Capítulo 38

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Narra Malú

Por fin nos hemos acostado, ha sido un día muy lindo, pero agotador, lo bueno es que la casa que la compañía le da a Pablo para esta temporada tiene lugar de sobra para todos, aunque Nali y Ana optaron por irse a un hotel, no creo que duerman esta noche.

Vane se ha dormido al instante y yo lo he intentado, pero no puedo sacarme de la cabeza lo que sea que estaba viendo en el móvil y que me ha ocultado. Duerme abrazada a mí, su móvil está de su lado de la cama. ¡Joder! Intento moverme un poco, pero me abraza más fuerte.

-¿Por qué te acostumbré a dormir abrazadas?- Susurro y me río. -Vane, amor, muévete un poco, que hace calor.- Digo en tono suave.

No obtengo respuesta, está durmiendo profundo. Levanto de a pocos su brazo, intento deslizarme, la muevo sin querer.

-Estate quieta, Martín Mata.- Dice dormida y me vuelve a abrazar. Me aguanto la risa como puedo.

-Ay mi enojona guapa. Gírate ¿si? Tengo calor. Pal otro lado, allá guapa.- Susurro a su oído y muerdo su lóbulo.

Finalmente me hace caso y se gira, me estiro hacia su lado muy despacio, cojo su móvil. Intento ver pero lleva contraseña ¡maldita sea! Pruebo "Carmela"... incorrecto; "Málaga"... incorrecto; "Pongo"... Incorrecto. ¡Joder! ¡Joder! ¡Joder!

-La contraseña es una palabra de cuatro letras. El nombre de la mujer mas insoportable que conozco sobre la tierra.- Dice con los ojos cerrados.

-¿Estabas despierta? Eres una tramposa, Sánchez Benítez-

-¿Yo? Si eres tú la que quieres husmear en mi teléfono, cotilla.-

-Bueno ya, déjame ver, tu duerme.- Digo girándome.

-Dormirme nada, si vas a ver mi móvil, al menos hazlo conmigo, así si quieres correr cuando veas el numero de mis amantes, te atrapo y no te me vas.- Dice riendo e incorporándose en la cama.

-Ay ya, tonta, quita.- Digo sentándome entre sus piernas, quedando de espaldas a ella con el móvil en mi manos.

-Déjame a mi.- Dice intentando alcanzarlo.

-No, no, es mi privilegio. A ver "Malú"- Tipeo -Oye sí, funciona. ¿Pusiste de contraseña mi nombre?- Pregunto mirándola de costado. -Si que te tengo loquita.-

-Para nada, es que es lo único que sabía que no se te ocurriría, y ya ves, tenía razón.- Dice mordiéndome el cuello.

-Ya, quieta, deja ver.-

Miro entre sus contactos, lo primero que hago es buscar el chat con Inma, la miro levantando una ceja, ella señala que mire, no tiene ninguno. Desde que tenemos los móviles nuevos, ni siquiera ha hablado, me alegra mucho. Sigo mirando, nada fuera de lo común.

-Lo que a ti te interesa está por acá.- Dice abriendo una carpeta.

-¿Alaska?- Pregunto sorprendida.

-Alaska. Conociéndote, en tu cabeza debe seguir rondando eso de vivir un tiempo separadas y no quiero hacerlo, propongo que nos vayamos unos días de vacaciones, mientras pase toda la locura de Madrid. No tengo concierto hasta la próxima semana.-

-¡Me encanta, amor! Tú y yo solas en la nada misma.-

Narra Vane

-Podemos buscar pingüinos ¿hay pingüinos en Alaska?- Pregunta completamente entusiasmada viendo las fotos. -O tal vez podamos...-

-Ya, ya, ya. ¿Que tal si ahora, ya que me has despertado por cotilla, dejas ese móvil en paz y usas tus manos para otras cosas?- Digo besando su cuello.

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