CAP 67💘

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Narra Chris:
Había diferentes tipos de pendejos: los que no entienden matemáticas aún después de que les han explicado 3 veces, los que siguen perdonando a sus ex's, los que se pasan media hora buscando el celular cuando lo tienen en la mano, entre muchos otros. Pero luego estaba yo, que tenía al amor de mi vida frente a mi, quien me había perdonado en cada pendejada que he hecho y me había apoyado en todo, diciéndome que quería estar conmigo. Volver conmigo. Pero NO. Le había dicho que no, le había dicho que "pronto". ¿Que carajos Christoffer? Tu solías ser un Fuckboy, EL fuckboy. El chico por el que todas las chicas morían, ahora estaba hecho un pendejo por una chica. Pero joder si que valía la pena. Valía cada maldito segundo de no estar con ella. Muy dentro de mi sabia que todo este puto sacrificio valía la pena. Tenía un plan, y la mitad ya estaba resuelta, sólo hacía falta una cosa. Que era la más difícil. Pero nunca nada es imposible.
¿Porqué no la había besado? Ella me dio 2 oportunidades para hacerlo, pero no lo hice. ¿Porqué no lo hice? Oh cierto, porque soy un imbecil. Este último pensamiento me había atormentado desde que Andy y yo nos acercamos demasiado en el trampolín. Es lo más cerca que había estado de ella en las últimas 2 semanas y decidí no hacerlo. Luego, cuando estábamos en mi cama, tampoco la besé. Joder, comenzaba a arrepentirme de eso.
Me desperté al día siguiente sintiéndome un poco mejor. La resaca me golpeaba como el bate de Negan cada segundo, pero el dolor disminuyó con una de mis pastillas mágicas. Me metí a la ducha y eso sirvió para que el dolor se fuera por el caño. Ese día cambiaría el resto de mi vida. Me cambié y bajé a desayunar. Wow, mis padres estaban en casa. Que raro.
-Rosa, ¿que huele tan bien?- le pregunté al encontrármela en el pasillo.
-No sabría decirle joven Schistad, su madre cocinó hoy-
Okay, eso ya era el doble de raro. Ellos nunca estaban en casa, y ¿ahora hasta mamá cocinaba?
-Buenos días, hijo- dijo mi padre separando su vista del periódico.
-Hola cariño, siéntate, en un momento te sirvo-
Besé a mi madre y abracé a mi padre, luego tomé asiento. Los miraba con la cara extrañada, esperando por una explicación.
-Supongo que te preguntas porque estamos en casa un sábado por la mañana- dijo mi padre dejando el periódico de lado.
-Y porque estoy cocinando yo en lugar de Rosa- mi madre dejó un plato con huevos, pan, tocino y una pequeña rebanada de pastel frente a mi. Hace mucho que no comía algo que mi mamá cocinara.
-De hecho si, no se que demonios está pasando. Pero creo que me gusta- comencé a comer.
-Pues, hace casi un año, como puedes recordar tuve un problema con el azúcar, claro que no fue solo eso, también fue el estrés. Así que hemos decidido...-
-¿Vas a dejar de trabajar?- sonreí.
-Algo así. Seguiré trabajando para nuestra compañía, solo que desde casa- No la dejé terminar, me abalancé sobre ella y la abracé. Todo estaba saliendo de maravilla.
-¡Mamá, es grandioso. No habías estado en casa desde que tenía 10 años!- mi sonrisa se hacía cada vez más grande.
-Y tranquilo, aún así saldré un par de días a la compañía para que tengas oportunidad de hacer tus fiestas aquí- me miró con los ojos entrecerrados.
Me limité a reír. ¿Cómo carajo sabía de hacia fiestas aquí? Oh que carajos importaba eso ahora, ¡mi madre estaría conmigo!
Caminé hasta la agencia seguro de lo que iba a hacer. Nada podría pararme ahora. Entré a la oficina de Lionel y tomé asiento frente a él.
-¿Ya más tranquilo?- preguntó mientras leía algo.
-No tienes idea- sonreí.- Tengo que hablarte sobre algo-
Bajó lo que estaba leyendo, aparentemente era un contrato.
