Capítulo 78

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Narra Malú

Las capullas me acompañan, por el camino les voy contando sobre Lucía, hacen mil preguntas, están ansiosas por conocerla. No se como explicarles mi sensación hacia ella o como puede ser que en apenas un par de días llegué a encariñarme tanto, pero solo se dio, tal vez es cosa del destino.

Nali está un poco mas seria, sonríe con lo que cuento, pero la noto preocupada, mira de reojo el móvil de a ratos.

-Oye, ¿nos vas a decir que te pasa o no?- Grita Pau tirándole algo.

-Para, que estoy manejando, idiota.- Responde Nali.

-Ya, dinos que tienes, tía.- Habla Gaby.

-Nada ¿vale? Cosas mías. Vamos a lo que importa, lo que sea que decidas Malú, estamos contigo.- Dice firme mientras accedemos al patio de la casa.

Estaciona el coche, estoy nerviosa, las chicas me dan ánimo, caminan a mi lado a paso firme, en silencio, como si fueran guardias cuidando mi espalda, increíblemente, así lo siento.

-¡Hasta que llegas, amiga! Que aquí están que caminan por las paredes.- Dice Vero, mi amiga de toda la vida acercándose a saludarme.

-¿Qué hace aquí? Que sorpresa.-

-No me iba a perder la boda de mi mejor amiga, ¿bromeas? Ya me perdí una, no vuelvo a cometer ese error.- Ríe.

-¡Hija mía! Que bueno que has regresado.- Mi madre saluda a lo lejos.

Corro hacia ella y la abrazo como no lo hacía en tantos días, ella me mira sorprendida y sonríe emocionada. La miro con preocupación e incertidumbre, ella asiente, como buena madre, no necesita mas que eso para entender lo que sucede ahora mismo.

-¡Malú! Por fin. Vamos que tenemos mil cosas por hacer, apenas un par de horas para maquillarte, arreglarte e ir a la Iglesia.- Dice Sol. -Gonzalo y su familia ya están...-

-Sol, detente. Necesito hablar contigo primero. Tu también mami, es importante.- Digo nerviosa.

Nos retiramos a la biblioteca, las capullas me dan ánimo a la distancia, noto a Nali más preocupada que antes, se muerde la parte interna del labio, pero asiente firme. Me desconcierta, no puedo evitar pensar que lo que le está sucediendo tiene que ver con esto.

-Tú dirás.- Dice Sol cruzándose de brazos y mirando desafiante con una ceja levantada.

-Antes que nada, ¿te ha hecho bien el viaje, hija?- Pregunta mi madre en tono calmo.

-Mas que bien, mamá, hay tantas cosas que contar.- Sonrío emocionada.

-Malú, mira, si nos has llamado aquí para hablar de lo que sea que has hecho con Vanesa en estos días, no nos interesa. Tenemos una boda en unos minutos.- Dice Sol sumamente borde. La desconozco.

-Oye, niña, a ver si bajas el tonito, esa no son maneras de dirigirte a mi hija.-

-Ya, Pepi, perdón, pero es que no quiero escuchar que das marcha atrás con la boda. ¡Tenemos una exclusiva ya arreglada, por Dios Santo!- Grita.

-¿Una... una exclusiva?-

Me quedo helada, Vanesa tenía razón, ¿es posible que Sol...? No, no puede ser, estoy segura que es una coincidencia, seguro ha sido una idea de último momento.

-No me mires así. Te casas para que te dejen en paz, la noticia debe saberse, ¿que mejor que sea de nuestros labios? No le damos pie a nadie de inventar al respecto.- Dice segura.

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