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Capítulo 57

Narra Vane

Intentamos dormir, obviamente yo no puedo, no quiero hacerlo, quiero quedarme toda la noche mirándola, contando sus lunares, acariciando su piel, besándola. Tengo mi mano bajo su camiseta, tocando su vientre, como siempre, como le gusta.

-Piensa que esto va a ser una anécdota graciosa que contar a nuestros hijos.- Dice con sus ojos cerrados y acaricia mi mano.

-Pensé que dormías.- Susurro. -Oye, espera, ¿nuestros hijos?- Sonrío.

-Claro, los que vamos a tener alguna vez, los dos o tres, mínimo.- Responde acomodándose mejor sobre mi pecho.

-¿Mínimo? ¿Cuántos quieres?- Pregunto sonriendo.

-Pues, 2 mini tu, 2 mini yo, mas minis tu y mas tu, o que todos sean iguales a ti y ya.- Dice besándome.

-Pues no se como van a salir parecidos a mi, si los vas a tener tu.-

-Los vamos a tener las dos.- Sentencia firme.

-Ay, ya, ya, ya, espera.- Digo estirando mi mano para coger el móvil.

Busco la cámara, pongo opción video, acomodo un poco mi cabello, ella me mira sin entender, yo la miro de manera cómplice, se arregla un poco.

-¿Qué haces?- Pregunta riendo.

-Pues, quiero documentar este momento, en el que tu y yo decidimos tener hijos.- Le doy un pequeño beso y enciendo la cámara.

-Hola niños, si ven esto, significa que mamá y yo los estamos molestando con nuestros videos aburridos.- Digo a la cámara.

-Ya, tonta. Hola, bueno sí, es probable que sí. Pues, la cosa es que su mamá es una pesada y quiere dejar guardado este día, el día en que decidimos que vamos a traerlos al mundo.- Dice mirándome los labios.

-El día que decidimos que los vamos a amar con todas las fuerzas de nuestro ser.- Agrego mirándola también.

-Y que vamos a luchar contra viento y marea por estas juntas.- Dice y me besa.

Aumentamos la intensidad, no podemos evitarlo, nuestros labios se desean con locura, su mano se mete bajo mi camiseta, pero protesta de dolor por la herida.

-Olvidé que me acaban de operar, joder, justo que tengo tantas ganas de hacerte de todo.- Susurra en mis labios.

-Y yo, pero ¿Qué le vamos a hacer? Aunque, podemos dedicarnos a besarnos toda la noche.

Narra Malú

No hemos dormido nada, nos pasamos toda la noche platicando, besándonos, dándonos muchos mimos, imaginando como será nuestra vida cuando tengamos hijos, donde haremos la habitación, el modelo de la cuna, los posibles nombres. En cierta forma, es nuestra manera permanecer en nuestro mundo en el aire, estando con ella, siento que nada puede hacerme daño, me da terror pensar que mañana no estaremos así, pero espero que sea un sacrificio para poder tenerla el resto de mi vida.

-Buenos días, niñas.- Dice Gustavo saludando. -Voy a controlar tu herida Malú y ya podrás ir a casa, tendrás que hacer mucho reposo, eso sí, pero al menos en la comodidad de tu hogar.-

-Claro, genial.- Digo sin ánimos viendo a Vane.

-Nali, Ana y tus padres están aquí.- Dice ella mirando el móvil.

Sale de la habitación mientras Gustavo cura mis heridas y me da mil consejos sobre como cuidarme, Vane regresa con un bolso de ropas. Unos minutos mas y ha terminado, anuncia que autorizará el alta y se retira.