Llegamos a su casa exactamente a las 8, me bajé del auto de Chris y me quedé parada en la banqueta mientras esperaba que metiera su auto al garage, pero en lugar de eso bajó la ventanilla del copiloto, se apoyó sobre el asiento y me dijo:
-Iré por Astrid.
-Está bien- giré mi cara para no tener que verlo a los ojos y mordí mi labio por dentro.
-Regresaré en un rato contigo- puso ojos de perrito, joder, si no puedo mirarlo directamente con su mirada normal, mucho menos así.
-Trataré de sobrevivir- me crucé de brazos y me di la vuelta para entrar a su casa.
-Si quieres puedes esperarme en mi habitación, si es sin ropa mucho mejor- sonrió.
Me giré para verlo de nuevo, y cuando lo hice, subí la mirada y vi, al otro lado de la acera a Alex, un chico de la escuela que me gustaba desde que lo había conocido hacía 3 años. Y Chris pareció notarlo, pues volteó a verlo, y luego a mi nuevamente.
-Andy! Hola!- dijo Alex acercándose a mi.
-Hola Alex- casi no podía hablar. Me sudaban las manos.
-Joder- escuché bufar a Chris, quien alargó la "o" por unos segundos, nos miramos nuevamente, lo había olvidado por completo- te veo al rato. Y condujo hasta perderse de vista. Por un lado quería llamarlo y decirle que Alex era un amigo, pero por otro, era Christoffer Schistad, el Fuckboy, nunca pasaría nada entre nosotros, por lo menos no nada serio, tampoco con otra chica. Sabía que aún amaba a Astrid, y tenía que pasar mucho tiempo para que volviera a salir con alguien. Además, el nunca dijo que yo le gustaba.
-¿Vamos?- Alex me esperaba 3 pasos adelante.
-Vamos- y lo seguí.
Entramos a la fiesta, la casa de Chris era tan grande como la de William, y la fiesta era casi igual, solo que un poco más loca y salvaje, había chicos por todos lados liándose, ropa interior en el candelabro que colgaba del techo del vestíbulo, entre otras cosas. De inmediato vi a las chicas y nos acercamos a ellas.
-Vilde pero que traes puesto!- grité al verla
-Algo sexy para seducir a William- respondió feliz acomodándose los tirantes.
Volteé a ver a Noora, quien se acomodaba el cabello nerviosamente. Estaba a punto de decirle a Vilde que debía de superar de una buena vez a ese patán cuando escuché su voz atrás de mi.
-Que bueno que pudieron venir chicas- guiño el ojo hacia Noora- las esperaba con ansias.
Estaba a punto de seguir con su discurso cuando Vilde se puso a escasos centímetros de él, invadiendo su espacio vital.
-Hola William, apreciamos que nos invitaras, ¿quieres bailar?- Ni siquiera lo dejó abrir la boca, cuando ya lo estaba tomando de la mano y llevándolo a la pista.
-Y Alex- dijo Noora recorriéndose en el sillón para dejarnos sentar- ¿cómo va tu vida?
-Bien, casi nunca salgo a este tipo de fiestas, pero no se, me convencieron- se encogió de hombros.
En ese momento, la puerta de entrada se abrió y Chris y Astrid entraron. Nunca me había gustado hablar de cómo se viste la gente, pero si su vestido no gritaba la palabra "ZORRA", no sé que lo haría. Llevaba unos tacones casi tan altos como yo, y llevaba un vestido de terciopelo rosa fuerte pegado con escote en "V". Atrás de ella estaba Chris, quien miraba alrededor listo para golpear a cualquiera que se atreviera a poner sus ojos en ella. En un momento determinado Astrid volteó a verme, le dijo algo a Chris en el odio, le guiñó un ojo, lo tomó de la mandíbula y le dió un apasionado beso, muy apasionado. Joder consíganse un cuarto. Sin embargo Chris no se movió, no siguió el beso, ni siquiera cerró los ojos. Estaba haciendo un buen trabajo superandola. Astrid se fue hacia la cocina moviendo exageradamente las caderas, joder, su lenguaje corporal gritaba "zorra".
Chris se quedó inmóvil, aturdido, pero luego volteó a verme. Sonrió de oreja a oreja y se dirigió a donde yo estaba.
-Hola- me dió un beso en la mejilla que hizo que me sonrojara. ¿Acaso el acababa de darme un beso?
-Hola- respondí tímidamente.
Podría jurar que iba a besarme de nuevo cuando Alex pasó entre nosotros. Ambos lo seguimos con la mirada, y quedamos atónitos cuando vimos que le daba un beso en los labios a otro chico.
-DRAMAAAAAA- Chris no paraba de reír.
-Joder- acabé mi trago de una- el único chico que me gustó de verdad por más de 3 años y resulta ser gay- solté mientras me preparaba otro trago más fuerte.
-Ahora me tienes a mi- Chris se encogió de hombros.
-¿Porqué la trajiste aquí?- me subí a la barra, quedando ligeramente más alta que el.
-Sus padres me pidieron que cuidara de ella- probó mi bebida.
-Créeme, Astrid puede cuidarse sola- rodeé los ojos y bebí de mi trago.
-Sus padres piensan que seguimos juntos, de hecho no saben que nunca nos separamos, así que por el tiempo que estén aquí, seguiremos fingiendo que estamos juntos. Vamos te conseguiré otro trago- me ayudó a bajar de la barra.
-¿Otro trago porqué?- me safé de sus manos.
-El que te preparaste está muy fuerte.- tomó mi vaso.
-No soy Astrid para que tengas que estar cuidando de mi- se lo arrebaté de nuevo, haciendo que se tirara todo el contenido.
Me tomó de las muñecas y me atrajo fuertemente hacia el, nuestros labios quedaron a solo centímetros.
-La diferencia es que tú si me importas- me soltó.
Estuve a punto de pedirle disculpas y sentarme a esperar el trago que me preparara cuando soltó una de sus típicas frases que la cagan todo.
-No quiero tener que cuidar a dos chicas completamente ebrias en mi casa, a menos que termine en un trío.- abrió una cerveza.
-Tienes razón- me acerqué a él hasta rozar nuestros labios, sentí que su cuerpo se tensaba notablemente- la diferencia es que tú no me importas.- tomé la botella de tequila y me aleje de él mientras veía como se abría paso entre la gente para tratar de llegar a mi.
Llegué a una puerta que se encontraba bajo las escaleras, la abrí y me encontré en un largo pasillo, a ambos lados de este había cuadros, lámparas, pinturas, pequeñas esculturas y otros objetos. Todo era hermoso, era como estar en una galería de arte. Podría pasar toda la noche viendo esas hermosas obras. Seguí caminando por el pasillo, y en la pared al final de este, se encontraba el cuadro más hermoso de todos. En él estaba pintado un paisaje, era un puente, un río, y una canoa con una pareja besándose tras un paraguas. Casi muero cuando vi la firma: Chris Schistad. Ese chico estaba lleno de sorpresas, si tan solo todas fueran buenas. Me quedé sentada a los pies de esa pintura pensando en sus ojos. Joder, sus ojos podrían pasar perfectamente como una obra de arte. Me levanté y nuevamente aprecié su obra, Christoffer Schistad escondía secretos en cada parte de sus hermosos ojos.
-¿Te gusta lo que ves?- Chris preguntó tras de mi. Podía sentir su aliento en mi cuello.
-Bastante- suspiré.
-A mi también- pude jurar que sonrió.
-¿No deberías estar cuidando a una chica ebria para posteriormente meterla en tu cama?- me volteé y me crucé de brazos.
El se acercó a mi y tomó mi cara entre sus manos. Yo sabía lo que pasaría, pero simplemente no quise detenerlo. Me deje llevar.
-En una habitación llena de arte, aún así te miraría a ti- dijo en mi oído.
Sentí una sensación única, nunca pensé que podría sentir algo mejor. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, y se intensificó cuando puso sus labios sobre los míos.Sabía dulce, sabía a menta, sabía a todas las cosas que amo, y el toque del alcohol solo lo hacía más excitante. Puso sus manos en mi cintura y yo las mías alrededor de su cuello, me recargó contra la pared y apoyó una de sus manos ahí. Joder, sus labios eran el paraíso. Y el chico sabía lo que hacía, juro por Dios que si, es decir no era la primera vez que lo hacía, pero ¿que estaba haciendo yo? Me estaba liando con el Fuckboy del instituto, con Christoffer Schistad. Pero no me importó. Seguí besándolo apasionadamente, quería que con ese beso se olvidara completamente de Astrid. Sin saber como, le di vuelta y ahora él quedó recargado en la pared. Me miró impresionado y siguió con lo suyo. Luego de unos segundos, nos separamos por falta de aire. Yo no necesitaba aire, lo necesitaba a él.
Me miró por unos segundos, pude ver lujuria en sus ojos, tenían un brillo que nunca había visto nunca en nadie, pensé que iba a besarme de nuevo, pero se dirigió a mi cuello. Eso se sentía igual de bien. Hizo un camino con sus besos en mis clavículas, para después succionar ligeramente la parte derecha de mi cuello, mierda, eso dejaría una marca. Sus labios deberían estar en esa sala de arte, siendo exhibidos por la eternidad . Después de unos segundos del placer más grande que había experimentado, se separó, gemí ligeramente, gracias a Dios que Chris no lo notó.
-¿Quieres disculparme por ser un idiota allá arriba e ir a bailar conmigo?- tendió su mano hacia mi e hizo una pequeña reverencia.
-Claro- tomé su mano y lo imité.
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-Andy💘
Díganme en los comentarios si les gusta la novela y de donde soooon👉🏻 Gracias por leer.
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Love me, Schistad💘 [S K A M]
RandomChris Schistad es el Fuckboy oficial del instituto, todas quieren algo con el, aunque sea por una noche, todas quieren portar la muy típica sudadera de los Penetrators, y siendo sincera ¿quien no querría? Bien, ahí es donde entro yo... pero quien cr...