Siento como mi cabello roza mi rostro y luego sus dedos se deslizan delicadamente por mi mejilla hasta llegar a mi mentón. Abro los ojos con algo de esfuerzo y la superferolítica luz del sol juega con los reflejos de sus ojos verdes, volviéndolos de color miel y resaltando los pequeños detalles cafés en el centro. Sonrío tenuemente, su mano viajando por mi cintura cubierta con su playera blanca de los Rolling Stones.
Su expresión es pacífica, pero sus ojos están más vivos que nunca, lo que me pone aún más expectante. Saco mi mano de debajo de la almohada y la coloco en su mejilla igualmente. Sintiendo como su barba de tres días picaba en mi palma y dedos. La muevo un poco, brindando unas torpes caricias qué me hacían recordar una irreal y trascendente noche que había sucedido hace una semana y jamás me había sentido tan dichosa.
— Tengo hambre —digo en un susurro ronco y, al fin, una sonrisa relajada y lánguida se presenta en su rostro.
— Si, buenos días —susurra con expresión divertida y mis labios se estiran para revelar una corta risa.
Su mano me estrecha de manera que me acerca hasta él en un sólo movimiento y sus labios juegan con los míos como una peculiar y adictiva costumbre mañanera que hemos adoptado en éstos días. Sonrío en medio del gesto ante mis recientes pensamientos, contagiándolo con la extraña alegría que alberga mi cuerpo últimamente y dejo reposar mi mano sobre su barco tatuado.
— ¿Waffles? —cuestiona una vez separados.
Lo medito un segundo y asiento: — ¿Tienes los ingredientes para hacerlos? Realmente no me agrada comer los que vienen congelados.
Rueda los ojos y sonríe: — Eso creo.
Sonrío, me impulso para sentarme en la cama y estirar los brazos para alejar el sueño de mi cuerpo. Su mano viaja hasta mi espalda baja, provocando un escalofrío rápido y segundos después estoy debajo de él.
— ¿No tienes una entrevista de radio en una hora? —le recuerdo.
— La cancelé anoche.
— ¿Por qué? —pregunto pasmada.
— Creo que ya conoces la razón —besa mi nariz y su cabello crea una cortina sobre nosotros— Simplemente me quiero quedar contigo.
— Eres tan consentidor —digo sarcástica y reímos— Vamos, tenemos que levantarnos.
Sus ojos destellan en un conocido brío y sus labios pronto se encuentran sobre mi cuello.
— Yo creo que no...
●●●
Una larga carcajada acaricia mis labios en el momento que todo su cabello mojado cubre su rostro. El clima es fresco, el sol calienta nuestra piel con algo de intensidad y el agua cristalina de la piscina se siente maravillosa. Me acerco hasta él en unos segundos y enrollo mis piernas en su torso, lo ayudo a apartar todo su cabello mientras sus manos sostienen mis muslos y seguidamente me inclino para besar sus labios mojados.
La idea de darnos un tiempo en el agua había sido simplemente una broma en el desayuno, comenté que ver la piscina en el jardín provocaba ganas de disfrutarla. Aquello fue como una especie de orden, pues en un parpadeo tiraba de mi mano para ir hasta ella. Sí, con todo y pijama que poco a poco fue despojada de nuestros cuerpos, quedando simplemente en ropa interior, lo que antes podría incomodarme; ahora me permitía sentir su tersa piel de sus brazos y espalda. Y me encantaba en demasía.
Además, cabe mencionar que sus tatuajes lucían prodigiosos debajo del agua.
— He audicionado para una película —suelta de repente y mis dedos dejan de jugar con el crucifijo que cuelga de su cuello.
— ¿Qué? —susurro con ojos sorprendidos.
Harry era una persona talentosa e inquieta, el descanso para él simplemente fue de un par de semanas y sabía que le frustraba no hacer nada en mucho tiempo, tenía que mantener su mente ocupada en algo.
— Sí, audicioné —asiente con los labios apretados y mira hacia un lado— Christopher Nolan será el director.
Ahora estaba completamente conmocionada.
— No puedo creerlo, Harry. ¡Es fantástico! —exclamo emocionada por él y enredo mis brazos en su cuello.
Una sonrisa muy pequeña aparece en sus labios y asiente.
— Pienso lo mismo. Sin embargo, no estoy seguro sí lo haré bien...
— Claro que puedes hacerlo —le corto y él rueda los ojos.
— No me dejaste terminar —sonreímos a la par y asiento para que continúe— No estoy seguro sí lo haré bien porque esa no es mi zona, sé que es una enorme oportunidad que jamás podría desperdiciar y, sinceramente, actuar siempre ha despertado curiosidad en mí durante mucho tiempo. Sin embargo, en las audiciones había personas más capacitadas, tienen experiencia en ello y yo... Bueno, todos piensan que por pertenecer a una banda tendré acceso directo —se encoje de hombros— Es una película demasiado demandante, severa y compleja, necesitaré un entrenamiento rígido y... ni siquiera sé si lograré ser parte del equipo.
Baja la mirada. Saco mi mano del agua y toco su mejilla, llamando su atención.
— Si hay algo que he aprendido de ti es que uno nunca debe darse por vencido o ser negativo. Así qué mentaliza el hecho de que eres capaz de hacer eso y muchas cosas más. Creo en ti porque sé qué eres perseverante, cuándo quieres algo no te detienes hasta conseguirlo. Y eso es lo más importante. Si no te aceptan entonces tendrán que entender que han descuidado un gran potencial, un gran chico... Una gran persona —termino mi discurso con una leve sonrisa y la manera en la que me mira calienta mi corazón.
Me río nerviosamente y él parece estar analizado mis palabras todavía
— Esa fue la mejor plática motivacional que he recibido... Gracias.
Carcajeamos y él, en un parpadeo, atrapa mis labios con avidez, caminando hasta el centro de la piscina y sumergiéndose lentamente, el agua alcanzando nuestros cuellos y tengo que retener la respiración una vez que la siento llegar hasta nuestros labios.
Así quedamos bajo el agua sin despegarnos y moviendo nuestros labios un poco más lento. Puedo sentir las burbujas de aire acariciando mi piel, cómo se escapan de nuestras bocas y llegan hasta la superficie. Puedo sentir sus manos sujetándome con firmeza. Puedo sentir cómo este amor se expande en cada rincón, puedo sentir qué el haberme enamorado de él fue la mejor (y hasta ahora única) decisión que he tomado, y soy consciente desde ahora que el amor que él profesa es inigualable, incomparable e increíble. Pues en sus brazos me encuentro más allá de un estado ilógico, me encuentro compartiendo sus sueños, mirando en la misma dirección y deseando su felicidad.
Nos impulsamos hacía arriba cuando la respiración se vuelve pesada y necesaria. Ambos con los rostros mojados, los labios colorados y el cabello pegado a nuestra piel; le observo con calma.
Había algo que mi padre decía en el aniversario con mi madre, y aunque aquello me parecía algo fantasioso y sobrevalorado, justo ahora, tendiendo a Harry frente a mí, me doy cuenta que la razón está impregnada en cada letra y qué quizá sólo cobraba sentido al hallarlo.
Lo había hecho y en lo que resta de esta vida me aseguraría de no perderle. A pesar de haber creído que lo tenía antes junto a Philip, en este instante sonrío por haber sido tan ciega.
Algunos dicen que nuestro destino está conectado a la tierra, que es parte de nosotros como nosotros de ella, otros dicen que el destino está entretejido como una tela, entrelazando el destino de uno con el de muchos otros, es aquello que más buscamos o luchamos por cambiar, algunos nunca lo encuentran, pero hay otros que son guiados a él.
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Shy
Fanfiction[ SIN EDITAR ] ¿Qué sucede cuándo un célebre cantante y una joven quebrantada se cautivan con la simple presencia del otro? Honoré de Balzac dijo alguna vez; «Puede uno amar sin ser feliz, puede uno ser feliz sin amar... Pero amar y ser feliz es al...