Después de media hora llegamos a la playa, había cientos de chicos y chicas bailando en una especie de fiesta privada. Chris abrió la cajuela y sacó su mochila y una gran manta. Caminamos por la arena caliente. Hacia mucho que no iba a la playa. Tessa se volvía loca corriendo de un lado para otro, aunque temía meterse completamente al agua. Extendimos la manta y nos sentamos en ella.
-¿Te meterás?- preguntó mientras se quitaba la camiseta.
Miré discretamente sus abdominales, ese chico era perfecto, en todos los sentidos.
-Le tengo miedo al océano. Pero si, solo no muy profundo- me quité mi blusa.
Chris abrió una cerveza, y cuando se volteó hacia conmigo para darme una, simplemente me miró con una pequeña sonrisa en su cara, como si estuviera Recordando algo.
-¿Que?- tomé la cerveza.
-Nada, es solo- se acostó en la arena- eres tan hermosa- me miró a los ojos.
-Eres un hermoso- lo besé.
Comenzamos a hacer el beso más intenso, cuando fuimos golpeados por una pelota de fútbol. Un chico alto y guapo con enormes músculos y sin playera se acercó a nosotros.
-¿Me la pasas?- apuntó hacia nosotros.
Chris se puso de pie para lanzarle la pelota de vuelta, pero el chico dijo algo...
-Oh si, la pelota también- el y sus idiotas amigos detrás de él comenzaron a reír. Christoffer comenzó a avanzar hacia el, su mandíbula se tensaba poco a poco y sus clavículas se marcaban a través de sus hombros.
-Chris no lo hagas!- grité mientras me ponía de pie.
Chris volteó a verme, luego al balón, sonrió ligeramente y lo colocó frente a el, para luego patearla de una manera que ni Messi hubiera podido. Llegó hasta el otro lado de la playa, en el mar.
-Véte a la mierda, imbecil- se sentó de nuevo conmigo.
El chico nos miró con recelo, pero retrocedió.
-Hijo de perra- la mandíbula de Chris se tensó.
-Tranquilo, Tranquilo- puse mi cabeza en su hombro hasta que su respiración se normalizó- ¿Quieres nadar?-
Me puse de pie y lentamente me quité los shorts gastados que traía. Chris nuevamente me miró con toda la atención del mundo. Como si fuera una obra de arte o algo así.
-Basta! Me incomodas- sentí como me sonrojaba.
-Lo siento- desvío la mirada un poco- es solo que ese traje de baño me recuerda algo- sonrió mientras miraba el piso.
Oh si, cuando lo hicimos por primera vez, no pude evitar sonrojarme al recordar eso. De pronto tenía calor, y no calor de playa.
Entramos al mar, buceamos un poco y nos lanzamos de una roca que se encontraba cerca, Tessa finalmente se metió al agua completamente con nosotros. Pasamos todo el día así, lanzándonos agua, jugando guerra con pistolas de agua que Chris se había encargado de empacar y buscando caracoles o piedras bonitas. Jugamos un rato con la pelota, hasta que Chris chocó de espaldas con un chico.
-Oh, lo siento... ¿Zac?- Chris y ese chico se abrazaron.
-No te había visto en un rato! Uno pierde comunicación contigo y te vuelves un súpermodelo!-
Chris rió.
-Mira, ella es mi novia, Aliza- Ella y Chris se dieron la mano.
-Ella es Andy, mi novia- abracé al chico y a Aliza, se veían agradables.
-Ey, ya nos vamos, pero deberíamos tomarnos una foto, ¿no creen?- dijo Zac mientras le entregaba su celular a un chico que pasaba por ahí.
-Si, genial- Chris me abrazó.
Me sentía algo incomoda al salir en una fotografía en traje de baño, y Chris pareció notarlo.
-Te ves preciosa porque eres preciosa- dijo justo cuando tomaron la foto. Ambos salimos con una gran sonrisa.
-Cool, te envío la foto. Y hay que salir un día de estos!- los chicos se despidieron.-¿De donde lo conoces?- pregunté mientras me secaba el cabello.
-Oh, de la secundaria. No lo veía desde hace mucho- acarició a Tessa.
-Iré por algo de beber- me puse de pie y me puse otro short.
-Buscaré algo de comer- se dirigió hacia uno de los restaurantes.
Fui hacia una pequeña tienda donde vendían cosas típicas de playa y alimentos. Compré varias botellas de agua helada, un sobre de comida para perro y 2 paletas de hielo. Hubiera comprado más cerveza, pero era menor de edad, Chris se encargaba de eso, y sinceramente no quería saber como.
-¿Solo es esto?- preguntó la señora de la caja.
-Sip- entregué un billete de 20 dólares. La señora lo vió como algo desconocido.
-¿No tienes cambio?-
NO, NO TENGO CAMBIO, POR ALGÚN MOTIVO TE ESTOY PAGANDO CON UN MALDITO BILLETE DE 20.
-No, lo siento- lo tomó de mala gana.
-Ahora vuelvo-
Hojeé una revista cuando sentí que tocaban mi espalda, sonreí creyendo que era Christoffer, hasta que escuché otra voz.
-Tu novio no debería dejarte sola- Era ese estupido que nos había lanzado el balón.
-Es mi novio, no mi dueño- respondí aun viendo mi revista.
-¿Donde está?- miró alrededor de la tienda.
-No te importa- comenzaba a hartarme.
-¿Quieres ir a algún lado?- volvió a acariciarme la espalda.
-No contigo- respondí a la defensiva.
-Wow, que agresividad. Si tu novio no te ayuda con eso- se acercó a mi- Yo podría- me recorrió de pies a cabeza.
Estaba a punto de golpearlo en la cara cuando alguien lo jaló violentamente de la camisa.
-Aléjate de ella- Chris, como siempre salvando mi trasero.
-Amigo, estaba a punto de ceder- Oh, no sabía con quien se estaba metiendo.
Chris se lanzó sobre él y comenzaron a golpearse. Bueno, Chris lo golpeaba.
-Chris, basta, ya tuvo suficiente!- los separé.
-No se que clase de educación tuviste, hijo de perra. Pero siempre tienes que respetar a una mujer. Sobretodo si ya te dijo que la dejaras en paz-
El chico solo lo veía con odio.
Tomamos las cosas de la caja y salimos de la tienda. No cruzamos palabra hasta sentarnos de nuevo.
-Gracias- dije mientras ponía una botella de agua en su labio. En el único golpe que el otro chico le había atestado.
-No fue nada, cuando quieras, aquí estaré para ti. Traje comida- sacó de una bolsa de papel con dos hamburguesas gigantes.
Comimos los 3 y nos quedamos sentados ahí, viendo el anochecer. Esto era, sin saberlo, lo que siempre había soñado. Un chico que me amaba de verdad, en una cita romántica, viendo como el sol se metía para dar paso a la noche. No había mejor sentimiento. Pero un pensamiento me cruzó por la mente. ¿Y si hacia lo mismo con Amalie en Miami?
-Te tengo una sorpresa- susurró en mi oído.
-¿Que es?- joder, el siempre me regalaba muchas cosas.
-Cierra los ojos- se relamió los labios.
-No me gusta el Sadomasoquismo, señor Grey- dije irónica.
El estalló en una carcajada.
-Joder, por eso te amo. Pero en serio, ciérralos.- lo obedecí.
Nos pusimos de pie y caminamos unos cuantos metros, pero yo los sentí como kilómetros, cuando uno no puede ver, todo parece más largo.
-Llegamos, pero espera, yo te digo cuando puedas abrir los ojos.- se separó de mi.- Ya! Ábrelos-
Joder, había preparado una cena romántica, en una pequeña cabaña a mitad de la playa, con pizza y refresco. Pero lo mejor, era que estaba con el. No cabía duda que Christoffer Schistad era lo mejor que me había pasado en la vida. Lo amaba mucho, tanto que dolía. Me dolía y no podía respirar cada que se iba de mi lado, aún si era por solo unos minutos, así de profundo lo amaba, y sabía que me amaba de la misma manera.Corrí hasta él y me senté en su regazo, lo besé lentamente, hasta que nos separamos por falta de aire.
-¿Y eso porque fue?- preguntó con una sonrisa pícara en su rostro.
-Por ser la persona más perfecta de este mundo- respondí. Realmente pensaba eso.
-Tu lo eres, pero okay, dejaré que me hagas halagos, no me molesta- se encogió de hombros.
Comenzamos a comer, y como en todas mis citas con Christoffer, deseé que la noche fuera eterna.
Había veces en las que me gustaría encapsular ciertos momentos de la vida, meterlos en bolas de cristal y poder entrar a ellos cuántas veces quiera. Todas mis bolas de cristal serían de momentos con Christoffer.
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-Andy💘
Espero que les guste, el siguiente se sube en una hora aprox💜
Recuerden votar y gracias por leer. Trato de mezclar lo que le pasa a Herman en la vida real con la novela, por ejemplo, no se si saben que Amalie y él están en Miami justo en este momento🤭.
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Love me, Schistad💘 [S K A M]
RandomChris Schistad es el Fuckboy oficial del instituto, todas quieren algo con el, aunque sea por una noche, todas quieren portar la muy típica sudadera de los Penetrators, y siendo sincera ¿quien no querría? Bien, ahí es donde entro yo... pero quien cr...