Capítulo 37

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GALA.

Sentada en la modesta mesa de la cocina, tomo un sorbo de mi taza de té y a mi lado, Angie habla con mi hermana sobre una película nueva que se estrenó hace pocos días.

En las puertas del instituto, cuando me giré hacia ella para despedirme, no imaginé que luego la encontraría aquí chismorreando con mi hermana sobre mi supuesto noviazgo con Luca. Durante el día tuve que poner excusas, hasta algunas absurdas, para evitar a mi amiga y su bombardeo de preguntas.

Dejo la taza sobre la mesa y lo sucedido hace una hora invade mi mente. ¿Acaso aquel comentario desafortunado que Luca tuvo eran celos por Joaquín? ¿Será que sintió lo mismo en la fiesta del galpón cuando evitó que bailara con otro chico?

No, estoy desvariando.

— ¿Podemos hablar en tu habitación, Gala? Quisiera mostrarte algo —pregunta Angie mientras Gabi ve algo en su celular.

Dudo por mi madre. La idea de que mi amiga la descubra y a su vez compruebe la hostilidad que tiene conmigo, me aterroriza. Le echo un vistazo a mi hermana que nota el dilema en mis ojos y hace un asentimiento.

—Claro, vamos —me levanto del sillón y con un gesto de mano, la animo a seguirme.

Recorremos el pasillo hasta mi habitación y al pasar junto a la puerta de mi madre, siento la tensión invadiendo mi interior. Largo un suspiro cuando dejo pasar a Angie y cierro la puerta tras de mí. Con confianza, deja su mochila a un lado, se arroja en mi cama y se sienta cruzando las piernas bajo ella.

— ¡Siéntate! ¡Cuéntamelo todo!

— ¡Ensuciarás la frazada, Angie! —reclamo—. ¿Que quieres que te cuente? —pregunto luego y me cruzo de brazos.

—Lo siento, lo siento —se disculpa bajando sus piernas y vuelve a por el tema en cuestión—. ¡Vamos, no te hagas la tonta! ¿Cuando pensabas contarme lo de tu novio, eh?

—Cuando tuviera uno —respondo sin mas.

— ¡Pero si ya lo tienes, boba! Me decepciona enterarme por boca de otro y no de la tuya pero... bueno, al menos no fui la última.

A ver... ¿como le explico?

—Él no es nada mío, Angie —me sincero—. Todavía no, aunque quizás... ¡Ay, no lo sé, es complicado de explicar! —me lanzo a la cama con los brazos extendidos sobre la cabeza.

Ella se gira hacia mí con el ceño fruncido.

— ¿De qué hablas?

—Luca no es mi novio —declaro y una mueca de disgusto se forma en mis labios.

— ¿Y lo que él dijo ayer en la noche?

—Fue todo mentira. Lo hizo porque Gabi se hubiese vuelto histérica al verme dentro del auto de un desconocido —explico.

— ¡Espera! ¿Entonces le mentiste a Gabriela? Mientras no estabas, me comentó que tú afirmaste lo que ese chico dijo.

— ¿Qué esperabas que hiciera? —cuestiono y me siento de golpe—. Gabi habría llamado a la policía. Tú sabes que ella es muy dramática con estas situaciones. ¿Te acuerdas hace unos años cuando nos quedamos a dormir en la casa de Alicia?

Larga una carcajada y asiente.

— ¡Pff... cómo olvidarlo!

Tres años atrás, una compañera invitó a la mayoría de las chicas de la clase a una pijamada. En aquel momento estaba tan emocionada por asistir a una por primera vez que a la salida del instituto, fui a casa para recoger las cosas necesarias y quedé en ir con Angie; sin avisar a mi hermana o a doña Cuca.

En ese Maravilloso Instante © (SP#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora