Termino de rellenar los documentos pendientes y procedo a levantarme de la mesa como todos los demás. Nos despedimos cordialmente y tomo mi bolsa de mano para dirigirme hasta el elevador dónde otras tres personas ya estaban adentro.
Suelto un pequeño suspiro al saber que el trabajo ha terminado por hoy y que podré recuperar horas de sueño antes de viajar. Reviso la hora en el reloj de muñeca y procedo a sacar mi celular para mensajear a Julian.
[07:53 p.m.]: El contrato ha sido cerrado. Te enviaré por correo la parte que he avanzado de la canción y dime qué te parece.
[7:54 p.m.] Julian: Entendido.
Después de eso, simplemente espero a que el elevador se detenga en la planta baja para ir hasta los taxis que esperaban afuera.
[7:56 p.m.] Julian: Por cierto, ¿Cómo estás? ¿Qué hay de Louis? No me he podido comunicar... Lo siento muchísimo por él. Realmente.
Recibo justo cuando abro la puerta del auto y me introduzco. Estoy a punto de teclear cuando vuelvo a sentir como un nudo en mi garganta se forma; tal como en la noche del 7 de diciembre en la que él llamó diciéndome la desgarradora noticia que todos temían... Pero, desgraciadamente, se debía afrontar.
[7:56 p.m.]: Todos lo hacemos, Julian. La vida suele no ser justa.
Envío mientras mantengo a raya mis emociones y le doy la dirección al chófer con la mirada perdida en algún lugar.
Porque, aparentemente, la vida es arrebatada de las buenas personas.
(...)
La alarma resuena justo en mi oído derecho y me sobresalto ligeramente antes de detenerla y sentarme en el borde de la cama.
Muy por el contrario, las horas de sueño no me devolvieron la energía que esperaba. Se resalta la palidez de mi rostro y considero por varios minutos el meterme a bañar cuando las mañanas comúnmente son heladas. Sin embargo, tomo unas toallas y calculo el tiempo antes de encerrarme en el baño y darme una ducha de seis minutos.
Con el cabello húmedo y mis dientes tiritando me visto con unos jeans negros y una camisa blanca que era cubierta por un grueso abrigo del mismo color. Me calzo unas zapatillas de tacón bajo y cuando creo que estoy lista para salir mi reflejo es atrapado por el espejo, haciéndome detener bruscamente.
Hago una mueca por lo decaída que luzco. El baño no funcionó tampoco. La última solución era usar maquillaje, no tenía demasiados productos pero sí los necesarios para estar más presentable. Tenía lo justo para cubrir esos largos desvelos por estar trabajando nuevamente y esconder el rastro de las lágrimas.
Estamos casi a la mitad de diciembre y el espíritu navideño estaba casi marchito.
Pero eso no detuvo a Louis. Claro que no. Porque le hizo una promesa a su madre y la iba a cumplir pase lo que pase. Por más que se le aconsejó, por más que su corazón esté sufriendo, por más que su voz estuviera débil; él se iba a presentar para dedicarle la canción a Johannah. Frente a miles de personas, como solista, en lo que fueron sus inicios en el mundo de la música.
Por supuesto contaba con nuestro apoyo. Todos iban a asistir para hacerle ver qué en cada paso que dé íbamos a estar ahí. De eso no había duda. Y mucho menos de parte de sus compañeros de banda, de sus mejores amigos, quiénes entendían su dolor por la empatía que habían desarrollado por largos años. Y sabían que solo Louis era capaz de hacer eso después de unos días de ver a su madre partir. Él es el más fuerte, lo han reconocido, y esto, seguramente, lo haría fortalecer mucho más.
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Shy
Fanfiction[ SIN EDITAR ] ¿Qué sucede cuándo un célebre cantante y una joven quebrantada se cautivan con la simple presencia del otro? Honoré de Balzac dijo alguna vez; «Puede uno amar sin ser feliz, puede uno ser feliz sin amar... Pero amar y ser feliz es al...