-Andy!- Chris se acercó a mi y pasó su mano por mi cintura, causándome escalofríos.
-Chris- lo abracé del cuello.
-¿Donde estabas?-preguntó nervioso.
-Oh, arriba- sus ojos se abrieron como platos- en el baño- respondí nerviosa. ¿Me había visto Acaso?
-¿Podemos hablar?- se puso delante de mi.- A solas, quiero decir- metió sus manos en los bolsillos.
-Claro- lo seguí hasta el patio trasero. Donde nos habíamos conocido.
Nos sentamos en el borde de la piscina, con los pies dentro de esta. Había luces y focos de colores arriba de nosotros. Chris me veía detenidamente, sabía que estaba nervioso.
-Tengo que decirte algo- me tomó de las manos. Exhaló ruidosamente- Astrid está aquí, y vino para quedarse- me miró con detenimiento- Ella quiere que volvamos a estar juntos...-
-Entiendo, pero Chris...- me interrumpió.
-Déjame terminar, por favor. Cuando me lo dijo, no pude dormir, no sabía que hacer ni que pensar. Pero no porque estuviera decidiendo entre alguna de las dos, sino más bien porque pensaba en cómo decirle lo que siento-
-¿Y que sientes?-
-Te quiero a ti.-
A pesar de que había escuchado lo mismo minutos antes, no era lo mismo escucharlo en persona.
-Yo también te quiero Chris- le sonreí- mucho- Eso pareció animarlo.
-Pero es algo más, le dije a Astrid que se merecía a alguien que la quisiera tanto como te quiero a ti. Que yo quería estar contigo y...- Ahora lo interrumpí yo.
-Chris, lo sé- sonreí- Cuando subí al baño me acerqué a la habitación de William y te escuché hablando con Astrid- su cara perdió todo color.
-¿To-Todo?- diablos, si que estaba muy nervioso.
-Todo.- asentí.
-Joder- se tapó los ojos y se recostó en el pasto.
-Y, quiero que sepas que siento lo mismo por ti- me sonrojé.
Abrió los ojos de golpe y se incorporó.
-¿De verdad?- preguntó apenado.
-De verdad- me recosté en su hombro y pude sentir como la tensión salía de su cuerpo.
-Osea. Ósea que tú- pasó saliva- ¿me amas también?- se tensó de nuevo.
Era raro escuchar esa palabra saliendo de su boca, pero podría acostumbrarme, podría acostumbrarme a cualquier cosa estando con el.
-Si Chris, te amo también- sentía mis mejillas arder.
Una sonrisa gigante apareció en su rostro, un brillo inundó sus ojos y ese color carmesí que tanto amaba apareció en su cara. De pronto, todo eso desapareció. Chris respiró con fuerza y puso sus labios sobre los míos. Joder eso se sentía tan bien. Sin duda sabía como hacer las cosas, me besó por un largo rato. Decidí abrir los ojos, y joder, que bueno que lo hice. No había cosa en este mundo más adorable que Christoffer Schistad besando. Veía sus ojos cerrados, sus mejillas acaloradas y su respiración acelerada, hasta que nos separamos por falta de aire. Me miró con su cara perversa y puso sus labios en mi cuello. Joder, la última vez que hizo eso casi lo hacíamos en su sala de arte, pero no me importó, se sentía tan jodidamente bien. Hizo un camino de besos hasta llegar a mis clavículas, donde una nueva ola de placer se apoderó de mi. Veía las estrellas mientras Chris seguía besando mi cuello, estaba segura de que quedarían marcas que cubrir mañana. Cuando se detuvo, se acostó junto a mi y me miró mientras tocaba mi rostro. Deslizó su mano por mi mejilla izquierda y acomodó un mechón de cabello tras mi oreja.
-¿Seremos novios ahora?- preguntó con cierta desconfianza en su voz.
Una corriente eléctrica se deslizó por mi espina dorsal. Eso me tomó por sorpresa. ¿Seriamos novios?
-Supongo que si, aunque, me gustaría que nos conociéramos más, ¿sabes?-
-Claro que si, la idea del mes sigue en pie, pero de verdad, muero por salir contigo, quiero que pasemos tomados de la mano en la escuela y abrir tu puerta cuando entremos al auto. Quiero hacerte el amor todos los días- Soltó, pero vi un gesto de preocupación en su rostro cuando vio el mío- Cuando estés preparada, obvio-
-No es eso, es solo que dijiste "hacer el amor"- dije aún sorprendida.
Rió por lo bajo.
-¿Que? Puedo ser romántico cuando quiero, y lo sabes-
-Oh, lo sé. Me lo has demostrado muy bien. ¿Entonces seremos una pareja de novios que salen y se conocen?- pregunté. La idea me emocionaba demasiado, no podía negarlo.
-Claro que si, belleza- y me besó de nuevo.
Sabía que eso sería el inicio de algo hermoso, el que Chris rechazara a su primer amor para estar conmigo lo era todo. Joder si, estaba enamorada. Me había enamorado del chico más hermoso y mujeriego de todo Oslo, pero parecía que todos esos estereotipos se esfumaban cuando estábamos juntos. Éramos sólo él y yo, unidos desde ese momento en adelante. Yo era su musa, y él era mi arte. Nos complementábamos el uno al otro. Nada mejor, nada más perfecto. Y probablemente muchos hablarían, muchos dirían que el me engañaría, que no duraríamos mucho por su reputación... pero el menos me quemo en el fuego que yo quiero...
(...)
*Un mes después*
-Bueno, ya ha pasado un mes. El mes que prometimos, no eres tan mala después de todo. Sobreviví.- se encogió de hombros y bebió de su café.
-Muy gracioso Christoffer, muy gracioso- levanté mi café imitando un brindis-Desde ese día en la fiesta Chris y yo habíamos anunciado que estábamos saliendo, más bien que éramos novios. Todo había sido maravilloso desde entonces: salíamos todos los días, se quedaba a dormir en mi casa o yo en la suya, mi cepillo de dientes por fin dormía en el mismo vasito que el suyo. Todo era perfecto, parecía un sueño. Un sueño del que nunca quería despertar. Veía sus lunares en su cuello, sus perfectos ojos cafés más adictivos que el que estaba tomando, su inconfundible color rojo en las mejillas.
-¿En que piensas?- preguntó Chris.
-En nada- si le decía que pensaba en lo perfecto que era, jamás dejaría de molestarme.
Sin embargo había una cosa que me preocupaba. Algo que se acercaba cada día más sin poder evitarlo: el Bus Russ.
No estaba preparada para eso, ¿Como dejaría a mi novio en un bus con sus alcohólicos y solteros ( a excepción de William) compañeros? No soy estupida, se que en esos 30 días se acuestan con cuánta chica se les cruza enfrente. El hermano de William se había acostado con hasta 5 al día! Mierda, estaba jodida.
-¿Que te pasa? Estas seria- nos sentamos en una banca frente a un pequeño lago con cisnes.
-Nada- mordí mi mejilla por dentro.
-Mientes- dijo Chris, a lo que yo respondí rodando los ojos- Siempre que muerdes tu mejilla, es porque me estas mintiendo.-¿Que pasa?-
Mierda.
-Okay, te lo diré. Pero no quiero que hagas mucho escándalo de esto, ¿si? Aún falta mucho tiempo.
-Dime- me miró con atención y preocupación.
-Es sobre tu Bus- lo dije con miedo. Sabía cuanto significaba su Bus para el, era su vida entera, y yo me sentía como una intrusa.
-No tienes que preocuparte por eso- rió- joder, me asustaste, creí que sería algo de verdad malo- bebió de su café.
-Es que es malo, para mi. Christoffer, vas a estar rodeado de muchas mujeres hermosas durante un mes, beberán todos los días y dios sabe que más, así es que si, si me preocupo por eso- me crucé de brazos y subí mis piernas a la banca.
Un silencio nos invadió. Mierda, mierda, mierda. Di algo.
-No me gusta que me digas Christoffer-
¿Solo eso? Le había contado mi mayor preocupación y ¿eso era todo?
-Te veo luego- me levanté de la banca. Pero me tomó de las caderas y me hizo sentar antes de que pudiera siquiera dar un solo paso, odiaba sus malditos reflejos de gato.
-Nunca, nunca dejaré que te vayas enojada- me besó rápido- a ver, ¿no confías en mi?. Llevamos juntos más de un mes, nos vemos todos los días, casi las 24 horas, ¿De verdad crees que arruinaría esto de nuevo, solo por el Bus?- me tomó de las manos.- Nunca.
-Eres el más hermoso- lo besé de vuelta, esta vez más apasionado. Sabía que Chris quería mucho más que eso, pero aún no estaba lista. Me daba pánico no él hecho de hacerlo, sino más bien mi experiencia. Que era nada. Chris tenía mucha más experiencia que yo, lo más caliente que había tenido en mi vida había sido con el, y nunca pasaba de ciertas caricias.
-Tu eres la más hermosa, belleza- besó mi frente.- Siempre lo serás.
Me acurruqué en su hombro, dejé que su perfume me envolviera, amaba esta sensación. Desde que era niña, siempre había querido a alguien que me amara así, AMAR ASÍ, con Christoffer lo tenia todo. Llegó a mi vida, y sin saberlo, una pieza imaginaria de un rompecabezas encajó a la perfección en mi vida.
-Creo que es momento de algo- dijo
Me separé de él. ¿Me iba a decir que era momento de acostarme con el? ¿Sería capas de hacerlo?
-Creo que debes conocer a mis padres- sonrió.
Mierda, no. Sabía que sus padres no me querían, ellos deseaban que su adorado hijo Christoffer saliera con Astrid, la hija de sus socios.
-Si aún no estás lista lo entenderé- levantó las manos.
-Chris, ellos me odian- fue lo único que pude decir en mi defensa.
-Te amarán. Les he dicho cosas estupendas de ti- me abrazó.
Como siempre, mi boca reaccionó primero que mi cerebro.
-Está bien, dime cuándo y ahí estaré- traté de sonreír.
-Ellos te amarán, ya lo verás, será la mejor cena de la vida- se dirigió a tirar su vaso a un bote de basura.
-Amarán verme lejos de ti- dije en cuanto se dió vuelta.
-¿Dijiste algo?- preguntó con una sonrisa en la cara.
Joder no podía hacerle esto, estaba tan entusiasmado por la cena. Probablemente ya hasta había pensado en que postre servir, así era el, y me encantaba por eso.
-Oh, que yo también los amaré- sonreí.
Mierda, ¿Pero que acababa de hacer?
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-Andy💘
Perdón por la demora, tenía proyecto🙄. Pero aquí está, mañana conoceremos a los padres de Chris a fondo❗️
Wow casi 1000 👁, love u💖. Gracias por leer, recuerden votar, algo gigante se prepara🤭.
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Love me, Schistad💘 [S K A M]
RandomChris Schistad es el Fuckboy oficial del instituto, todas quieren algo con el, aunque sea por una noche, todas quieren portar la muy típica sudadera de los Penetrators, y siendo sincera ¿quien no querría? Bien, ahí es donde entro yo... pero quien cr...