Capítulo 47

2.1K 88 19
                                    

Narra Vane

-No es así. Solo te pido que me escuches con calma ¿vale?- Dice Malú.

Hace mucho tiempo no me enojaba tanto por una situación, ni siquiera cuando Inma me engañó, no se que me pasa, creo que es cierto que cuando una se enamora, la razón desaparece por completo. Aún así, mantengo la calma, punto a favor de Malú es que la conozco, o quiero pensar que es así, debo darle el beneficio de la duda.

-Mira, Sol dijo que Gonzalo quería verme y que sería muy bueno que la prensa nos vea juntos.-

-Y dale con la prensa, ¡joder!- Protesto enojada.

-¡Que no! Espera. Yo no acepte, le expliqué que si lo vería, sería en privado, una vez que regresáramos a Madrid.-

-En privado ¿Dónde? ¿En tu habitación ahora que tu mujer no duerme contigo o algún hotel?- Pregunto irónica.

Malú me mira desconcertada, hasta decepcionada diría, yo misma me desconozco, no puedo creer lo que acabo de decir.

-Perdóname, maldita sea.- Digo tomando aire y rascándome la frente. -Continua, por favor.-

-Vale. Entonces, insistió en que fuésemos a ese partido de básquetbol por ser nuestra última noche y demás, pero nunca me dijo que Gonzalo estaba ahí. Te lo juro.- Explica sincera. -Y pues, hablamos y ya, eso fue todo.-

-¿Eso fue todo? Pero cuando te llamé, él estaba contigo y era bastante mas tarde de la hora del partido, imagino que era en tu hotel.- Digo nerviosa, no se si quiero escuchar la respuesta.

-Sí, era en mi hotel.-

-¡Joder! ¡Maldita sea! ¿Y tienes el descaro de decírmelo así? No puedo creer...-

-¡Maldita seas tú!- Grita interrumpiendo. -Te dije que no ha pasado nada ¿cómo demonios quieres que te lo explique? Llegó al hotel a llevarme algo que había olvidado, Sol le dio paso y ya.-

-¡Que conveniente!- Grito también.

-¿Tu crees que estaría aquí si te hubiese traicionado? ¿No te das cuenta? Cogí el primer avión que encontré a Madrid, no he dormido nada, aún cargo mis maletas. ¡Maldita sea, Vanesa!- Grita y empuja una de sus maletas algo frustrada. -Estoy aquí porque te quiero y no quiero perderte, pero joder, siento que me han condenado a la silla eléctrica sin siquiera darme un puñetero juicio justo.- Resopla y mira al suelo.

La observo, es cierto, aún carga sus maletas y se nota que no ha dormido nada, me provoca ternura.

Narra Malú

-Vale, te creo.- Dice Vane en tono calmo.

-¿De verdad?- Pregunto respirando aliviada.

-Sí, de verdad. Ahora ve a descansar, que yo haré lo mismo. Las dos necesitamos dormir.- Su tono es más suave, pero sigue seria.

-¿No dormiremos juntas?- Pregunto algo desconcertada.

-Quedamos que viviríamos separadas y es lo que haremos. Y no me salgas con que eso de que el que te hayan visto con el pelón funcionó, porque es lo que menos deseo oír en estos momentos.- Sentencia.

-Es que no lo iba a decir.- Respondo apenada. -Pero si quiero dormir contigo, que te he extrañado mucho.- Hago voz de peque.

-Pues lo siento, todo esto me ha saturado demasiado, necesito descansar.-

-Pues lo siento por ti, porque voy contigo.- Digo tomando mis maletas de nuevo.

-¿Vas conmigo? ¿A mi casa pequeña, donde además tenemos de vecina a Inma?- Pregunta algo irónica pero mas relajada.

-Voy contigo.- Digo firme.

Ella asiente, esta vez sonríe de lado, le he gustado mi respuesta. Nos despedimos de las chicas en recepción, Vane va un poco mas adelantada, yo mas atrás cargando mis maletas, me hacen un par de bromas, "no la dejes dormir, jefa" es lo último que escucho antes de salir. Nos montamos en el coche, estoy bastante cansada, miro a Vane que está igual, amo ver su carita así, acaricio sutilmente su mano que va en la palanca de cambio, ella me la coge y vamos el resto del camino así.

