NARRA CHRIS:
Joder, se veía tan hermosa, pero tuve que dejar de mirarla para que no pensara que era un pervertido o algo así. Le di mi sudadera, sabía que tenía frío, y yo me sentía culpable por haberle dicho que usara ropa fresca. Puto clima bipolar. Fingí ver la película para así distraerme de su belleza, ¿podía alguien ser tan perfecta? A la mierda la lógica, ella era jodidamente perfecta. Después de un rato se quedó dormida, se veía tan adorable con mi suéter, le quedaba enorme, pero eso solo la hacía ver más tierna. Esto era perfecto; el clima, la comida, el lugar, y sobretodo, estar a su lado. No puedo creer lo pendejo que fui al dejarla ir, joder, iba a hacer hasta lo imposible por recuperarla. Se quedó dormida, me permití verla dormir, era hipnotizante ver su pecho subir y bajar al ritmo de su respiración, veía sus manos, una bajo la almohada y la otra escondida en su cuello, veía sus clavículas, su cabello desarreglado, sus pestañas. La veía a ella. Tan jodidamente perfecta. Me mataba tenerla a solo 5 centímetros de mi y no poder tocarla, abrazarla o besarla. Pero eso cambiaría pronto, estoy seguro. La película terminó, y estaba a punto de pararme a poner otra cuando Andy se acurrucó en mi pecho, justo como lo había hecho aquella noche en su casa. Se sentía bien. Quería quedarme así para siempre. Esto era tan perfecto que decidí tomar una foto. Sabía que se enojaría, pero valía la pena. Atesoraría esa foto como lo más Preciado.NARRA ANDY:
Me desperté sin saber exactamente en qué momento me quedé dormida. Estaba acurrucada junto a Chris, quien dormía también mientras me abrazaba. Sonreí como tonta, se veía tan lindo mientras dormía, parecía un conejito. Me acomodé para verlo detenidamente: sus lunares en su cuello, joder, sus largas pestañas, sus labios rojos como una manzana, pero sin duda lo más tierno de todo era como sus mejillas se ponían rojas cuando algo le apenaba, cuando tenía frío o cuando reía, el chico estaba colorado casi todo el tiempo. Todo en él era perfecto, y a quien quería engañar, me gustaba, me gustaba tanto como el primer día que lo vi, y me resultaba increíble pensar en un futuro con el, siendo la novia de Christoffer Schistad. Pero me resultaba más increíble imaginar que eso era posible, porque vamos, era Christoffer Schistad de quien estábamos hablando. Soñar no cuesta nada. Vi hacia la ventana y me puse nerviosa al ver que el cielo estaba teñido de un naranja fuerte, ¿qué hora era? Me levanté con cuidado de no despertarlo y tomé mi celular. ¿LAS 6:50 PM? Era tardisimo, pero decidí tomar una foto del cielo, amaba la fotografía y nunca dejaba pasar una buena foto.
-Hola belleza- Chris se estiró cual gato.
-Hola, parece que nos dormimos un rato- me senté frente a él.
-Eso parece- mordió su labio- ¿que hora es?- buscó su celular.
-Casi las 7, deberíamos irnos a casa-
-Si, lo bueno es que no tenemos escuela lo que resta de la semana- empacó todo en su mochila. -¿Vamos?- se puso de pie y bajamos a la pequeña salita de abajo.
Salimos de la casita, Tessa se encontraba en una pequeña casa para perro al pie del árbol.
-Vamos Tessa, hora de ir a casa- Chris le puso la correa
Caminamos por el bosque, hacia frío debido a la lluvia, nuestros zapatos se enterraban en el lodo a tal punto que Chris tuvo que cargar a Tessa para que no se atorara. Por fin llegamos a su auto, metió su mochila en el asiento trasero, junto a Tessa.
-¿Todo bien?- me miró con el ceño fruncido.
-Si, ¿porque preguntas- Me abroché el cinturón.
-Estás temblando- se acercó a mi asiento.-Tus mejillas están rojas.
-Mira quien habla- respondí en tono burlesco.
-¿Disculpa?- encendió el auto con una sonrisa mientras me veía.
-Chris, estás rojo todo el tiempo, literal- reí.
-Pero eso te gusta- comenzó a conducir.
-¿Eso me gusta, Tessa?- dije en tono juguetón a su perrita. No iba a contestar esa pregunta.
Condujo bajo la fina lluvia durante casi una hora. Durante ese tiempo hablamos de todo tipo de cosas, resulta que era mucho más que una cara bonita, Christoffer Schistad era todo un libro de secretos. Descubrí que pintaba, que su comida favorita era la pizza, leía mucho, no le gustaba que la gente que quería le dijera Christoffer porque sentía que había hecho algo mal (eso explica porque se tensaba cada que le decía así), amaba el color azul y amaba Marvel (si no me dice, no me doy cuenta).
-¿Y tú?- me miró,
-¿Yo que?- lo miré de vuelta.
-Dime cosas sobre ti que nadie más sabe- lo miré con una ceja levantada- Oh vamos, acabo de decirte todo sobre mi, tienes que darme algo- gritó.
Miré al cielo mientras pensaba.
-Me llamo Andy Stone, amo el frío y los días lluviosos, me encanta tomar fotos de cualquier cosa, prefiero los gatos, amo leer, escribir y quisiera ser directora de cine algún día- me encogí de hombros- Soy muy común la verdad- reí.
-Claro que no- me miraba interesado- Eres muy fascinante- puse jurar que le brillaron los ojos- Así que directora de cine eh?, eso es muy cool-
-Si, me encanta filmar, en especial terror-
-Eres fascinante- se relamió los labios.
Llegamos a mi casa, bajé mi mochila, me despedí de Tessa y me quité la sudadera.
-¿Que haces? Hace frío! Póntela- gritó
-Chris, mi casa está a 5 pasos, cuando entre me calentaré, tranquilo- le entregué la sudadera.
-Puedo ayudar con eso si quieres- sonrió maliciosamente.
Rodeé los ojos.
-Es broma, te veo mañana Andy Spielberg- sonreí.
-Adiós Chris- entré a mi casa.
Me quité la ropa y entré a la regadera, se sentía bien la sensación de agua caliente en mi cuerpo. Me puse una pijama y encendí la televisión, comencé a ver _______ (tu serie favorita). Comencé a estornudar mucho, eso no era bueno, sabía que iba a enfermarme. Me acurruqué bajo las sábanas, recordando lo que había pasado en la casita. De verdad me gustaba Chris, mucho, a decir verdad, pero ¿a quien no? Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loca por el. Cerré los ojos con su imagen en mi mente, sus lunares, su cara sonrojada. Mierda era perfecto. Y así, con su cara grabada en mi corazón, me quedé profundamente dormida.
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Love me, Schistad💘 [S K A M]
RandomChris Schistad es el Fuckboy oficial del instituto, todas quieren algo con el, aunque sea por una noche, todas quieren portar la muy típica sudadera de los Penetrators, y siendo sincera ¿quien no querría? Bien, ahí es donde entro yo... pero quien cr...