LUCA.Estaciono frente a mi casa y giro la llave del contacto, apagando así el motor. Reposo por unos minutos en mi asiento y cierro los ojos. Mi ropa sigue húmeda, pese a que estuve varios minutos cerca de la estufa. Mi bóxer está igual e incómoda bastante.
De repente, algo golpea mi ventanilla. Abro mis ojos y giro en mi asiento. Melanie golpea de nuevo y estiro la mano para abrir la puerta. Le hago un gesto para que se mueva y quito las llaves del contacto antes de bajarme.
—Ahora sí, dime la verdad. ¿Por qué me has seguido hasta la casa de Gala?
Frunce el ceño y se apoya en el vehículo
—Ya te dije por qué.
—Ya suéltalo, Melanie —insisto—. Sé que no me estás diciendo toda la verdad.
Que me siguió por curiosidad es creíble dada su forma de ser pero intuyo que hay algo más.
Se queda viéndome, sin decir nada. Muerde su labio pintado de un tono rosa y suspira.
—Necesito tu ayuda.
Ja, sabía que había algo más.
— ¿Para qué? —inquiero.
—Tienes que hacerme entrar a tu casa.
Ahora el que frunce el ceño soy yo.
—Pero si tú eres bienvenida y puedes entrar sin ningún tipo de ayuda —refuto—. Ven conmigo, mi madre ya habrá llegado con mi abuelo y le gustará tu compañía.
— ¡No, no entiendes! —se exaspera y aparta del auto—. Debes hacerme entrar a escondidas, sin que tu padre me vea.
— ¿Mi padre? ¿Él que tiene que ver?
—A mi parecer, mucho. Pero todavía tengo que averiguarlo y si me ve rondando la casa, no podré hacerlo.
Muchas preguntas invaden mi mente y ninguna tiene un respuesta coherente. Asi que pregunto:
— ¿Esto es realmente importante?
Asiente con seriedad en su rostro.
— ¿Sabes si tiene un lugar específico donde pueda guardar los papeles del hospital?
¿Papeles del hospital? ¿De qué...?
—Melanie...
Necesito saber. Este comportamiento no es normal. Me preocupa.
—No preguntes —demanda—. Solo contéstame y luego te lo diré todo. Lo prometo —añade.
Me rindo y contengo mis ganas de indagar. Confiaré en ella.
—No estoy seguro —titubeo—. Quizás en su habitación guarde algunas carpetas con archivos, no lo sé.
—Bien, bien —dice sumida en sus pensamientos.
—Tendrás que contarme absolutamente todo —advierto de modo tajante—. Mi padre ya es un bastardo infiel pero si esto lo involucra, sea lo que sea, necesito saber si afectará al resto de mi familia.
—De acuerdo, pero todavía tengo dudas sobre varias cosas y no quiero afirmar algo que luego pueda rondar en tu cabeza sin ser cierto.
—Bien, vamos.
Marchamos hasta mi casa en un tenso silencio. Tengo la esperanza de que mi padre se haya ido al hospital. Después de lo que hizo con Gala, consciente o no de mi relación con ella, no deseo verlo.
Abro la puerta de entrada y luego de echar un breve vistazo, ingreso con mi amiga. Todo está en silencio.
— ¿No hay nadie? —susurra.
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En ese Maravilloso Instante © (SP#1)
RomanceDesde temprana edad, Gala Machado comprendió que su madre no la quería ni sentía afecto por ella y se conformó con una vida que conlleva el instituto y su casa sin ninguna emoción. Luca Pesaressi sabe desde pequeño, que su vida está atada a su mejor...