Capítulo 53

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Narra Vane

-Gorda, no va a entrar todo eso en mi casa.- Digo riendo mientras veo lo que Malú carga.

-Que si, ya verás. Ayúdame con esto.- Dice pasándome una caja.

Lo estamos cargando todo en mi coche, ella quiere llevar la casa entera, prácticamente, está súper acelerada, yo no dejo de reír, hasta a los guardaespaldas los tiene trabajando, por suerte, son muy gentiles y lo toman todo con humor.

-Mi amor, pero si llevas eso, no entra el zoo.-

-Oye, el zoo, tienes razón, ¿dónde están nuestras hijas y mi niño Chanelo?- Pregunta mirando para todos lados.

-Espera, espera, ya vienen, se están vistiendo para la ocasión.- Digo haciendo cara graciosa.

Las llamo, Lola y Rumba llegan con vestidos y zapatitos perrunos rosas, Danka tiene una sudadera con la leyenda "I'm the real queen" y un par de anteojos; Chanelo, sudadera de la selección de España, una gorra y anteojos también.

-Ay, no, muero de amor gorda ¿tu hiciste esto?- Pregunta haciendo voz de peque.

-Claro, me lo pidió Carmela, ella se vistió para la ocasión también.- Respondo riendo.

-Por eso te quiero tanto.- Dice abrazándome por el cuello. -Con estas cosas, me pones muy, muy loquita.- Me besa y desliza sus manos bajo mi camiseta.

-Ya está todo listo, señoras.- Dice uno de los guardaespaldas carraspeando.

-Ah ya, disculpen muchachos.- Responde Malú poniéndose roja como un tomate.

-Ya, vámonos, todo el mundo a bordo.- Grito abriendo la puerta.

Las perras suben al asiento trasero, Malú carga a Chanelo en su regazo, los guardaespaldas nos siguen en un coche atrás. Tras unos minutos, estamos en mi casa y como el resto del día no saldremos, dejamos libres a los guardias. Abro la puerta, las niñas entran corriendo, nosotras nos quedamos en la puerta viéndolas, Carmela las recibe vestida con una camiseta "Sucederá".

-Oye, eso no vale, ¿por qué a las mías no le pusiste unas del tour Caos?- Pregunta Malú.

-Porque son feitas.- Respondo tentando.

-¿Cómo te atreves, Vanesa Sánchez Benítez? Voy a matarte.-

-Pero mátame a besos ¿no?- Digo tomándola de la cintura y trayéndola hacía mí.

-Vaya, ¿os mudáis?- Pregunta Inma viendo algunas de las cajas que hemos subido.

-Hola Inmita.- Saluda Malú irónica. -Me mudo yo a casa de mi sexy mujer, es que no puede vivir sin mi.- Agrega quedando de espaldas a mi y haciendo que la abrace por la cintura.

Me fascina que haga eso, siempre marcando territorio, a Inma no le ha gustado nada el comentario, yo abrazo a Malú aun más y hundo mi cabeza en su cuello respirando su aroma. Inma sonríe forzadamente, saluda con la cabeza y entra a su casa.

Narra Malú

El resto del día es bastante loco, nos pasamos acomodando las cosas como podemos, mientras el zoo se la pasa jugando de un lado al otro, estoy volviendo loca a Vane, lo se, ella es sumamente ordenada y lo tiene todo en perfecta armonía, yo soy un desastre andante.

-Malú, no, ahí no.- Dice señalándome cuando voy a acomodar una caja.

-¿Por qué no? Cabe perfecto.-

-Es mi sala de ensayo, ¡no puedes colocar nada ahí! Sabes que ese lugar es sagrado.- Dice firme.

-Pero tienes como diez guitarras, puedes guardar un par y ahí armamos este zapatero.- Digo haciendo cara graciosa.

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