Capítulo 5

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GALA.

Hoy es mi cumpleaños. El día que menos me gusta.

Miento, es el que más detesto en realidad. Tener veinticuatro horas completas donde todo es sobre ti pero a la vez ser una persona que no disfruta llamar la atención, es una gran pesadilla. Despierto al sentir una caricia en mi mejilla. Abro de a poco los ojos y choco con otro par, verdes iguales a los míos. Mi hermana sonríe con ternura y acaricia mi cabeza como una madre protectora.

—Feliz cumpleaños, princesa.

Me siento en la cama y froto mis ojos con las manos.

—Gracias —susurro. Por alguna razón miro el reloj que está en la pared.

— ¡¿Seis y cuarto de la mañana?! ¿En serio, Gabi? ¡Estás loca! —lanzo un bufido.

A esta hora podría estar durmiendo aún. Después de irme a dormir apenas llegué del colegio, desperté en la madrugada y apenas pude volver a conciliar el sueño. Mi hermana luce desastrosa con la mitad de su cabello aplastado y despeinado. Tiene puesta una camiseta gastada y holgada violeta con algunas manchas y un pantalón corto de tela celeste.

Toma una almohada y me golpea en la cara.

—Ay... —gruño.

—Malagradecida. Y yo que te preparé el desayuno con todo mi amor y cariño —pone una mano en su pecho fingiendo dolor—. Un puñal de mi propia hermana. ¿Qué habré hecho yo para tal castigo? —alza las manos como pidiendo respuestas al techo.

¡Que exagerada! Le quito la almohada y me tiro sobre ella para darle un gran abrazo.

— ¡Gracias, gracias, gracias, gracias! —la aprieto fuerte y reparto besos por toda su cara—. No te merezco. Eres la mejor hermana de todo el mundo mundial.

— ¡Basta! ¡Basta! Solo quería molestarte, no que me llenes de baba y rompas mis huesos —me aparta de ella y se pone de pie—. Feliz cumpleaños, Gala.

—Gracias.

Camina hacia la puerta y antes de cruzar el umbral dice:

—Ah Gala...

— ¿Sí?

—Ya sé que soy la mejor. Tenlo en cuenta siempre ¿ok? —me guiña el ojo y le lanzo mi almohada. Ella se ríe y sale corriendo.

Este día sí que será agitado. Me recuesto sobre el cabezal y suspiro. Mi celular suena con un estrepitoso ruido, anunciando la llegada de un mensaje. Reviso mis notificaciones y al ver que es un whatsapp de mi mejor amiga, leo:

Ángela: Feliz cumpleaños!!! Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz...
Te cantaría toda la canción pero los dedos se me cansan.

Ahora, hablemos de mi plan para festejar (muajaja *inserte risa desquiciada*): ya que quieres algo tranquilo, pensé en hacer una pequeña cena en un lugar lindo. Ah, y si quieres... bueno, invita a la nerd también. Cuando leas este mensaje, avísame. Te quiero.

Después de contestarle, abandono la cama y me doy una ducha. Estoy una hora metida en el baño. El agua está tan fresca que no quiero salir de allí.

A regañadientes, cierro el grifo y salgo. Envuelvo mi cuerpo en una gran toalla al igual que mi cabello.

Se supone que este día tendría que ser especial. Es mi cumpleaños. ¿Quién odia su cumpleaños? Ok, algunas personas lo hacen pero la mayoría no. A veces quisiera pertenecer a este último grupo.

Mi fecha de nacimiento hace que cuestione muchas cosas. Me pregunto que estará haciendo mi padre, esa figura paterna del que no recuerdo mucho y que de vez en cuando observo en viejas fotos. Cuestiono si para mi madre significo algo además de alguien más con quién "convive".

En ese Maravilloso Instante © (SP#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora