Narra Malú
Me mira expectante y desafiante, no se que contestar, me encuentro en un dilema, sabe que me ha puesto entre la espada y la pared.
-Participa.- Digo más como pregunta que respuesta.
Ella gira su cabeza hacia un lado y asiente algo fastidiada. Maldita sea, respuesta errónea.
-Mejor vámonos, que en un rato empieza la excursión.- Dice seria mientras busca su abrigo.
-Vane, espera...-
-No, mejor salimos ¿si? Despejamos la mente, que si seguimos encerradas aquí, vamos a discutir aun más y ya hemos tenido suficiente.- Interrumpe.
Asiento, salimos, muy cerca está el hotel al que pertenecen las cabañas, caminamos calladas, llegamos a recepción, ya nos espera el coche que nos llevará a destino. El guía habla español, afortunadamente, tiene acento argentino, no nos liaremos con el idioma esta vez. Nos montamos en un barco que es el que nos lleva al parque, dado que es una zona de difícil acceso, solo se puede llegar así o en avión. Vane platica con el guía y un par de personas mas, le hace preguntas, está muy entretenida, yo estoy a su lado, pero no me pesca mucho, hago un par de intentos de tomar su mano, pero hace un movimiento o señala algo y me aleja de ella.
Me voy hacia otro sector del barco y me pongo a conversar con algunos turistas que están por ahí que también hablan español, de a ratos miro hacia donde Vane está, cruzamos miradas, pero al segundo se gira y sigue platicando. Cuando quiere, es peor que chiquilla, me hace enojar, me distancio de las personas y me dedico a mirar el paisaje sola. El frío va acrecentándose conforme nos acercamos a los glaciares, creo que no he venido tan abrigada, empieza a pasarme factura y al final, no estoy disfrutando de la maravilla que tengo enfrente, por esta situación tan absurda.
Narra Vane
Malú está sola en un sector del barco viendo el paisaje, me disculpo con quienes platico y voy hacia ella, pero me quedo a una distancia considerable para que no me vea. Estoy algo fastidiada o enojada, no se que me pasa, pero la verdad es que no me gusta estar así con ella, la veo sola mirando el horizonte, es increíble, pero me parece mas inmensa que el glaciar que tenemos enfrente. Le tomo un par de fotos sin que lo note mientras mira por binoculares me acerco y quedo a un metro de distancia de ella, me recuesto por la barandilla, ella me mira de reojo y vuelve a observar el glaciar. Agarro unos binoculares y hago lo mismo.
-Tengo frío.- Dice luego de unos segundos.
-Ponte un abrigo.- Digo seca.
-Es que no lo traje y de verdad, estoy teniendo cada vez mas frío.- Agrega abrazándose a si misma.
-Pues eres tonta, ¿cómo no has traído suficiente abrigo?-
-Bueno, no se, no lo pensé, ¿vale? ¡Joder! Tengo frío.- Dice dando mini saltos.
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Sígueme el juego
Hayran KurguTanto tiempo buscándote sin saber que te había encontrado hace mucho... Historia ficticia, sin intención de faltar el respeto a quienes la protagonizan