Sígueme el juego

Capítulo 20

Narra Vane

-Mamá, es que las cosas no son así, ¿vale?- Digo enojada.

Llevo un rato intentando explicarle a mi madre como sucedieron los hechos, aprovecho que Malú aún duerme, así puedo hablar tranquilamente a solas, pero sigue muy enojada. Evito decirle sobre la traición de Inma, ella la aprecia mucho y además, no creo que tenga que saber los pormenores.

-Vanesa, pero te ibas a casar con Inma.-

-¿Casarme? ¿Eso te dijo ella? ¡Es una locura! No pensaba casarme, por favor, tú sabes lo que pienso de eso.-

-Ah ya vas, se nota, por eso ahora estas casada con Malú.-

-¡Que fue una confusión! ¿Cómo tengo que decírtelo para que lo entiendas?- Elevo el tono de voz.

-Mira Vanesa, puedes venirme con cualquier cuento, pero con eso no. Yo también me he casado ¿sabes? Y para casarse hay que besarse, ¿o qué? ¿Solo con miraditas hicieron los votos? Eso es porque venís involucradas de antes. Y no te atrevas a negarlo.- Sentencia señalándome con su dedo índice.

-Vale, sí, pero...-

-¿Engañar a la pobre Inmita?- Interrumpe. -No me lo esperaba de ti, Vanesa.-

-¡Pero es que yo no la engañé! ¡Joder! Sí, Malú y yo nos involucramos, pero fue luego de haber terminado con Inma, ¡luego!- Enfatizo esto último.

-Es que no lo creo, no terminas con alguien luego de tantos años y a los dos minutos te casas con alguien mas, esas cosas no pasan, Vanesa, no quieras jugar conmigo.-

Sigue hablando, no se que tantas cosas dice, es un discurso muy largo, me saca de las casillas, no se como hacerla entrar en razón, me encabrona mucho.

-¡Ya basta, mamá, por favor, no soy una niña! Quería explicarte esto, pero veo que es imposible.-

-Al menos dime, ¿la quieres?-

-¡No! No la quiero, ¿vale? ¿Por qué todos insisten con lo mismo?- Pregunto a la defensiva. -Estaba despechada, Malú estaba ahí, ¿quieres que te explique como funcionan las cosas? Por favor. Una cosa llevó a la otra y no se como, pero nos casamos. Sí, fue irresponsable, pero ¡ya! En unos días nos divorciamos y aquí no ha pasao nada.- Digo muy enojada.

Sentimos el ruido de un portazo, Gaby aparece con la cara pálida y señala hacia la puerta.

-Creo que escuchó lo que dijiste.-

-¿Qué? ¿Malú? ¡Joder!-

Narra Malú

Oigo todo lo que Vanesa dice a su madre, la frialdad con la que habla, para ella esto no significa nada, erróneamente pensé que estaban cambiando las cosas entre nosotras. Salgo de la casa dando un portazo, no me quiere, me duele y mucho.

-¡Malú!- Grita saliendo de la casa.

Corro, no la quiero escuchar, ella me sigue, me alcanza y me toma de los brazos.

-¡Suéltame! No quiero verte, déjame en paz.-

-Escúchame, por favor.-

-¡Que me dejes!- Grito.

La empujo con mucha fuerza y hago que se desestabilice, corro de nuevo hasta alcanzar un taxi, me monto en él y me alejo mientras escucho sus gritos llamándome. Una lágrima rueda por mi mejilla. Necesito estar sola, pero no se a donde ir, a algún sitio donde no me conozcan, solo se me ocurre ir al hotel de Nali, tras unos minutos llego y me anuncio.