Capítulo 13

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Narra Malú

-¡Buenos días, Vanesa!- Grito saltando sobre ella.

-¡Joder! ¡¿Qué sucede?!- Pregunta incorporándose de golpe. -¿Qué... qué te pasa? Es de noche.- Dice mirando la ventana.

-Nada, solo quería mostrarte que así son los despertares en esta cama.- Digo y me acomodo de nuevo en mi lugar.

-Estas loca, déjame dormir.- Dice y se gira.

Me acerco a ella, rodeo su cintura con mi brazo, me pego lo más que puedo, sé que lo detesta.

-No, no, aléjate, que hace calor, Malú.- Protesta.

-Nop, a mí me encanta dormir así, ahora te aguantas. Estas en mi cama. Es mi ley.-

-Ahora se porque la gente no se casa, te transformas como esposa, me caes mejor como amiga.-

-Tarde para arrepentirte. Buenas noches, esposa mía.- Susurro a su oído.

Ambas nos tentamos y reímos a carcajadas, Vanesa intenta separarse, pero no la dejo, me aferro más a ella, por lo que nos reímos aún más. Finalmente, nos dormimos.

Estamos tan cansadas que ni siquiera nos levantamos a cenar, por lo que tampoco damos de comer al zoo, que en algún momento de la madrugada nos despiertan demandando alimento. Me sorprendo al notar como estamos, es Vanesa ahora quien me abraza. Al sentir que el zoo llega, se levanta medio dormida, se separa muy suavemente de mí, que hago que sigo dormida.

-Lola, Rumba, Danka, Carmela, Chanelo, vámonos.- Susurra.

Todos la siguen muy obedientes, regresa unos minutos después, se mete de nuevo en la cama, se acerca despacio por mi espalda y vuelva a abrazarme, cuela su mano bajo mi camiseta, tocando mi vientre y se duerme. Intento no reír, estas cosas no son típicas de ella, no puedo evitar sentir mucha ternura, en verdad, me encanta que se duerma así.

Narra Vane

Miro el reloj que está en la pared, son las 6 de la mañana, hemos dormido un día y una noche de seguido, en verdad estábamos cansadas. Estoy abrazada a Malú y no me molesta, por primera vez no me ha pateado al dormir ¡con que este era el método! La abrazo un poco más y respiro su aroma, que bien huele.

Me mantengo unos segundos así hasta recuerdo lo que me ha hecho anoche, es hora de vengarme. Me levanto muy despacio, intentando no despertarla, voy a la cocina, tomo una olla y un cucharón y regreso a la habitación, ella duerme profundamente.

-¡Buenos días, Malú!- Grito golpeando muchas veces la olla con el cucharón.

-¡Coño! ¡Coño!- Grita asustada levantándose de un salto de la cama. -¡¿Qué te pasa?! ¡¿Estas idiota?!-

-Pero si dijiste que esta es la manera de despertar en esta cama.- Digo riendo a carcajadas.

-Me las vas a pagar, Martín Mata, me la vas a pagar.- Sentencia enojada.

-Uy, que miedo Sánchez Benítez.- Digo elevando mis palmas y sacudiéndolas. -Es mas, tanto miedo te tengo, que ahora mismo decido que es hora de ir a nadar.-

Me acerco corriendo, la tomo de la cintura, ella protesta y se resiste, pero le hago cosquillas, lo que hace que pierda la resistencia, la levanto, ella se aferra a mi cuello, trata de detenerme, pero no lo logra, llegamos a la piscina, me detengo en el borde.

-¡Para, para, para que hace frio!- Grita.

-Estamos en verano, a 30 grados, ¿dónde hace frio?- Pregunto riendo.

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