Viernes por la tarde.
Mis padres habían organizado una comida para celebrar mi cumpleaños... Oh a quien engaño, es una puta comida de despedida. No volvería a ver a mis amigos ni a Chris en un largo tiempo. Un año exactamente. Mis maletas estaban listas atrás de m puerta, arrumbadas como libros viejos que nunca leíste, con la esperanza de no tener que usarlas, pero se trataba de mi, el universo nunca conspira a mi favor. Me iría a primera hora en la mañana.
-Hija, ¿puedo pasar?- preguntó mi madre mientras tocaba mi puerta.
-Si, pasa- me di la vuelta y me vi en el espejo.
Usaba un vestido rojo pegado, había planchado mi cabello y eso era todo. Me había arreglado mucho más para una simple salida al cine, pero ese día no tenia nada porque festejar.
-Te ves hermosa!- mi madre me abrazó.
-Gracias- dije mientras me ponía el collar de claqueta que Chris me había regalado.
-Escucha, se que no estás de acuerdo con mudarte, pero te juro que con el paso de los años...- la interrumpí.
-Mamá no me quedaré mucho tiempo con ustedes- me dirigí a mi tocador.
-¿Que quieres decir?- se acercó a mi.
-Hoy cumplo 17, en un año, cuando tenga los 18, regresaré de vuelta aquí. Seré mayor de edad- me puse labial.
Pude ver por el espejo que su cara se tornó pensativa y triste. Me sentí mal, pero ellos no habían considerado ni un segundo mis sentimientos con respecto a todo esto.
-Oh- hizo una pausa- Chris llegará pronto, deberías bajar- salió de mi cuarto cerrando la puerta tras ella.
Bajé luego de unos minutos. Mis padres y Jason me felicitaron y me dieron los regalos que habían comprado para mi. Les agradecí y al escuchar que tocaban el timbre, abrí la puerta.
-Feliz cumpleaños, belleza- Chris tenía un ramo de girasoles, una gran caja y muchos globos. Me besó en los labios.
Dato curioso: nunca antes me había besado frente a mis padres. Supongo que ahora nada importaba porque me iría muy lejos de ahí.
Nos sentamos a comer la comida que mi madre había preparado: pizza, hamburguesas, tacos. De todo un poco. La comida fue normal, nadie se atrevía a hablar más de lo necesario.
-Y Andy, ¿porqué tus amigas y tu no salieron hoy?- preguntó mi madre tratando de hacer conversación.
-Iban a festejarme ellas hoy en un restaurante, pero ya saben. No podía cancelarles a ustedes-
Se hizo un silencio incómodo. No era lo que había querido decir. Bueno, si, pero tal vez no lo dije de la mejor manera. Chris masticaba lentamente, con su vista en el plato. Ya no decía bromas ni comentarios sarcásticos, nadie lo hacía.
-Tengo otra sorpresa de cumpleaños para ti- dijo cuando la comida hubo acabado.
-¿Qué es?- estaba emocionada. Estar con Christoffer era lo mejor de mi día.
-Es en el centro. Dile a tus padres que saldremos un rato- guiñó el ojo.
-Mamá, papá, Chris y yo iremos al centro un rato. Volveremos luego- dije sin ánimos.
-De acuerdo!- gritaron desde la sala.
Subí al asiento del copiloto, Chris encendió el auto y lo puso en marcha. Era octubre, octubre 24. Era mi cumpleaños, llovía ligeramente, amaba ese clima. Me pregunto si llovía seguido en Alemania.
-¿En que piensas?-
-En nada- dije recargando mi cabeza contra la ventanilla del auto, mientras veía como las gotas jugaban a ver quien resbalaba primero- En nada-.
-Si tú lo dices- se estacionó frente a un edifico alto.
Un edifico de aproximadamente 30 pisos, era blanco completamente, pero lo raro era que en el primer piso no había ni una sola ventana. Solo una gran puerta de madera nueva.
-¿Que es este lugar?- pregunté saliendo del auto.
-Es una sorpresa. Ponte esto- me entregó un antifaz.- Es para tener sexo sadomasoquista en el baño- hizo una sonrisa traviesa.
Joder como extrañaría esa sonrisa.
-Jaja- le arrebaté el antifaz y me lo puse.
Literalmente no podía ver nada, solo sentía las manos de Chris en mi cintura y hombro, guiándome para subir las escaleras de entrada del edificio. Chris quitó su mano de mi hombro y luego de eso escuché la gran puerta abrirse con un ligero rechinido, seguido de una amigable campanilla. Caminamos unos pocos pasos más hasta que Chris finalmente se detuvo, me tomó de las manos.
-Okay, se que esto te va a encantar, es algo que te interesa mucho, y aunque es un regalo que no puedes llevarte, se que lo tendrás en tu corazón por siempre.- suspiró nervioso- Ya puedes quitártelo-
-¿El vestido?- bromeé.
Chris soltó una carcajada. Me quité lentamente el antifaz, traté de agudizar mis ojos a la luz lo más rápido posible, pero no había luz en ese lugar. Era un museo de la galaxia. No había visto algo tan hermoso en toda mi vida (aparte de Christoffer). Era simplemente satisfactorio ver lo que mis ojos veían en ese mismo momento.
-Chris...- dije mientras me posicionaba debajo de un sol que se encontraba en el techo- Esto es hermoso, es sin duda lo mejor que me han dado- corrí hacia él y lo besé.No quería dejar de besarlo nunca. Quería quedarme en ese mismo lugar para siempre, siempre y cuando fuera con el. No podría pedirle al mundo algo mejor que esto.
-Lo mejor para mi mejor- puso sus manos en mi cintura- Y, te traje esto, espero que te gusten-sacó una cajita de chocolates.
Pero no eran chocolates comunes y corrientes, eran chocolates con diseños del sistema solar.Christoffer siempre se las arreglaba para regalarme cosas que ni siquiera sabía que existían. Todo era perfecto.
-No los comeré nunca en la vida- lo besé- Son hermosos, el museo es hermoso.- enredé mis brazos en su cuello- Tu eres hermoso. Gracias por todo-
-No es nada belleza, lo mejor para ti. Ahora, vayamos a recorrer el todo museo- besó mi mejilla y comenzamos a caminar.
Casi al final de la exhibición, había una representación a escala del sistema solar. Los planetas se encontraban suspendidos en el techo mediante vías electromagnéticas y eso permitía que se desplazaran por encima de nuestras cabezas, simulando el movimiento de traslación, y había otro más que se encontraba en el piso, pero hacía exactamente lo mismo. Todo era... maravillosamente perfecto.
-Chris, muchas gracias por esto. Jamás lo olvidaré- dije mientras me sentaba en una pequeña banca. Recargué mi cabeza en su cuello.
-No es nada, belleza. Se cuanto te gusta el espacio y este tipo de cosas, sabía que lo apreciarías.- besó mi cabeza.
-Christoffer Schistad. ¿Quien carajos es ella?- una voz femenina preguntó a nuestras espaldas.
Como había dicho antes, el universo no conspira a mi favor.
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-Andy💘
Wow, apenas llegué y ya están lloviendo v**** jajaja, ¿que les pareció el capítulo? Hoy se subieron 2, mañana otros 2. Espero que les gusten💜.
Recuerden votar y gracias por leer💥💜.
Quiero leerlas, ¿si fueran los padres de Andy, harían lo mismo? ¿O que otra solución proponen? Por cierto, 20K no suena nada mal🤔✨
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Love me, Schistad💘 [S K A M]
RandomChris Schistad es el Fuckboy oficial del instituto, todas quieren algo con el, aunque sea por una noche, todas quieren portar la muy típica sudadera de los Penetrators, y siendo sincera ¿quien no querría? Bien, ahí es donde entro yo... pero quien cr...