Me metí a bañar al final del día para quitar el cloro de la alberca de mi cuerpo. Esta vez no usé la tina de baño, quería estar lista lo más rápido posible. Después de bañarme, me puse ropa mi interior y caminé hacia mi maleta (desde que conocí a Theodore, me daba desconfianza que me vigilara desde un lugar secreto o algo así) Descolgué el vestido del gancho y lo puse en la cama. Los mejores 20 dólares gastados. El vestido era de tela satín color rosa-dorado, y se ajustaba perfectamente a mi delgado cuerpo. Lo combiné con unos tacones blancos. Me moldeé el cabello y lo recogí en una media cola, de tal forma que ciertos mechones cayeran sobre mis hombros. Me maquillé leve; solo lápiz labial rojo, un poco de sombra de ojos rosa, me delineé los ojos y me rocié casi media botella de perfume. Siempre me gusta oler bien.
Me senté frente al tocador blanco. Lo logré. Logré ser una de las 13 que ingresaban a la Universidad de Artes de California. Es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Mis padres se emocionaron inclusive más que yo, y se ofrecieron a ayudarme a empacar cuando fuera el momento. Mi hermano también se emocionó, aunque prefería que me fuera con el.
Oh, ¿Blaine entró? Me olvidé por completo de llamarle, lo haré ahora.
Un timbrido... dos timbridos... tres timbridos...
-¿Bueno?- su grave voz preguntó desde el otro lado de la línea.
-Blaine, ¿cómo estás? ¿Lograste entrar?- si, iba directo al punto.
-¡Carajo, si! Casi me muero de la impresión, chica! Y supongo que tú también-
-Si! OMG, no puedo creer que ambos logramos entrar!-
-Lo sé! Deberíamos irnos otra vez en el mismo vuelo!
En ese momento tocaron a mi puerta.
-Si, eso sería muy cool. Eso es genial! Imagina las fiestas, Las fotos, los proyectos! ¡Nuestra vida!-
Abrí la puerta, era Chris. Me recorrió de pies a cabeza con la mirada, sus ojos se dilataron y se mordió su labio inferior.
-Oh belleza, te ves...- puse un dedo en sus labios, indicando silencio.
-Escucha Blaine, tengo que irme, mi novio llegó-
-Debe estar muy orgulloso de ti... y caliente- rió y colgó el teléfono.
Chris estaba acostado en la cama, usaba un traje negro con una camisa blanca con bordados a mano, usaba un reloj de oro en su muñeca derecha, su cabello estaba perfectamente peinado y su aliento fresco a menta podría inundar toda la habitación. Es lo más guapo que lo había visto.
-Te ves muy guapo- me puse el collar de claqueta que me regaló.
-Creo que "follable" es la palabra que estás buscando- me rodeó la cintura con ambos brazos y besó mi cuello.-Te vez hermosa, ¿te dolió cuando caíste del cielo?-
Solté una carcajada.
-No más que tu golpe en la cara- fingí golpearlo.
-Uuuuh, eso me dolió. Pero en serio, te ves hermosa, la chica más hermosa que mis ojos han visto, la más hermosa que ha tocado este puto mundo, y la más hermosa que entrará en esa universidad- dijo serio, mordiéndose el labio.
Mi sonrisa se borró, pero no podía permitir que algo que pasará en un año arruine mi existencia hoy. Lo besé cálidamente.
-Ven, vamos a maquillarte- lo tomé de la mano y lo senté en el borde de la cama.
Esto será divertido.
(...)
-No puedo creer que me hayas puesto labial y brillo- reclamó, pasándose una mano por los labios.
No podía parar de reír. Obviamente cubrí sus golpes,y ya no había rastro de ellos. Pero tenía que divertirme un poco.
Llegamos a la sala de estar. ¿Esto es la vida real o un capítulo de La Selección? La fiesta apenas comenzaba y ya había mucha gente. Las escaleras estaban cubiertas por un tapete de terciopelo rojo, como una gala de celebridades. Habían encendido los candelabros de diamante que colgaban del techo, música pop sonaba por las bocinas en un nivel reservado, todos iban elegantemente vestidos, y los cuadros que habían colocado parecían sacados de un maldito museo. Pude ver a Theodore hablando con una chica, sus golpes eran más notorios que los de Chris. Bien.
Christoffer me rodeó la cintura al ver que Theodore me observaba.
-¿Lista?- preguntó en mi oído.
-¿Lista para qué?-
Mi pregunta quedó suspendida en el aire en cuanto tocamos el jardín. La música estaba un poco más fuerte, la alberca tenía luces de colores que cambiaban de rosa a azul, de verde, a morado, y de naranja a negro, y reflejaba los colores en los alrededores. Había decenas de mesas doradas decoradas con listones morados, diversos faroles estaban colgados encima de las mesas, acompañados de series de luces led blancas que le daban a la noche cierto toque romántico. Había una mesa larga donde había 3 pasteles; chocolate, vainilla y fresa, platos y vasos de diferente tamaño, canastas de panecillos, fresas con chocolate, brownies, y muchos postres más. En la mesa de al lado, que era del mismo tamaño, había una fuente de champaña... así es, CHAMPAÑA. La maldita fuente tenía 4 pisos y todos ellos eran de champaña. También había aceitunas negras, olivos y queso en cubitos para mitigar el hambre... pero Chris y yo nos dirigimos a la mesa de los postres.
-Theodore, ¿que te pasó en el rostro?- su abuela preguntó, claramente molesta,
Theodore nos miró a ambos.
-Me caí del carro de golf. Una caída muy fea-
Bueno, al menos no había delatado a Chris.
-Ten más cuidado. Ahora, júntense para la foto familiar!- la abuela reunió a sus hijos y nietos frente al fotógrafo.
Yo me quedé frente a la mesa de postres mientras tomaban la fotografía. Es una familia hermosa. El fotógrafo tomó un par de fotos, hasta que Chris me tomó de la mano y me guió hasta el cuadro familiar. Todos parecían estar bien con eso, pero su abuela me dedicó una mirada de odio. Me sentí mejor cuando las novias de Joseph, Jack y kfneximziw se unieron también.
(...)
No era mi tipo de fiesta, pero la estaba disfrutando mucho. Chris y yo habíamos estado bailando durante toda la noche, hasta que moríamos de hambre. Nos sentamos en la gran mesa familiar, y no pasó mucho tiempo cuando los meseros comenzaron a servir la entrada; sopa de fideos españoles. Era simplemente una sopa común y corriente, pero la palabra "españoles" la hacían escuchar más "elegante". El plato fuerte fue un corte de carne más grande que yo, pero que devoré con mucha hambre. Finalmente, para el postre, el padre y abuelo de Christoffer se pusieron de pie frente al enorme pastel.
-Es un enorme placer para toda la familia Schistad que estén presentes hoy que la compañía cumple 55 años desde que la abrí, y que, si Dios nos permite, seguirá en pie por muchos años más.- la gente aplaudió con júbilo- Sin embargo, tengo una notica que llena mi corazón de profunda alegría y orgullo... mi nieto, Christoffer Schistad, se hará cargo de la nueva sucursal que se abrirá en otro país. Aún no podemos hablar abiertamente de dónde, puesto que ni siquiera nosotros sabemos, pero los mantendremos al tanto- la gente aplaudió nuevamente.
La sonrisa de Christoffer era falsa, lo sabía. Sabia que no quería irse, pero iba a tener que hacerlo.
Después del discurso y del pastel, Chris y yo dimos un paseo por el laberinto de arbustos que se levantaban 3 metros sobre mi cabeza.
-Leí en algún lado que llegarás al final del laberinto si tocas todo el tiempo la pared derecha- dije poniendo mi mano en el arbusto.
-Preferiría perderme- soltó en seco.
-Chris, no está bien que pienses así. No tienes que irte si no quieres, tu familia entenderá.- dije mientras caminaba.
-Ese es el problema. Sin tú aquí, no tengo otra razón para quedarme. Tu te irás a California, William a Londres, y el resto de los Penetrator seguirán con su vida aquí, o se irán, no me importa.-
-Aún falta un año- susurré, como si eso fuera mejor.
-No, tenemos menos que eso. Quieren abrir la sucursal el Suiza lo más pronto posible-
Mi cuerpo entero se paralizó. Es cierto, no lo había pensado así. Yo me iría en un año, ¿pero él? Estaba a punto de graduarse, iba a irse a la universidad de Oslo, y ahora tendría que mudarse a Suiza. Carajo.
-Hay más tiempo que vida- fue todo lo que dije antes de dedicarle una sonrisa y seguir caminando.
(...)
-¿Me ayudas a quitarme el collar?- me senté en el borde de la cama y me levanté el cabello.
Christoffer se acercó a mi por detrás y desabrochó con cuidado la cadena del collar que hace un año me había regalado, pero no hizo nada más.
-¿Vas a dormir aquí?- pregunté.
-Supongo que si- se puso un pants... y nada más. Lo miré, preocupada. Ese no era Christoffer- Me iré antes de que amanezca, no te preocupes- encendió la televisión.
Me acosté junto a él y lo miré por mucho rato, hasta que sintió mi mirada penetrante y tuvo que verme de vuelta. Lo que estaba a punto de decir iba a ponerlo en juego todo.
-Me quedaré en Oslo si me pides que lo haga- tuve que decirlo rápido porque si esperaba un segundo más no iba a decirlo nunca.
Esbozó una sonrisa.
Amaba la oportunidad de irme a estudiar en otro continente, haciendo lo que más amo, para convertirme en lo que más deseo... pero mi amor por Christoffer rebasaba todo eso. No podía dejarlo, no así. No es como si fuera a seguir lo que su abuela me dijo, claro que buscaré una universidad de artes aquí en Oslo... o en Suiza.-El simple hecho de que pongas la oportunidad de tu vida en mis manos es suficiente para mi, belleza- me besó.-Pero debes ir. Por más que me duela perderte y no verte todos los días, amo verte feliz-
Puso una mano en mi mejilla para luego aprisionar sus labios contra los míos. Con la mano que tenía libre, bajó el tirante derecho de mi vestido de pijama para abrirse paso en mi cuello. ¿Este chico tenía un doctorado en dar placer?
La excitación que provocaba en mi con tan solo un beso, me hizo soltar algunos gemidos que me vi obligada a silenciar. Las chicas estaban en los cuartos de al lado, y algunas personas seguían en la fiesta abajo. Mordió mi clavícula, haciéndome soltar un gritito, a lo que él respondió con una risita.
-¿Quieres que pare, belleza?-
Toc, toc, toc.
Unos golpes sordos en la puerta nos sacaron de nuestra burbuja.
-¿Andy?- la abuela de Chris me llamaba desde afuera.
-Mierda- susurró.
-Un segundo! Métete abajo de la cama, y con tus cosas- le lancé su ropa y se metió abajo de la cama. Me miré frente al espejo: mis mejillas estaban rojas como un tomate, mi cabello estaba desordenado y mi tirante no estaba en su lugar. Me arreglé un poco y abrí la puerta- Buenas noches, señora-
-Hola. ¿Está Chris contigo?- entró a mi habitación- Fui a su recámara y no estaba, espero que no estén rompiendo las reglas de esta casa-
-No! Para nada, me despedí de él luego de que subimos, pero probablemente esté en la cocina, ya lo conoce. Come todo el tiempo- solté una risa nerviosa.
-Hablando de Chris- se sentó en la cama, y eso solo me hizo sentir más nerviosa- ¿Estás segura que te irás de aquí? Le harás mucha falta a mi nieto-
-Y él me hará falta a mi, pero es algo que tengo que hacer, por mi carrera-
La señora asintió.
-En Suiza también hay escuelas de esa índole.- No me miró.
¿Que es lo que trataba de decirme?
-Estoy segura que si, pero la Universidad de Artes de California es la mejor academia para convertirse en director de cine-
-Lo diré más claro.- sonrió- Si estás con Christoffer, por siempre- Alzó la voz en esas últimas palabras- nada te faltará, nunca. Puedes estar disponible para el todo el tiempo. Además, podrás pensar mejor tu decisión sobre tener descendencia. Piénsalo- guiñó y salió de la habitación.
Me quedé atónita. ¿Acaso estaba diciendo que me quedara con Chris por el resto de mi vida y vivir del dinero de su familia?
-Ya puedes sal...- me agaché abajo de la cama para indicarle a Chris que ya podía salir.
Pero no había nadie debajo. De pronto, un escalofrío recorrió mi cuerpo entero; la ventana estaba abierta...
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-Andy💘
OMG maldita vieja, ah😂
¿Creen que Chris haya escuchado lo que le dijo? ¿Que pasará ahora?
Por cierto, les quiero hacer un anuncio importante. Creo que ya lo veían venir, pero el final de la novela está cerca. Calculo que no serán más de 5 capítulos, así que espero que los disfruten muchísimo, de verdad🤩
Recuerden votar y gracias por leer💜💥
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Love me, Schistad💘 [S K A M]
RandomChris Schistad es el Fuckboy oficial del instituto, todas quieren algo con el, aunque sea por una noche, todas quieren portar la muy típica sudadera de los Penetrators, y siendo sincera ¿quien no querría? Bien, ahí es donde entro yo... pero quien cr...