-Seguro. Pero antes de eso- arrastró el contrato sobre el escritorio hasta dejarlo frente a mi- Necesito que firmes esto, es tu contrato con Tommy, quieren renovar contigo por un año más- me acercó una pluma.
-De eso quería hablarte. No voy a renovar con ellos- le regresé el contrato.
-Chris, acabamos de contratar a Serena solo para ti. Estás en la cima de tu carrera, no lo dejes ahora.- suplicó.
-No te preocupes por mi carrera, y tú tranquilo, seguiré siendo modelo, solo que no con Tommy. Habrá más marcas que me quieran como cara. Tú seguirás siendo mi representante y fotógrafo, todo sigue igual-
-Piénsalo mejor, nadie paga mejor que Tommy. Además, ya modelaste en Milán, te invitaron al ULTRA en Miami, no puedes pedir más, hermano-
-Si, y les agradezco, pero ve todo lo que causaron. Mis dos separaciones con Andy, el rumor de que me acosté con Amalie, el hecho de que Amalie casi nos mata y el escándalo que eso provocó. Y ni siquiera quiero hablar de los rumores a raíz de lo ocurrido con Serena- mi voz era firme. Pero quería salir corriendo de ahí.
Soltó un largo suspiro.
-¿Seguro que no puedo hacerte cambiar de opinión?- negué con la cabeza- Seguiré siendo tu representante, ¿verdad?- sonrió.
-Por supuesto que si, hermano- lo abracé y tiró el contrato a la basura.
-Me pondré en contacto con Tommy, no les gustará esto, pero seguro lo superarán. Solo te quedan 3 meses de contrato, serás libre luego de eso- levantó el teléfono.
-Gracias. Ahora si me disculpas, tengo algo que hacer-
Salí de la oficina sintiendo un peso menos sobre mi. Ya no sería "Christoffer Schistad, modelo" solo sería Chris. El Chris del que Andy se enamoró. Caminé por la avenida en dirección a casa de Andy. Y como era de esperarse, una tormenta se desató sobre mi. *Bendito Oslo*. Casi no caminaba desde la agencia hasta su casa, regularmente era media hora, pero hoy, justo cuando necesitaba pensar bien lo que diría, el tiempo se me pasó volando. En menos de lo que pensé ya estaba afuera de su casa, y la lluvia se había convertido en granizo. Las pequeñas bolas de hielo caían sobre mi ya empapada ropa. Pero no sentía nada, ni frío, ni dolor. Nada. Me recargué en mi auto, oh cierto, ella se había llevado mi auto, pero no me atreví a tocar la puerta.
¿Que carajos iba a decir?

Narra Andy:
Dios, como amaba los sábados, y aún más si amanecían lloviendo. Me desperté a las 9 y por primera vez en mucho tiempo me preparé algo de desayunar. Regularmente comía algo ligero en la escuela o iba a Starbucks con Christoffer. Oh Christoffer, ¿qué estará haciendo en este momento? No quería extrañarlo, pero era imposible, traté de mantener mi mente ocupada, pero no tenía nada que hacer: la casa estaba limpia, toda la ropa lavada, no tenía tarea y ya había acabado ________ (tu serie favorita). Carajo. Opté por leer un libro de mi saga favorita; La selección. Podría leerlos una y mil veces y jamás aburrirme.
"Rómpeme el corazón, rómpemelo mil veces, si quieres. De todos modos solo ha sido tuyo, desde el principio"
Antes de conocer a Chris esa frase era solo eso, pero ahora, había cobrado todo significado. Así me sentía respecto a él, y sabía que él pensaba igual.
Ese pensamiento, mezclado con la sensación de soledad me invadieron, mis ojos se cristalizaron. ¿Y si esto si era en serio? ¿Y si este era nuestro final?
Oh genial, granizo, ¿hace cuanto no granizaba en Oslo?
Me dirigí al baño, mojé mi cara con agua fría y eso me ayudó a calmarme un poco, bueno, eso antes de ver que Pastelito veía directamente a la entrada desde la ventana. Siempre le he tenido miedo a todo lo paranormal, y no es un secreto para nadie que los gatos ven cosas que nosotros no. Me asomé por la ventana, pero tuve que limpiarla debido a que estaba empañada.
¿Christoffer? ¿Que carajos hace Christoffer aquí? ¿Acaso vino a verme?
*No, solo vino por su auto*
Debía de estarse congelando ahí fuera, pero ¿porqué no entraba?
Me miré en el espejo, usaba la camisa de Iron man que Chris me había regalado y unos shorts cortos. Bajé las escaleras corriendo y tomé una gran bocanada de aire antes de abrir la puerta.
-¿Christoffer?- me abracé a mi misma. Estaba helando.-¿Porqué no entras?-
-Yo... yo no sabía que decir- el sonido que hacía el hielo al golpear su auto era ensordecedor.
-Pues entra, hablaremos adentro- lo tomé de la mano y lo metí a la casa.
-Gracias, no sabía si iba a entrar realmente- estaba estilando.
-Ven, ponte ropa seca- subimos a mi habitación.-¿Que te pasa? Está como a -5 grados allá afuera, y solo traes tu sudadera. Además, ¿cuanto tiempo llevabas ahí? Puede darte hipotermia-
-Tengo que decirte algo- se acercó a mi.
-Pues dime- me crucé de brazos- ¿Qué pasa?-
-Hablé con tus padres...-
-¿QUE HICISTE QUE? ¿Porqué harías eso? ¿Que te pidieron ahora?-
-Nada- sonrió- Les dije- se acercó mas a mi- que no podía cumplir su promesa-
Una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo. ¿Estaba diciendo lo que yo creía que estaba diciendo?
-Y...-
-Les dije que mi compromiso, mi amor por ti era más grande y que nada podría cambiar eso. Estuvieron de acuerdo y admitieron su error-
-Christoffer...- estaba sin palabras.
-Y, eso no es todo. ¿Lista?- asentí con una sonrisa. Esto no podía ser mejor- Acabo de renunciar a Tommy-
Me separé de él bruscamente. Eso si me había tomado por sorpresa.
-Chris, yo, yo no se que decir. No tenias que renunciar a Tommy solo por mi-
-Sabes que no fue por eso. Esos malditos me hicieron la vida imposible. Pero ahora- me tomó de la cadera y me acostó en la cama.
Comenzamos a besarnos. Juro que si alguien lanzaba un cerillo, toda la habitación se encendería en llamas. Lo había extrañado como el infierno.
-¿Todo esto significa que estamos juntos de nuevo?- pregunté mientras bajaba a besar mi cuello.
-Oh belleza, nunca estuvimos separados realmente- se quitó su sudadera empapada y la lanzó a algún lugar de mi habitación.
-Espera, tienes que ponerte algo seco y calentarte antes que nada- dije separándome un poco de él.
Me miró con una sonrisa pícara y se mordió el labio.
-Oh belleza, ¿para que? Tu ya me calientas lo suficiente-
Eso fue suficiente para abalanzarme sobre él de nuevo. Besaba ferozmente sus labios y tiraba levemente de su cabello. Extrañaba esa sensación. Christoffer se encontraba debajo de mi, estaba sentada en su abdomen y mis piernas estaban a cada lado de él. Comencé a quitarle la camisa mientras él subía sus manos lentamente por mis piernas. Cada centímetro que recorría se sentía como una descarga eléctrica, hasta que llegó a la orilla de mi short, ahí se detuvo.
-¿Quieres que siga, belleza?-
-No- respondí sería. Pero joder siiiii, hazme tuya en este momento.
Mordió su labio.
-Es una pena que...- en un rápido movimiento (y sin saber cómo) él se encontraba arriba de mi. Tenía sus manos a cada lado de mis hombros.- No podría parar aunque quisiera- sonreí.- Pero ya en serio, ¿quieres que pare?- me miró con ojos de cachorrito.
-Christoffer. Yo nunca, quiero que pares- lo besé.
-No le diré que no a eso- sonrió y bajó hasta mi cuello.
¿Ubican esa sensación cuando estás en el punto más alto de una montaña rusa? Ese sentimiento que te da en el estomago cuando sabes que estás a solo segundos de caer, es adrenalina pura.
Así me sentía cuando estaba con Christoffer. Y, si tenía suerte, ese sentimiento estaría presente conmigo siempre.
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-Andy💘
Por fin juntooooos💠 jajaja, se que las hice sufrir un poco, pero valió la pena💖 díganme que les pareció🧡
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Love me,  Schistad💘      [S K A M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora