Capítulo 37: Cálido refugio.

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Observo a través de la ventana y poco a poco mi ceño se frunce debido a lo que está sucediendo, en la situación que nos encontramos protagonizando.

Mis manos están inquietas jugando con un botón flojo de mi cárdigan y he carraspeado cuatro veces en menos de un minuto.

Quería hacerlo, no lo dudé demasiado antes de decir sí a la propuesta que ellos habían dado hace tan sólo unas horas.

Sin embargo, una molestia en mi pecho no me dejaba disfrutar la idea y fantasía de un nuevo comienzo, no me dejaba disfrutar el momento.

— Lo último que quiero es que Tanner se enfade con ustedes —murmuro lentamente por sobre la emisora de radio.

Ambos intercambian miradas un segundo para luego volver su atención a la autopista.

— Él no es problema —dice Harry extrañamente serio mientras sujeta el volante con firmeza.

— No quiero que las fans perturben su día libre —digo con una mueca inevitable y entonces Liam se gira a verme.

— Preocúpate sólo por lo que venimos, nada más importa.

— Eso sonó algo rudo, Liam —observa Harry y el mencionado suspira.

Me da una mirada serena y amigable.

— Me refiero a que en esos aspectos todo está bajo control... Sí te sirve para calmar tus nervios; nadie más que los necesarios saben dónde estamos, fuimos meticulosos.

Asiento sin mucha convicción.

Los ojos olivinos de Harry conectan con los míos a través del espejo retrovisor y le doy una leve sonrisa que responde con un desviamiento repentino. Mi gesto cae con amargura.

Él ha estado extraño desde la mañana.

Aclaro mi garganta y aparto un mechón de cabello de mi rostro.

— En ese caso; les agradezco que me acompañen en esto, sinceramente no sé mucho acerca del tema de compra de propiedades y... —suelto una risita nerviosa— Gracias chicos.

— Hemos seleccionado algunos departamentos que probablemente podrían gustarte. Bueno, en realidad fue obra de Christina, ella nos ha ayudado a encontrar lugares increíbles en Londres, New York o Los Ángeles, cumpliendo con las más excéntricas exigencias de seguridad o modernidad. Es una buena agente y es de fiar, así que esto podría ser más fácil.

Sonrío leve ante las palabras del castaño y miro a Harry un segundo; neutro, concentrado, tenso de hombros y manos, mirada clavada al frente y un ceño fruncido en muchas preguntas, parecía estar realmente consternado, tanto que el verde característico carece de brillo.

El ambiente queda en silencio, la radio ayuda con una canción contemporánea y entonces me preparo para un largo viaje.

●●●

Escucho como la puerta de la Range Rover se cierra y seguido de eso la alarma es activada por Harry.

— ¿Te gusta? —pregunta Liam mientras observo el tercer departamento en el día.

Me giro a verlo y estoy lista para darle mi respuesta cuando el rizado se aclara la garganta y se pone al lado de su amigo.

— Deja que vea el interior antes, Liam. En los dos anteriores no habíamos bajado siquiera y ya estabas preguntándole sí lo compraría —le reprocha sutilmente y tomo aire incómodamente cuando Liam se sonroja.

— No quiero presionarte, lo lamento.

Niego rápidamente.

— No es nada, Payno, está bien... La fachada es linda y me gustan los árboles abundantes en el vecindario. Parece ser tranquilo —sonrió con nostalgia cuando los campos de Tobermory invaden mis pensamientos— Parece ser lo mío.

ShyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora