Capítulo 68: Vie brisée.

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Gwendolyn carcajea cuando Boggie lame frenéticamente su mano al estar llena de puré de manzana y tomo una foto del momento, después limpio el rastro y tomo a Boggie para llevarlo a dónde se encuentra su comida pero ella rápidamente se opone con un balbuceo y me mira triste. Vuelvo a ponerlo a su lado y las risas regresan, el cachorro mueve su colita felizmente mientras juegan con un peluche de zanahoria. Parece que ya son mejores amigos.

Escucho a mamá suspirar detrás de mí y me sonríe relajada después de su baño, necesitaba un tiempo para ella misma. Se sienta a su lado y observa como juega con el cachorro.

Minutos después papá aparece comiendo una galleta y sacude las migajas de su camisa de franela en cuanto recibe una acusadora mirada por parte de su esposa. Retengo una risa por esa escena y alcanzo un abrigo afelpado para ponérselo a Gwendolyn y de esa forma anunciar que ya era hora de salir al estar todos listos. Le doy una última mirada a Boggie y le pido que cuide la casa mientras no estamos, él sólo ladra en respuesta y se acuesta en la alfombra para seguir jugando con el peluche. Era su forma de hacer guardia, tan sólo tiene tres meses pero hacía un buen trabajo.

Los cuatro salimos a paso rápido y tomamos un taxi para llegar al punto de encuentro en media hora.

Busco entre toda la gente a April y cuando identifico su cabellera rubia pálida sonrío en grande ya que ella también estaba buscándome y cuando nuestras miradas se encuentran nos acercamos a paso rápido.

— Hola, linda —saluda alegre, característico de ella y la abrazo efusivamente.

— Siempre me alegra verlos —murmuro viendo a Reggie también y él me sonríe antes de hablar.

— Para nosotros es un gusto —besa mi mejilla— Te habíamos extrañado.

— Y yo a ustedes —digo honestamente y me giro segundos después para llamar a mis padres— April, Reggie, quiero presentarles a...

— Hola —dice mamá sonriente y April se acerca hasta ella para abrazarse como si se conocieran de muchos años— Estoy muy feliz de conocerla finalmente.

— Digo lo mismo. Es muy linda como su hija —le sonríe cariñosamente y mamá parece conmovida mientras la halaga igualmente.

— Él es mi esposo, Calem —presenta y papá se acerca con Gwendolyn.

— Un placer —estrechan sus manos amistosamente— Reggie ven acá.

— Señores Mórozov por fin, ¿Cómo están? —saluda propio y los cuatro sonríen.

— Muy bien. Anhelábamos poder verlos personalmente. Les debemos mucho.

Ellos niegan rápidamente pero mamá asiente con una mirada agradecida antes de hablar.

— Gracias sinceras por todo lo que hicieron. Jamás podremos agradecerles lo suficiente pero deben saber que, de todo corazón, estamos para ustedes en lo que necesiten así como estuvieron para nuestra pequeña —me mira con una leve sonrisa y regresa a ellos.

— Oh, querida, no fue nada, no nos deben absolutamente nada, todo lo hicimos porque queremos a Edine —dice April y puedo notar que su voz es un poco frágil. Sus ojos celestes tienen un resplandor que me hace sentir cobijada.

— Apreciamos mucho a Edine, entró a nuestras vidas para brindarnos muchas sonrisas y la recompensa es verlos juntos nuevamente. Nada igualará la felicidad de saber que están completos —dice Reggie y eso me conmueve.

A todos, en realidad. Hasta Gwendolyn estaba pendiente de sus palabras mientras chupaba su mano.

— Muchas gracias —dijo papá y April se acercó para poner una mano en su hombro para transmitir que no era necesario— Creo estaremos diciéndolo todo el día, esperamos no molestar.

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