Capítulo 57: La navidad de Paul II

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Volando velozmente por los cielos se encontraba Santa Paul repartiendo alegría y esperanza a los niños de mundo.

A ver que tenemos aquí ¡Oh! Un Taurina omega ultímate con espada biónica, lo siento Timy pero esto es para mí - decía Paul revisando la bolsa de regalos - ¿Y esto? - se preguntaba Paul al encontrar una gran hoja de papel.

Paul la comenzó a leer y vio entre cientos de nombres los de sus compañeros en la guarida.

Wow, no puedo creer que siendo tan grandecitos singan en la lista de Santa ¿Pero dónde estoy yo? - se preguntaba Paul buscando su nombre.

De repente algo comenzó a sonar en una pantalla en el trineo llamando la atención del entrenador.

Es increíble la tecnología que tiene este trineo - decía Paul observando la pantalla.

La pantalla mostraba un mapa de la región Jotho con varias marcas.

¿Uh? debe ser la ruta a seguir, bueno ya que no tengo de otra veamos a donde me lleva - decía Paul sin mucho ánimo.

El trineo siguió volando velozmente hasta llegar a la región de de Jotho.

¿Y ahora qué hago? ¿Bajar por la chimenea dejar los regalos y comer galletas con leche? - decía Paul confundido.

De repente lo que parecía un gran cañón unido a la bolsa de regalos apareció frente a Paul.

Oh si, esto es más mi estilo - dijo Paul con una sonrisa maliciosa.

Paul tomó el cañón y comenzó a disparar los regalos.

Feliz navidad inmundos animales ¡Tatatatata! Y feliz año nuevo ¡Bang! - decía Paul mientras disparaba los regalos.

Cuando Paul terminó de disparar había dejado un gran rastro de destrucción con regalos tirados en todas partes.

Bastante bien para ser mi primera vez - dijo Paul con una sonrisa confiada mientras observaba todo lo que había hecho.

Y así Paul siguió su camino repartiendo felicidad y alegría en forma de cañones y destrucción.

Jajaja, con razón a Santa le gusta hacer esto cada año - decía Paul disparando los regalos.

De repente el nuevo curso se fijó en la pantalla.

¿Sinnoh? Bueno, a repartir alegría en casa - dijo Paul siguiendo el curso.

Paul siguió su camino hasta que llegó a un centro pokemon.

¿Uh? ¿Será acaso que hay entrenadores aquí? - se preguntaba Paul mientras preparaba el cañón.

Pero repentinamente el sacó de navidad comenzó a moverse extrañamente hasta que lanzó una gran caja de regalo a los brazos de Paul.

Supongo que quiere que lo reparta yo mismo - dijo Paul de forma apagada bajando del trineo.

Paul entró con mucho cuidado sin hacer ruido al centro pokemon para comenzar a buscar en cada habitación. De pronto Paul entró a una habitación donde había alguien durmiendo. Paul con mucho cuidado dejó el regalo cerca de la cama y lentamente intentó salir del cuarto, pero pisó lo que parecía cepillo para el cabello y resbaló.

Al caer Paul hizo mucho ruido y la persona que estaba dormida comenzó a despertarse. Paul rápidamente se ocultó detrás de un armario cercano.

¿Qué fue ese ruido? - se escuchó una voz.

Grande fue la sorpresa de Paul al darse cuenta de quién era.

"¿Úrsula?" - se preguntó Paul sorprendido.

¿Qué es esto? ¿Un regalo? - se preguntó Úrsula algo confundida abriendo la caja.

Úrsula mostró una gran sonrisa al abrir la caja y encontrarse un marco con una foto de ella usando su traje de concursos junto a un Garchomp y una Kirlia. Pero lo realmente interesante era que al lado de ella se encontraba Paul vestido con un elegante traje negro con una sonrisa nerviosa.

Esta es una foto de la copa Wallace del año pasado ¿Cómo llegó esto aquí? - dijo Úrsula dándole un gran abrazo.

Paul sonrió al ver la cara de felicidad que tenia Úrsula.

Oh, también hay otro regalo ¡Oh genial justo lo que quería! - dijo Úrsula con una sonrisa.

Úrsula sacó de la caja una almohada con una foto de Paul en traje de baño de tamaño real haciendo que el joven entrenador cambiara su sonrisa por una mirada de completo trauma. Con dicha mirada Paul salió de su escondite y se acercó a Úrsula.

¿Paul? ¿Qué haces aquí? - preguntó Úrsula sorprendida.

Paul sin decir nada y todavía con su mirada de trauma le quitó la almohada a Úrsula y comenzó a caminar marcha atrás.

No, no, no, no, no, no, no - decía Paul caminando marcha atrás con la almohada sin quitar esa expresión hasta llegar al trineo.

Paul subió, cargó el cañón con la almohada que tenía su foto y la lanzó hacia la nada.

La Buena Vida Del CampeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora