Sígueme el juego

Capítulo 6

Narra Malú

Se acuesta sobre mi besándome con desenfreno, de mis labios pasa a mi cuello, largo pequeños gemidos, estoy encendida, no sé que estoy haciendo, es mi amiga, una parte de mi quiere detenerse, pero la otra me pide a gritos más, su forma de besar cada parte mi cuerpo me vuelve loca. Mi piel necesita más. Me quita la camiseta, besa mi vientre, se deshace de mi sujetador y muerde con sutileza uno de mis pechos, me gusta, entrelazo una mano bajo su cabello, y con la otra, tironeo su camiseta hasta quitársela. Tengo mis piernas alrededor de su cintura, ella se mueve rozándome y me vuelve aún más loca. Se separa un poco, sonríe con picardía y me mira como nunca me había mirado antes, ¡joder! Tal vez sea el alcohol, pero siento que sus ojos son océanos de lava donde quiero quemarme.

Me quita los shorts de a poco, mientras se muerde el labio y mantiene su mirada fija en mí, me fascina. Se acerca de nuevo y empieza a lamer mi cuerpo... mi cuello, mis pechos, luego mi vientre hasta llegar a mi intimidad, besa mis muslos antes, yo ya no aguanto, la necesito en mí, suplico y ella ataca, su lengua se adentra en mi intimidad desquiciándome.

Narra Vane

La estoy volviendo loca y me encanta, dejo de jugar con mis labios en su sexo para dar paso a mis dedos. Mientras ellos juegan libres, mi boca se desliza por su cuerpo hasta llegar a su boca. Ella cuela su mano en mi intimidad y comienza su juego, me gira y queda sobre mí, arremete con locura, me besa, muerde mis pechos, mis manos siguen en ella pero no aguanto y regreso con mis labios su intimidad, ella hace lo mismo y llegamos al éxtasis juntas. Se desploma en la cama y ríe mientras recupera la respiración, me acomodo a su lado, la beso y rio también. Luego de un rato, nos dormimos.

Me levanto con un dolor de cabeza terrible, miro a mi lado, Malú duerme plácidamente con su cuerpo aun desnudo, me detengo a observarla ¡joder, sin dudas, es una fiera! Me giro, pongo ambas manos bajo mi cuello y quedo mirando al techo pensando en lo de anoche.

-¡Joder!- Dice levantándose de un saque.

Me mira sorprendida, toma el edredón y se cubre, observa hacia los lados, nuestra ropa está por toda la habitación, yo me rio al verla así.

-No fue un sueño. ¡Coño! Si pasó.- Dice asustada.

-Oye ¿estás bien?- Me incorporo.

-No, no, claro que no estoy bien. ¿Te das cuenta de lo que hicimos?- Su cara es de pánico. -¿Te puedes tapar? ¡Joder!- Grita.

-A ver, a ver, cálmate mujer. Solo tuvimos sexo, ¿Qué tiene de malo?-

-Somos amigas, Vanesa, por Dios y nos enredamos. Esto solo va a complicar las cosas.- Dice rascándose la cabeza. -¿Cómo se nos ocurre hacer el amor?-

-Ya, ya, ya. Detente. A ver, no hicimos el amor, tuvimos sexo, somos dos personas adultas que tenían ganas de pasarla bien y así lo hicimos. Seguimos siendo amigas, esto no tiene porque complicar nada ¿por qué lo haría? Si tú piensas que por un polvo me voy a enamorar de ti, estas muy equivocada.- Digo riendo. -¿Acaso tú te enamoraste?- Pregunto tentada.

-No, claro que no.- Contesta sonriendo algo tentada también.

-¿Ves? Estábamos despechadas, nos sentíamos mal, bebimos mucho. Ya está, son cosas que pasan.- Digo calmada.

-O sea que ¿esto para ti no ha significado nada?- Pregunta más relajada.

-No, claro que sí. Significa que ha sido una de las mejores noches de mi vida... eres un volcán en la cama.- Susurro en sus labios. -Pero nada mas.- Me alejo.