Abuse [JOSHLER]

61 - Pent

Tyler estuvo varios minutos aferrado a Josh, en medio de un ataque de pánico.

Simplemente no podía superar el hecho de que había estado a punto de morir.

Josh solo se mantuvo ahí, arrodillado a su lado, sosteniéndolo entre sus brazos.

No quería bajar la vista y mirarlo, porque sabía que el corazón se le rompería una vez más.

Nuevamente volvió a preguntarse cómo había sido capaz de lastimar a alguien como Tyler.

De repente, ambos escucharon pasos apresurados subiendo la escalera.

Varios oficiales llegaron y los separaron bruscamente, haciendo que ambos colocaran sus manos por detrás de la espalda y esposándolos.

—Están en muchos problemas —dijo uno de ellos, y Josh habría jurado que había una sonrisa en su rostro.

—Tienen que llevarlo a la enfermería —pidió el teñido, observando al menor. Estaba genuinamente preocupado por él.

El oficial que tenía en frente soltó una risa burlona.

—No creo que la doctora pueda recetarle nada para que deje de intentar llamar la atención —Era un oficial de alto rango y todos los demás escucharon lo que decía— Pero algunos días en el calobozo seguro lo ayudan a mejorar.

Los ojos del castaño se abrieron con temor, y las lágrimas no dejaron de caer mientras el policía que lo tenía agarrado comenzaba a arrastrarlo hacia la escalera de la torre.

—Por favor, no... —suplicó Tyler con la voz llena de desesperación— No quiero regresar a ese lugar... ¡Por favor!

Pero el fornido hombre siguió empujándolo para que bajara, y por mucho que el castaño intentó jalar en la dirección contraria, el otro era indudablemente más fuerte.

Josh obrervó como se llevaban al menor, y sintió impotencia.

—¡No es su culpa! —gritó, intentando que los oficiales entraran en razón— ¡Suéltenlo!

El oficial de alto rango lo miró con desprecio.

—Tu acompañarás a tu noviecito a los calabozos por atacar a un policía —soltó, señalando al tipo que había a sus espaldas.

Era el oficial que había estado custodiando la puerta y que no lo hubiese dejado pasar de no ser por el empujón que le había propinado.

No se arrepentía. Tyler hubiera saltado al vacío de haber llegado un segundo después.

Josh le devolvió una mirada desafiante, y el hombre lo miró con ira al principio, pero después colocó nuevamente esa sonrisa burlona y desagradable que tenía.

—Sólo me pregunto cuánto tiempo lograrás escucharlo gritar antes de enloquecer tú también... —soltó, mientras hacía una señal con la cabeza para que se lo llevaran.