Capítulo 33

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Narra Malú

-Pensé que estabas enojada conmigo.- Digo a Vane mientras corremos a camerinos tomadas de las manos.

-Lo estoy, muchísimo. Pero no por eso voy a dejar que mi mujer ande por los pasillos dando vueltas.-

Sonrío, me provoca ternura. Saluda a los de seguridad que están en la puerta y a los músicos ya listos, los saludo también, ellos hacen un par de bromas, alcanzo a escuchar "tu puedes jefa" antes de entrar. Soledad Rebollar, su maquilladora y la mía, la espera ya lista, junto a una asistente, corro y le doy dos besos, tengo tanta adrenalina como Vane ahora mismo. La emoción de la previa de un concierto es inigualable, y a eso, sumado todo lo que hemos pasado hoy, mucho más.

-Lo que hicieron fue estúpido, Malú.- Dice Vane mientras se quita su camiseta.

-Ya lo sé, amor, pero es que no se nos ocurrió nada más.- Digo tomando una camiseta blanca de tirantes, que me encanta como le queda y se la paso.

-Correr de la policía, por Dios, que locura.- Resopla. Se quita los jeans y se pone unos pantalones de cuero.

-¡Que no corrimos de la policía, ya lo explicamos!- Grito a la distancia buscando sus botas de tacón negras.

-Vale, así no haya sido eso, correr de esa manera en el coche es una completa locura.- Dice poniéndose las botas.

-Oye, tampoco reproches tanto que tu y yo huimos también de la policía.- Remarco mientras me pongo a su espalda y la peino.

-Ya, pero íbamos a pie, Malú y ¡no teníamos niños con nosotros!- Dice elevando la voz. -Estrella estaba con vosotras. Mira si le pasaba algo.-

-Bueno, si, es cierto. A ver, quita.- Digo tomando maquillaje y sentándome a horcadas sobre ella. -Déjame a mí.-

-Y si Paulina está embarazada ¿te das cuenta? Pudo haber perdido al bebé.- Agrega muy enojada. Tiene los ojos cerrados porque se los maquillo y sus manos en mi cintura.

-No hables que voy a pintarte los labios.- Demando.

-¿Y si te hubiese pasado algo a ti?- Pregunta abriendo los ojos y mirándome fijo. -¿Has pensado en eso? ¿Qué hago yo?-

Me quedo muda, se me forma un nudo en la garganta, me acerca a ella y me besa.

-No vuelvas a correr así ¿vale? No sin mi.- Dice sonriendo.

-Bueno, ha sido un gran trabajo ¿no?- Interrumpe Soledad con las cosas en la mano.

-El mejor que hemos hecho hasta ahora.- Agrega María, su asistente.

Vane y yo empezamos a reír, nos olvidamos completamente de ellas, se quedaron paradas a un lado observándonos, ya que ni tiempo les dimos, lo hicimos todo en un par de minutos. Me pongo roja y me bajo de las piernas de Vane, ella me toma de la cintura, besa mi frente, mira a Soledad y se encoje de hombros.

-Ya era hora chicas, de verdad. Todo esto, es algo que debió haber pasado hace mucho.- Dice Soledad sonriendo.

-Vane, es hora.- Avisa Ana.

-Vale ¿vamos?- Pregunta estirando su mano para que la coja. -Te quiero al lado del escenario.-

Sonrío, le paso su chaqueta y tomo su mano. El grupo la espera en el pasillo para cumplir con la tradición, se unen en el centro con su manos juntas, me quedo a un costado pero se giran y me miran "la esposa también" dice un de los músicos, Vane asiente, me acerco, uno mis manos y todos gritamos "Munay".

Narra Vane

El concierto es sensacional y mucho mas con ella a mi lado, muero por besarla cada vez que voy tras bambalinas, pero hay mucha gente extra en el lugar, no puedo hacerlo. Ella me mira emocionada y hasta llora en algunas canciones, es increíble lo que me provoca saber que la tengo ahí, me siento sumamente libre.

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