Capítulo 49

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GALA.

¿Cuánto tardaré en derribarlo y quitarle la llave para escapar? Mucho tiempo probablemente.

De regreso, maldije durante el camino por Luca y mi celular que torpemente olvidé en algún sitio de su casa o vehículo; de algún modo u otro tendré que ir a buscarlo.

Después de rechazar a Luca en la entrada, encontré a mi madre y a Gabi viendo un álbum de fotos en el salón. A lo lejos pude distinguir algunas. No mostraron señal alguna ante mi llegada, asi que supuse que no se habían dado cuenta de lo ocurrido allí afuera. Las miré con atención y percibí añoranza en sus gestos y expresiones. Añoranza por mi padre para ser más precisa.

Por un momento pensé en unírmeles pero luego cambié de opinión. No quería romper esa conexión entre las dos y tampoco quería que vieran mi estado; entonces me escabullí hasta la habitación y me encerré allí sin decir nada.

Ahora me pregunto porque diablos no ignoré el ruido que oí.

Planto mis ojos sobre "mi novio", decidida a cualquier cosa con tal de salir de aquí. Nunca creí que sería capaz de entrar a mi casa por la ventana del baño.

—Déjame salir —exijo avanzando hacia él de modo amenazante, o es lo que intento.

Se niega con rotundidad. Paso de él y comienzo a golpear la puerta. Gabi o mi madre tendrán que escuchar mis ruidos. Golpeo varias veces hasta que sus manos sujetan mis brazos deteniendo así mi acción.

—Necesito que me escuches, por favor —ruega y me da la vuelta.

Claro que no debo hacerlo. Pero una parte de mí, dice que sí. Que seré una gran hipócrita si juzgo a Luca por mentir cuando yo hago lo mismo, ocultando la existencia de mi madre. El resquemor de que haya jugado conmigo mientras está con otra, y desde hace varios años en una relación formal, permanece latente.

Sus ojos recorren mi rostro en busca de algo, no sé exactamente qué. Intento zafarme de su agarre pero no lo logro

— ¿Me escucharás? —inquiere.

— ¿Me soltarás?

— ¿Contestarás sin preguntar?

— ¿Tienes tiempo para un rato bien largo? —cuestiono.

Entonces una gran sonrisa se despliega en su rostro. Quiera o no, aquello me afecta.

—Volvimos al principio de todo —menciona y entiendo que se refiere a la primera vez que hablamos y el ida y vuelta de preguntas sin respuestas que tuvimos.

— ¡Gala!

Abro la boca al oir la voz de mi hermana.

— ¡Gabi...!

No puedo seguir porque Luca deja mis brazos libres para cambiar de posición y tapar mi boca con su mano. Forcejeo de nuevo pero no hay caso. Si no fuera porque confío en lo buena persona que es, pensaría que está dispuesto a hacerme lo peor.

— ¿Gala? ¿Estás en el baño? —dice mi hermana detrás de la puerta.

Lucho con mi impulso de rodar los ojos por su pregunta tan obvia. Despacio y sin prisa, Luca me hace girar con él y nos conduce marcha atrás. Lo más lejos posible de la puerta. No tanto considerando lo pequeño que es el baño.

—Haz que se vaya —susurra y siento que mis piernas chocan con la tina—. Quiero hablar a solas contigo, por favor. Si hablaste de nuestro problema con ella, no quiero estar en alerta por si quiere asesinarme.

Desviando la mirada a su mano, lo "obligo" a quitármela de encima. Él entiende mi petición y lo cumple.

— ¿Gala? ¿Estás bien? ¿Cuando llegaste? —pregunta mi hermana de nuevo.

En ese Maravilloso Instante © (SP#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora