Shy

Capítulo 34: Noticias reveladoras.

— ¿Lo has pensado detenidamente? —cuestiona seriamente, sus codos están apoyados en sus rodillas y sus manos se entrelazan.

— Lo he hecho —confirmo cerrando un segundo mis ojos y a lo lejos escucho como comienzan a buscar a Louis para el concierto.

Un suspiro pesado sale de sus labios, sus manos frotan sus ojos con algo de frustración, pero sé que no es porque el concierto a punto de iniciar.

Es por mi decisión.

— ¿Has considerado las demás posibilidades? Quizá ellos no tenían la intención de decir eso.

Aprieto los labios y agacho un poco mi cabeza, negándome a recordar ese momento oscuro.

— Lo escuché.

— Si, pero había interferencias, las palabras pueden significar distintas cosas. ¿En serio crees que ellos sienten rencor? Yo no lo hago, eres su hija, Edine.

— Pero puedo sentirlo, Louis. Su voz era diferente —murmuro perdiéndome en mis pensamientos y fijando mis ojos en la mesa de madera.

— Claro que era diferente, ¿Quién se mantendría estoico ante la noticia de que su hija está viva? Por favor... Piénsalo bien —suplica lentamente y me hace verlo directamente.

— Ya lo hice, y no estoy dejando que mis sentimientos cieguen mi juicio. Quiero hacer esto, Louis. Creo que es lo mejor, lo correcto.

Otro suspiro sale, se queda quieto, seleccionando sus siguientes palabras.

— ¿Has hablando con April?

Dudando un poco asiento. La verdad era que ella me apoyaba, sin embargo, sus expresiones decían otra cosa. Pero al final; esto depende sólo de mí.

— Quiero comprar un departamento en Londres.

Los ojos de Louis se abren exponencialmente, quizá por mi voz firme o porque la simple declaración deja a cualquiera en blanco. Y lo entiendo, desde que llegue aquí había dejado claro mi objetivo, el cual era conocido por casi todos, hasta por Victoire, pero ahora, al cambiar súbitamente de planes es entendible obtener este tipo de reacciones.

¿Qué le paso a la Edine que lo único que quería era ver a su familia? Fácil, se ha esfumado justo en el momento en que salió de Tobermory, yo misma destruí todo.

— Edine, ¿No es algo apresurado? —dice con tono cauteloso.

— Es lo correcto —murmuro— Hacer acto de presencia en aquel lugar que llamé hogar sólo podría interpretarse como un insulto. No quiero eso, sólo deseo que ellos estén bien, y creo que al verme la felicidad será el último sentimiento en la lista.

— No puedes decir eso a menos que ya lo hayas hecho.

— Louis... —digo cansada de escuchar la frase.

— Quizá no sea el mejor ejemplo, pero estando a poco de convertirme en padre; sí mi hijo desapareciera lo único que desearía es volver a verlo, tenerlo en mis brazos sano y salvo y prometer velar por su cuidado con todo lo que soy. Escucha, Edine... —se remueve un poco para alcanzar mis manos, sostenerlas entre las suyas y apretarlas levemente— Un hijo es lo más preciado que alguien puede tener, y tengo entendido que eres hija única, dime ahora... ¿Serías feliz sí te enterarás que tu hija decide no volver nunca, sólo para garantizar tu bienestar? —pregunta con sus ojos zarcos inundados de incertidumbre e intenso sentir.

Un nudo se forma inevitablemente en mi garganta y al querer alejarme lo más pronto posible de él; sólo provoco que su agarre se aferre más a mis manos. Me hace tranquilizarme, su mirada se ha vuelto más azul, demasiado, y supongo que se debe a que esto se ha vuelto personal para él también, algo que buscaba evitar.