Me encontré con la penumbra de la habitación en cuanto abrí los ojos. Un quejido suave acarició mi garganta y estiré lentamente los brazos por el espacio de la cama para despabilarme.
El sonido de la alarma hacía eco en mi cabeza, pero no fue hasta que escuché un gruñido a mi lado que recobré completamente la conciencia.
Y la incredulidad me embargó estrepitosamente.
Sin pensarlo mucho encendí la lámpara que se encontraba en la mesa de noche y su luz tenue me enseñó cómo Harry se incorporaba perezosamente en el sofá. Se quedó un rato mirando la alfombra, y yo solo observaba atenta como su cabello estaba hecho un desastre. Sin embargo, en cuanto sus ojos encontraron los míos pude descifrar las emociones que surcaron en su iris con extraña seguridad.
Él también pensó que había sido un sueño.
Me senté en la orilla de la cama, sin dejar de mirarlo y ofreciendo una nerviosa sonrisa sellada.
— Hola —mi voz salió débil, pero alcanzó a escucharse porque pronto sus labios se curvaron en un gentil gesto.
— Buenos días —habló roncamente y pasó una mano por su cabello. Soltó un suspiro tembloroso y desvío la mirada un segundo antes de volver hablar— ¿Dormiste bien?
Apreté los labios, me abracé a mí misma y asentí delicadamente: — ¿Y tú? Creo que fue injusto el haberme quedado con la cama.
Una risa corta se escapó de sus labios y volvió a rastrillar su cabello.
— El sofá es suave, pero dormir con traje no es cómodo—mis ojos se percataron de su arrugada vestimenta entonces. Claramente ambos caímos exhaustos después de un inesperado encuentro y no le dimos importancia a detalles básicos antes de cerrar los ojos— Aun así, creo que tengo la energía suficiente para tomar una ducha antes de irnos.
Se puso de pie y comenzó a sacar ropa limpia de su maleta. Mientras que yo solo me hundí en pensamientos, a pesar de estar en una madrugada fría, con los ojos hinchados y una presión en el corazón.
¿Es correcto aceptar ir con él? ¿Es bueno para nuestra recién sanada interacción? ¿Es siquiera una decisión racional? ¿O un resultado ante la sensibilidad del momento?
— Edine —me llamó tímidamente, posándose frente a mí con prendas en mano. Sus ojos, aunque reflejando cansancio, estaban escudriñando mis facciones para lograr entender que sucedía en mi interior.
— ¿Sí?
— ¿Hay algo que te moleste? Estás un poco distraída.
Muerdo el interior de mi mejilla y sacudo lentamente mi cabeza. Lleno livianamente mis pulmones con aire y después exhalo con parsimonia.
— No, es solo que... Me siento nerviosa con todo esto —confieso consternada y al notar su expresión angustiada decido aclararme— Quiero decir, estoy feliz de que hayamos podido solucionar nuestros asuntos, pero no sé sí...
— Sí estás lista para estar conmigo —completó sabiamente, descifrando finalmente mis cavilaciones— a solas.
Avalo su comentario con un asentimiento y él suspira con resignación antes de sentarse a mi lado, respetando cierta distancia que encontré cómoda y cálida.
— Después de un largo tiempo estando separados es extraño que ahora estemos frente al otro —lleve un mechón de cabello detrás de mí oreja— Pero, no lo niego, la sensación de poder convivir juntos de nuevo... Es muy agradable. Tan solo pienso que cambiar el rumbo súbitamente puede tener consecuencias. Tal como estar en el tour, ¿Crees que sea lo mejor para nosotros?
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Shy
Fanfiction[ SIN EDITAR ] ¿Qué sucede cuándo un célebre cantante y una joven quebrantada se cautivan con la simple presencia del otro? Honoré de Balzac dijo alguna vez; «Puede uno amar sin ser feliz, puede uno ser feliz sin amar... Pero amar y ser feliz es al...