-Rumba, ahí no, niña.- Dice Inma a su perra en la puerta de la casa de Vane. -Perdonadla, es la costumbre.-

Maldita zorra, se pasea en bikini por el lugar, envuelta de la cintura para abajo con una toalla, la miro de arriba abajo, me hierve la sangre.

-No hay problema, Inma.- Responde Vane cogiendo mi maleta para meterla a la casa.

-Me gustaría decir que lamento que hayáis terminado, pero en realidad no lo lamento.- Dice sonriendo de lado.

-Pues para tu información, no hemos terminado.- Digo firme.

-Bueno, ya sabes Vane, como todos nuestros conocidos hablan de tu status actual...- Dice haciendo cuernos con las manos y rascándose la cabeza. -Al final, eres peor que yo.-

Maldita zorra, maldita zorra, maldita zorra. Miro a Vane, solo espero que no se lo esté tomando a mal, pero no me quedaré callada.

-No te equivoques Inma, no soy como tu. Es mas, sigo sin entender como pudiste buscar a alguien más, cuando tenías a Vanesa en tu cama. No lo comprendo. Por mi parte, es el mejor sexo que he tenido en mi vida.- Susurro esto último.

-Y tu el mío.- Dice Vane abrazándome por la espalda y colando sus manos bajo mi camiseta. -Lo que piensen los demás, no me importa, si hablan mal de mi, entonces no son mis amigos. Yo confío en mi mujer. Y ¿sabes cual es la diferencia ente ella y tu?- Pregunta a Inma y me besa el hombro.

Inma se cruza de brazos, no le gusta nada, yo me siento triunfal, levanta sus hombros en espera de una respuesta.

-Que a ella la quiero y mucho. La quiero al grado de am.... adorarla.- Dice Vane sonriéndome con picardía. -Y ahora, adiós.-

Narra Vane

-Tápate los odios, guapa, que no nos hemos visto en una semana.- Grita Malú a Inma mientras entramos a la casa.

Apenas cerramos la puerta, Malú empieza a reír a carcajadas, triunfal. Ve a Carmela, corre a abrazarla y a llenarla de besos, me mata de ternura verla así, pienso en lo que Inma acaba de decir, pero no me molesta, todo lo que me importa está ahora mismo ante mis ojos y estoy muy segura de su amor. Tomo a Carmela en brazos y la llevo al patio.

Regreso y voy directo hacia Malú, a paso rápido, la tomo de la cintura, la llevo contra la puerta y empiezo a besarla con ansias. Joder, una semana sin sus besos han sido demasiado, cuelo mis manos bajo su camiseta y se la quito.

-¿Soy el mejor sexo de tu vida?- Pregunto en su oído y beso su cuello.

-Eres la mejor.- Susurra.

-Dilo de nuevo.- Esta vez la agarro de su trasero y la subo a mi cintura.

-Eres la mejor.- Susurra con su respiración entre cortada. -Me vuelves total y absolutamente loca.

Me muerde el oído, lame mi cuello, me enciende muchísimo, la llevo sobre la mesa, quito sus pantalones, la traigo hacia mi, sus piernas quedan alrededor de mi cintura, llevo una de mis manos a su cuello y hago que me mire.

-Eres mi vida entera ¿me oyes? Mi vida entera.- Confieso y vuelvo a besarla.

Narra Malú

Trago saliva tras oír aquello, joder, ella también es mi vida entera. La beso con mas ansias que antes mientras tironeo de su camiseta hasta quitársela. Ella lame mis pechos y juega con ellos, me vuelve loca, baja lentamente por mi abdomen, dando pequeñas mordidas hasta llegar a mi intimidad. Me mira con picardía, vuelve a mis labios, los ataca mientras me quita la última prenda.

-Que se entere Madrid.- Susurra a mi oído y baja por completo a mi intimidad.

Hace de mi lo que quiere, arremete con locura con su lengua, me levanta de la cintura, mis piernas están alrededor de su cuello, yo me sujeto del borde de la mesa. Sigue haciendo lo que se le antoja y me encanta. Grito su nombre al llegar al éxtasis absoluto. Ella regresa a mis labios, los devora una vez más.

-Dilo.- Susurra en mi oído y a mi me encanta que lo demande.

-Eres la mejor, Vanesa Martín, la mejor.-

Sígueme el juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora