CAP 59💘

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-Christoffer Schistad. ¿Quien carajos es ella?- una voz femenina preguntó a nuestras espaldas.
Ambos volteamos rápidamente para ver de quien se trataba.
-¿Te conozco?- preguntó Chris con el ceño fruncido.
-Taylor Avalon, gran fan, mucho gusto, por cierto- estrechó la mano de Chris de manera violenta.
-Muy bien Taylor, mmm, ¿quieres una foto, o?...- la chica de no más de 15 años lo interrumpió.
-Debes estar desbastado después de lo de Amalie- se llevó una mano al corazón- ¿Quien es ella?- me señaló con la mirada.
Mierda, esa niña intimidaba como el infierno.
-Ella es Andy, mi...-
-Amiga. Soy su amiga- me separé unos centímetros de él. No quería causarle problemas. No se vería muy bien que digamos que en menos de una semana ya tenga a otra novia.
-Menos mal, porque según los rumores si tú fueras "esa chica" no querría para nada ser tu- sacó su celular del pantalón.
-¿Que rumores?- preguntó Chris, claramente preocupado y enojado.
-Oh, que una estupida loca fingía ser tu novia y peleó con Amalie brutalmente. Dicen que quedó tan traumada, que tuvo que irse a un hospital psiquiátrico para recuperarse. Pobrecilla. Ahora, ¿puedo tomarme una foto contigo?- tomó una selfie antes de que Chris pudiera siquiera responder- Nos vemos- agitó la mano y desapareció entre los planetas.
-Sabia que Tommy Hilfiger no ensuciaría su imagen- se desacomodó el cabello.
-Chris, está bien, nadie sabe que soy tu novia. Además, tu y yo sabemos lo que en realidad pasó, y eso es lo único que importa- puse mi mano en su hombro.
-Lo siento mucho.- bajó la cabeza.
-Tranquilo, de verdad, todo cool- besé su mejilla.
-Te llevaré a casa-
Condujimos bajo la lluvia y el frío que se creaba sobre Oslo. Entramos a mi casa nuevamente.
-Andy cariño, ¿podrías pasarme el encendedor? Lo dejé afuera cuando hice las hamburguesas-
¿O sea que aparte de tener que irme a la fuerza, también tenía que hacer ese tipo de mandados en mi cumpleaños?
Abrí la puerta del patio trasero. Ni siquiera eran las 8 y ya estaba muy oscuro, tomé el encendedor de la parrilla.
-¡SORPRESAAAAAAA!- todos mis amigos salieron de la oscuridad, asustándome un poco. Noora se encontraba en medio de todos, esto había sido su idea.
-Chicos, Dios mío!- abracé a las chicas. No me esperaba esto.
Habían puesto un toldo para que la lluvia no arruinara la fiesta (eso explica la
oscuridad total), había globos, regalos y cerveza por todos lados.
-Muchas gracias Noora- la abracé.
-Para ser justos, Chris ayudó mucho. Fue al primero al que le dije sobre esto. Dijo que amarías mucho una fiesta así-
-Hablando de Chris, ¿Donde está?- lo busqué con la mirada, hasta que lo ví a través de la puerta transparente del patio, se encontraba en la cocina... hablando con mis padres. Tenía la cara seria. Es lo más serio que lo había visto. Ni siquiera cuando peleábamos, ni siquiera cuando ocurrió lo de Milán. Nunca. ¿Pero que mierda era esto?
-Feliz cumpleaños!- Isak y Even se acercaron a mi y me felicitaron, pero me impedían ver a Chris con mis padres.
-Muchas gracias, Oh un regalo! No tenían que molestarse.- ví a Chris asentir. Carajo, necesitaba respuestas.
Después de unos minutos, mis padres por fin salieron con un gran pastel de chocolate blanco. Mi favorito. Luego de unos segundos, salió Christoffer con su sonrisa de siempre.
-Espero que te gustara la sorpresa, belleza- besó mi cabeza.
-¿De que hablabas con mis padres?-
Tensó la mandíbula y metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.
-De nada- desvió la mirada.
-No parecía nada, te veías muy serio, dime-
Abrió la boca para decirme algo, pero mis padres y Jason aparecieron detrás de mi.
-Cariño, ¿podemos hablar?- asentí.
Entramos a la casa, nos sentamos en el comedor. Todos tenían una sonrisa, aunque pude distinguir que era falsa.
-Tu padre y yo hablamos mucho al respecto y... al saber que en cuanto cumplas los 18 años regresarás aquí, no queremos hacerte perder a tus amigos. Sabemos que eres una joven muy responsable e inteligente, y vimos que no serías feliz en Alemania, teniendo que iniciar desde cero, así que decidimos que puedes quedarte, con la condición que en vacaciones nos vayas a visitar-
Eso me revivió, literalmente. Me sentía feliz otra vez, como si me hubieran inyectado una especie de droga.
-¿ES EN SERIO? WOW, GRACIAS GRACIAS GRACIAS!- grité mientras daba pequeños saltitos y los abrazaba.- No se arrepentirán, lo juro- los abracé a los 3 y los besé. Me había equivocado. Este era el mejor regalo que pudieron haberme hecho. No tendría  que separarme de Chris.
-Si algún día cambias de opinión, siempre tendrás tu casa en Alemania, con nosotros-
-No saben cuanto se los agradezco, de verdad- lo besé y abracé nuevamente.
Salí a la terraza nuevamente y al no encontrar a Chris le conté a las chicas.
-No puede ser! Que genial, Dios mío, que bueno que no te fuiste!- Noora me abrazó con fuerza.
-Te iba a extrañar como el infierno- Eva se sumó al abrazo.
-Oh mierda, hay que abrazarnos todas- Sana nos reunió en un cálido abrazo.
Busqué a Chris con la mirada, pero no podía encontrarlo por ningún lado. Caminé hasta el final de mi extenso patio y lo encontré... en el techo. Me saludaba lentamente y me indicaba que subiera con el.
-Ahora vuelvo- me excusé con las chicas y subí al ático. Abrí el tragaluz y trepé por el hasta llegar a la azotea.
-Joder Chris- me llevé una mano a la boca.
-Para ti- me entregó una claqueta con mi nombre y mi fecha de nacimiento.
Había adornado el lugar con una manta, cojines, una pequeña sombrilla, velas, vino y comida. Un picnic en el techo de mi casa. Tenía puntos extras por originalidad.
-Chris, esto es... simplemente perfecto. No hay palabras para describirlo- me cargó y me acostó encima de la manta. Se acostó junto a mi.
-Quería que tu último día en Oslo fuera perfecto- sonrió melancólicamente.
-Excelentes noticas. Mis padres me dejarán quedarme! No tendré que irme, estaremos juntos por siempre- lo besé tiernamente.
Daba gracias a Dios que no sería la última vez que lo hacía.
-Eso es genial! No me imagino nuestras vidas sin ti- dijo mientras veía a la multitud abajo- Simplemente no podría- bajó la mirada.
-Hey- lo tomé de la barbilla- Todo está bien, ¿okay? Me quedaré! Chris, estaremos juntos por mucho, mucho tiempo más.- lo besé, esta vez apasionadamente.
Metí mis dedos en el cuello de su camisa, tocando su pecho y su reciente herida, (cortesía de Amalie), con la otra mano tomaba su suave cabello. Lentamente se colocó encima de mi, como solía hacerlo. Puso una mano en mi cintura y con la otra acariciaba mi cara. Nos besamos por un buen rato hasta que se separó uno centímetros de mi. Sus pupilas estaban dilatadas, como un hermoso gato, su respiración acelerada me recordó a la primera vez que lo hicimos, en su cabaña. Sin duda la mejor noche de mi vida.
-¿Quieres que pare, belleza?- sonrió maliciosamente.
Lo tomé del cuello y lo atraje nuevamente hacia mi.
-Nunca quiero que pares- dije separándome un poco de él.
Sonrió y con mi ayuda, se quitó la camisa. Joder, creí que nunca mas volvería a ver su hermoso cuerpo. Colocó sus manos en mi espalda y lentamente, muy lentamente y como si quisiera matarme, bajó el cierre de mi vestido. Me lo quitó con toda la delicadeza y calma del mundo, como si quisiera apreciarme a detalle. Mientras hacíamos el amor, vi el cielo a través de la sombrilla transparente que Chris había colocado para protegernos de la lluvia. Las pequeñas gotas caían en esta y se deslizaban hasta caer alrededor de nosotros. Más allá, estaba la luna, nuestro único testigo de esta noche.
-Te amo- susurró Chris justo al momento de terminar. Se abrazó a mi, como si nunca quisiera dejarme ir.- Mucho-
-Yo te amo más- lo besé nuevamente. 
Nos quedamos recostados ahí mientras veíamos el cielo y la lluvia caer. Él dibujaba figuras invisibles en mi piel y yo lo veía a él. De un momento a otro, me miró también, directamente a los ojos. No había momento en el que me sintiera tan expuesta y vulnerable, que cuando Chris me miraba a los ojos. Era raro e irónico, me había visto desnuda infinidad de veces, pero me apenaba que me mirara fijamente.
-¿Para que necesitaría drogas, si puedo simplemente verte a los ojos?- sonrió.
Me sonrojé. Amaba cuando decía esa clase de cosas, me hacían sentir especial.
-Creo que deberíamos volver a la fiesta- dije con una gran sonrisa.
Nada podía hacerme más feliz: había tenido la mejor cita de la vida, tenía una gran fiesta esperando por mi y mis padres me habían dejado quedar en Oslo! Estaría con mis amigas y con Chris por un largo, largo tiempo. 
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-Andy💘
Wuuuuu, final feliz✨
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Love me,  Schistad💘      [S K A M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora