Sígueme el juego

Capítulo 18

Narra Malú

Me despierto, no tengo idea de que hora es, el placer de estar de vacaciones, estiro mi brazo hacia el lado de Vane, pero siento algo peludo, me giro a ver, son Danka y Carmela durmiendo y en el medio de las dos, Chanelo, que ama a Carmela, siempre que puede, se acomoda donde ella duerme. Me tiento al verlos así y les tomo una foto.

Busco a Vane con la mirada, no la encuentro, me incorporo en la cama, espero unos minutos por si aparece, pero nada. Bajo y mientras más me acerco al living, mas se acrecienta el sonido de su voz y su guitarra...

"Aprendí a dejarme llevar, a volver a empezar, a sentirme mas fuerte y me fui descosiendo tu voz, cuidando mi dolor, haciéndome valiente..." canta algo que no había escuchado antes, Pili está a su lado, me ve, pero le hago seña de silencio con el dedo para que no diga nada, quiero escuchar cantar a Vane. Me recuesto en el marco de la puerta y la miro, ella está concentrada.

"Cuantas noches de idas y venidas, que loca la vida jugando al recuerdo, cuantas veces a solas contigo, con tu amor que no llega al estreno..."

-Bueno, mas o menos así.- Dice Vane riendo.

-Es muy chula esa canción, Vane.- Dice Pili con lágrimas en los ojos. -¿Es para tu próximo disco?-

-No, es para ti.- Responde sonriente.

-¿De verdad? Pero pedazo de tema, amiga.- Grita Pili y abraza a Vane. -Es hermoso, no lo puedo creer, gracias.-

-¡Bravo! Pedazo de tema, sin dudas.- Aplaudo y entro. -¡Que bonico ver a mis niñas, que sorpresa!-

Saludo a Pili con dos besos, luego me acerco a Vane y beso su mejilla, ella me sonríe de lado y me guiña un ojo.

-Pues ya ves Lula, ahora es mas fácil encontrarnos las tres.- Dice Pili sonriente.

-Y tú que te enojaste porque nos casamos.- Reprocho.

-Ya di mi opinión sobre ese asunto. Mejor hablemos de la canción. Vane, ¿en verdad es para mi?-

Narra Vane

Malú va a preparar el desayuno, Pastora y yo nos quedamos en el living, me dice algo, pero no presto atención, desde donde estoy puedo ver a Malú, que sexy es, joder, usa unos shorts cortos, una de mis camisetas de hombro caído larga y mis zapatillas con los cordones desatados, pone música de Sabina, mira hacia donde estoy, cruzamos miradas, me guiña un ojo, me tira un beso y sigue preparando el desayuno. Yo me siento una idiota viéndola, mientras hago acordes sin sentido en la guitarra y pienso en lo increíble que ha sido el día de ayer.

-Y así fue como los zombis conquistaron el mundo.- Dice Pili.

-¿Qué? ¿De qué hablas?-

-No me estas prestando atención, tonta. Toma, sécate la baba.- Me pasa una servilleta.

-Ay ya, lo siento, nada más veía que hacía.- Digo excusándome.

-¿Ves? Es exactamente por esto que no me gusta que os hayáis casado, porque las dos son orgullosas y cabezotas, pero tú Vanesa, eres peor. No sabes decir lo que sientes, en el momento en que lo sientes. Con ella, al menos, no. Te escudas en tus canciones y ya.-

-No se de que estas hablando.- Digo sin mirarla y tocando algo en la guitarra.

-¿No? ¿Debo recordarte las canciones que escribiste por ella?-

-Oye, yo no escribí ninguna canción...-

-Libres, llevabais un tiempo tratándose y te tenía loquita... "por probar un segundo tus labios, puedo ser el riesgo sin razón"- Canta. -Y Sin Saber Porque ¿qué? ¿Me lo vas a negar? La hiciste cuando fuimos a la isla y nosotros las tentábamos. No te animaste a dar el paso y ahí mismo la escribiste "parece que todos lo ven y yo sigo aquí sin saber porque... intento acercarme despacio a tu boca y allí provocar una encerrona loca, no, no lo hago bien".