los demás. Pasé nuevamente el pasadizo y llegué hasta el aire libre.

Según me habían comunicado, estaba entrenando más cerca del bosque.

Me puse un mechón detrás de la oreja y seguí el paso hasta lo profundo, contenta de poder verlo después de tantos días.

Para ser sincera, sentí cómo el peso que sentía se esfumó cuando se lo conté a Ali, por lo que estaba bastante tranquila.

Mi mejor amiga me apoyaba en esto, no podía estar mejor.

Fui escuchando poco a poco fuertes sonidos, lo que me aseguraba que estaba bastante cerca.

Me asomé por un árbol, y ahí lo vi.

Me llevé la mano a la frente, sólo de verlo entrenar sin camiseta. 

— Menuda forma de darme la bienvenida...—Bromeé. Al momento, su rostro se giró hacia mí, y sus ojos me miraron con seriedad.

— Misa...

Jugándome el hecho de poder caer al suelto por falta de sangre, fui corriendo a por él y salté a sus brazos.

Por suerte, él me cogió para que no me estampase contra el suelo.

Me aferré más a su cuello, y reí como una niña pequeña.

— ¡Te he echado de menos!

— ¡Deja de moverte así!— Se quejó. Estaba valanceándome, saltando de vez en cuando.

No podía evitarlo.

Paré un poco, y subí mi mirada hacia él. Éste alzó una ceja.

— ¿Qué?— Moduló.

— Tenía ganas de abrazarte— Musité, con felicidad.

Al estar un tiempo más así, me separé, y di una vuelta con gran ánimo.

Lo oí suspirar.

— Estás más descontrolada que de costumbre.

— ¡Porque estoy contenta!— Admití. Lo miré, con una sonrisa de oreja a oreja— ¡Y voy a disfrutar del pequeño tiempo que tengo de tranquilidad hasta la guerra!

Porque tanto Alice como yo, sabemos que estos momentos de calma no volverán hasta después de mucho tiempo.

Me aparté de él y volví a reír. Casi parecía drogada de lo mucho que sonreía.

— ¿Sabes lo que más me gusta de ti?— Dije súbitamente. No me giré, pero supe que estaba prestándome atención aunque hiciera ver lo contrario— En realidad me gusta todo, pero...En general, hay algo que sobresale— Murmuré—. Y es el hecho de que tu verdadera personalidad sigue en tu interior a pesar de que te obligas a ti mismo a seguir en la oscuridad.

Única esperanza | Segunda temporada de Mundo Deseado |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora