Capítulo 71: Imprevisible estupor.

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Camino con tranquilidad por las oscuras calles que me llevarían hasta una parada de taxis. En el transcurso paso por un quiosco de periódicos y lo que mi vista capta con facilidad es su rostro impreso en toda una fila de revistas. Sonrío gratamente, al momento en que salieron oficialmente todo el mundo enloqueció y cada copia se evaporó en cuestión de minutos, saturaron todo con tal de ver las imágenes exclusivas que Harry Styles se encargó de crear. Y todo eso fue hace tan sólo una semana.

Elevo mi brazo para hacer una seña al taxista y segundos después ya estoy en camino para poder arreglarme y asistir a la fiesta de lanzamiento de Another Man en Albert's Club.

[7:23 p.m.]: Estoy por llegar.

Le escribo a Harry y después veo un mensaje de April.

[6:45 p.m.]: Diviértete hoy, linda. Ríe, baila y canta porque cuando vengas nos dedicaremos a desconectarnos de la tecnología y sí, ni siquiera un reloj estará permitido.

Me río en silencio. Habíamos acordado ir acampar a un bosque que ellos conocían, estaríamos una semana disfrutando únicamente de la compañía y buena comida ya que se irían a conocer Vancouver como celebración a su boda de jade, conmemorando los 38 años que llevan de casados.

Ciertamente es mucho tiempo, pero la verdad es que ambos seguían viéndose enamorados.

[7:25 p.m.] Harry: Dime qué vestido llevarás para que escoja mi traje.

Sonrío tontamente con su mensaje.

[7:25 p.m.]: Zuhair Murad, rosa malva.

Envío el mensaje y me dispongo a ver por la ventana como todos disfrutan de la noche. Diez minutos más tarde ya estoy abriendo la puerta y subiendo los escalones de madera para encontrarlo de espaldas mientras se pone una camisa blanca que, por cierto, no abotona por completo. Gracias.

— Hola —saludo despojándome de mi abrigo y soltando mi cabello.

— Hola, tú —sonrío con eso y me acerco para dejar un beso en su mejilla— ¿Qué opinas?

Me muestra su traje y da una pequeña vuelta sobre su eje. Llevo una mano a mí mentón y asiento lentamente viéndolo de arriba hacia abajo.

— Me encanta, ¿Acaso es de Dior?

Sus hoyuelos aparecen.

— Has aprendido muy rápido.

Me río.

— Tengo al mejor maestro —le guiño y me acerco a la cama dónde él ya se había encargado de dejar el vestido y las zapatillas listas.

— Si, así es —se encoje de hombros y empiezo a quitarme la ropa— Sabes que debemos llegar temprano, cariño.

Ruedo los ojos y deslizo la suave tela del vestido en mi cuerpo, apegándose delicadamente y luciéndose por sí mismo. Acomodo mi cabello y me vuelvo a acercar a él, le doy la espalda y sus manos comienzan a subir el cierre con intencionada lentitud.

— Harry, acabas de decir que debemos llegar temprano. Eres la razón de la fiesta.

Suelta una delgada risa.

— Deja que mi mente guarde este momento —su respiración pronto está alojada en mi cuello y retengo un suspiro cuando sus manos abrazan por completo mi cintura.

— Mejor nos apuremos.

— No rompas la atmósfera, Yvaine.

Vuelvo a rodar los ojos y con algo de forcejeo me separo de sus brazos.

ShyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora