Capítulo 30

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Narra Vane

-Oye, ¿a ti que te pasa? Con Nali digo.- Pregunto a Ana.

-¿A mi? ¿Por qué lo dices?-

-Deja de hacerte la tonta, sabes a lo que me refiero, la tratas como perro desde que la conoces.-

-No es cierto, es solo que se como son las de su clase ¿sabes? Unas presumidas porque tienen dinero y conocen a todo el mundo, se creen la gran cosa y no son mas que sonrisas falsas.- Dice seria mirando hacia donde está Nali.

-Pero ella no es una sonrisa falsa, todo lo contrario y bien que te has preocupado al verla herida.- Le doy un pequeño empujón con el hombro.

Narra Malú

-Oye, tienes un par de ojos encima.- Susurro a Nali mientras recojo las últimas cosas.

-¿Qué le pasa, eh? ¿Tiene mal de amores o qué? Yo no le hecho nada y me odia.- Dice mirando hacia donde Ana está.

-Yo creo que en realidad le gustas.-

-Ay ya, deja de decir tonterías, esa tía me detesta. Es más, ahora mismo seguro hace un conjuro en mi contra.- Dice en voz baja y ríe.

-Es que, como ella está enamorada, ve a todos enamorados.- Comenta Sol. -Nunca pensé que te vería así de loca, amiga mía, de verdad.-

Narra Vane

-Igual y creo que es mejor que esta noche no durmáis en la misma casa, solo eso.- Dice Sol a Malú mientras se acercan a nosotras.

-¿Cómo que no? ¿De qué hablas?- Pregunto dudosa.

-Solo por precaución, por si la prensa espera afuera.- Agrega Sol.

-Es que es nuestra noche de bodas.- Interrumpo y todas se quedan en silencio mirando. -Bueno, anoche fue la fiesta, hoy la noche de bodas, no podéis separarnos.- Digo riendo.

-Ay Vanesa, no seas tonta. Además, mañana vamos a Valladolid, puedes quedarte esta noche en mi casa.- Dice Ana.

-No, no, no, no me separen de mi malagueña.- Dice Malú con voz de peque, abrazándome.

-Ya, déjenlas que el casado casa quiere. Pueden usar mi camioneta, mi chofer las lleva, nadie las va a reconocer así.- Sugiere Nali. -Déjalas, señora antipática, mas vale, ven y ayúdame a caminar.-

-Yo ¿por qué?- Pregunta Ana cruzándose de brazos.

-Pues tú te la das de enfermera ¿no? Ayúdame, anda.-

Nali hace seña con la mano, Ana la mira horrible, pero se acomoda a su lado y deja que Nali se sostenga por ella, en verdad, está muy adolorida, los golpes no solo fueron en la cara.

-Oye, no me gusta nada eso, ¿cuándo harás que un médico te revise?- Pregunto preocupada.

-Estoy bien, ustedes preocúpense por su noche de boda.- Responde guiñando un ojo.

-Igual y deberías hacer control de todas tus empleadas. Primero Gaby, ahora Pau, mírala, no ha dejado de vomitar.- Dice Malú señalando a Pau que ha entrado por décima vez al baño.

Narra Malú

Llegamos a mi casa, afortunadamente, no hay miembros de la prensa, al menos no a la vista. Una vez que pasamos los muros, ya estamos tranquilas, no tienen forma de ver el interior del patio.

-¡Alto!- Grita Vane en la puerta de la casa.

-¡¿Qué?! Idiota, me asustaste.- Digo con una mano en el corazón.

-Es que, si anoche fue nuestra fiesta de boda, hoy vamos a celebrar nuestra noche de bodas o día o lo que sea.- Dice poniendo una mano en mi trasero. -Entonces hoy sería, algo así, como nuestro primer día de casadas.-

-Ay Vane, explícate que no entiendo nada.-

-Hacemos como que empezamos de cero ¿no? Y entramos por primera vez en nuestra casa.- Eleva ambas cejas, sonríe, se acerca y me carga en brazos.

-Ay, mi vida, te adoro.- Grito y la beso.

Abrimos la puerta, el zoo completo viene y empieza a saltar, Vane los esquiva como puede conmigo en brazos, hasta Chanelo parece hacernos a propósito y salta sobre mi, yo río tentada y Vane parece que está en una película de misión imposible. Como puede, llegamos a la habitación y me tira en la cama.

-Ya, todo el mundo pa afuera.- Dice al zoo y cierra la puerta. -Eso ha sido estresante.- Agrega dándose aire con la mano.

-¿Te dio calor? Puedes quitarte la ropa.- Digo mordiéndome el labio. -Pero hazlo lento, malagueña, que quiero disfrutarte.-

Ella sonríe y levanta una ceja, yo empiezo a tararear una canción mientras se va quitando despacio cada una de sus prendas y con cada prenda que se cae de su cuerpo, crecen las ansias de hacerla mía, me enciende increíblemente. Cuando solo queda una prenda, esa que me separa del delirio absoluto, la detengo, me acerco y comienzo a besar sus pechos, luego su vientre, lentamente, hasta llegar a ese rincón. Me gusta hacer esto, siempre es ella quien domina el juego, pero esta vez es mi turno y se que esto la vuelve sumamente loca y ahora que es mi mujer con todas las letras, quiero volverla loca todos los días.

Quito esa prenda con mis dientes y muy lentamente empiezo a atacar su intimidad mientras observo como va perdiendo los estribos desde mi lugar privilegiado.

Narra Vane

Estoy haciendo mis maletas para ir a Valladolid mientras pienso en el día de ayer, no se cuantas veces hicimos el amor, fue un delirio absoluto, todavía no puedo creer lo feliz que soy. Siento música desde la cocina, Malú debe estar haciendo el desayuno, se despertó temprano y salió a comprar algunas cosas, voy a la cocina, ella baila al ritmo de la música, salsa en la voz de Marc Anthony. Me encanta verla bailar.

-¿Te desperté? Uy, lo siento, amor. No me percaté de lo fuerte que está la música.-

-¿Bromeas? No, no, si no está lo suficientemente fuerte.- Digo acercándome y tomándola de la cintura para bailar.

Bailamos un tema tras otro, poco más y se nos quema el desayuno, mis manos pasan de su cintura a su trasero, y ella me muerde al dos por tres el hombro.

-Oye, si puedo darte algunas clases, eres bastante madera, amor.- Dice riendo.

-No bailo mal.- Protesto.

-Bueno sí, pero podrías mejorar un poquito. No quiero decir que eres pésima, pero...- Responde besándome.

-Óyeme, pero si se llevarte. Aunque, pensándolo bien, podrías darme unas clasecitas, ya sabes, para futuras compañeras de baile.- Digo tentándola.

-¡Pero si eres excelente, amor, no necesitas clases, mejor te quedas así!- Se cuelga de mi hombro.

Me río por su cambio repentino y la beso. Suena el timbre, vamos a atender, es Francis que llega muy acelerado.

-Óyeme, óyeme, ¿a ti que te pasa?- Pregunto asustada.

-No me digas ¿vamos a ser tías?- Cuestiona Malú emocionada.

-No, que tías, ni que tías... por suerte no.- Responde riendo. -Es que lo olvidé Vane, ¿puedes creerlo? Lo olvidé.- Dice serio caminado de un lado al otro.

-¿Qué? ¿Qué olvidaste? Joder.-

-Que mañana es el cumpleaños de Gaby y nosotros nos vamos para Valladolid. Ni regalo le he comprao.-

-No puede ser, ¿Francisco Javier Martín Mata preocupado por el cumpleaños de la novia?- Pregunto riendo.

-Ya, que esto es serio tonta.- Protesta. -Quisiera darle una sorpresa. Algo bonito.-

-Pues se soluciona, cuñado.- Dice Malú cruzando un brazo por el hombro de Francis. -Tenemos los medios, tenemos los contactos ¿quieres darle una sorpresa bonita? Recuerda que tenemos lo más importante... los amigos mas locos de la tierra.-

-¡Venga! ¡A por el cumple de Gaby!-

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