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Capítulo 89

Narra Vane

-¿Qué? No puede ser.- Digo sonriendo. -¿Oyeron lo que dijo? ¿Oyeron?- Pregunto a gente del equipo de Malú que anda por ahí.

Estamos en un sector donde no tiene acceso el público, ni la prensa, solo los artistas y gente de sus respectivas compañías.

-Sí, mami, amo a Vanesa.- Repite Lucía jugando con un peluche que le han pasado.

-Muy bien, princesa, recuérdalo para decírselo a mami, ¿vale?- Hablo emocionada, pero intentado contener la risa.

Malú me mira de reojo, sabe que acaba de decir las palabras mágicas, sonríe de lado, pasan un par de participantes más y es hora de comerciales. Viene hacia nosotras, coge a Lucía en brazos, Pablo López viene a presentarse, no la había visto al llegar, se queda encantado con ella.

-Princesa, ¿sabes que?- Pregunto a Lucía, ella me mira expectante. -¡Nos hemos ganado un viaje a las Maldivas! ¡Ole!- Aplaudo, ella aplaude también.

-¿Por qué o qué? ¿Quién os regalaréis o cómo?- Dice Malú haciéndose la desentendida.

-Pues tú, mami Malú, has dicho las palabras mágicas. ¿Verdad, Lucía? ¿Qué ha dicho?-

-¡Amo a Vanesa!- Grita la peque, entusiasmada mientras juega con Pablo que le hace cosquillas.

-No se de que habláis.- Dice Malú mirándose al espejo y acomodándose el cabello.

-¿Me la cuidas un minuto, Pablo? Por fa.- Digo mientras llevo a Malú a su camerino. Pablo niega con la cabeza sonriendo. Pasamos la puerta, la recuesto por ella. -Dilo.- Demando en sus labios.

-No tengo nada que decir.- Mira el techo.

-Caprichosa, despiadada, dilo.- Demando de nuevo y beso su cuello.

-Te amo, Vanesa Sánchez Benítez, ¿vale? Te amo.- Dice firme, mirándome a los ojos.

-¡Por fin!- Digo aliviada y recuesto mi cabeza en su hombro. -¡He ganado! ¡Ole! ¡He ganao!-

-¿De verdad, Vanesa? ¿Solo eso dirás?- Pregunta cruzándose de brazos.

-Hora de salir.- Grita alguien y golpea la puerta.

-Debes irte, vamos.- Digo abriendo la puerta. Ella me mira enojada, hace dos pasos, la cojo de la cintura y la traigo hacia mí. -Te amo, caprichosa, yo también te amo.-

Narra Malú

Regresamos a la casa, Lucía se ha dormido por el camino, Vane la carga hasta nuestra habitación, ya que aun no tenemos habitación para ella, bueno, aun no hemos hecho nada de nada, han sido unos días sumamente movidos.

Me siento bajo la galería del patio a fumar, pienso en todo lo que ha ocurrido, que locura, tanto daño que nos han hecho, pero como el destino se empeñó en ponernos de frente a Vane y a mi, y cuanto nos queremos, joder, es que no sabia que se podía querer tanto, y Lucía, mi pequeña, vaya, es increíble lo que la adoro.

-¿Qué tanto piensas?- Pregunta Vane abrazándome por la espalda.

-Hola, preciosa.- Digo acomodándome en sus piernas. -Pienso en nosotras, en la vida, en Lucía y en que no puedo creer lo afortunada que soy.-

-La afortunada soy yo, te debo demasiado.- Dice y besa mi mejilla.

-¿Tu a mi? ¿Estas loca?-

-No, de verdad. No tienes una idea de todo lo que siento por ti, cuando estoy a tu lado, mi alma está completa. Y además, amas a Lucía, la has tomado como parte de tu vida apenas conocerla. Eres increíble.-