Padres YoonMin Mpreg

Cap.45

Pov Escritora:

Jimin guardaba distintas cosas en un gran bolso que tanto era para él y para su novio.

Ese día, después de que Yoongi llegara del trabajo, irían a la playa. Para el mayor de la relación eran de esos días en los que trabajas pero el horario es distinto siendo este más corto.

Por petición del mayor Jimin llevaba bastante bloqueador, la piel de su novio era bastante sensible y al estar por bastante contacto al sol se irritaba y le causaba bastante dolor.

En el bolso llevaba bastantes cambios de ropa y distintos trajes de baño por si acaso, dudaba de si iba a entrar al agua, tenía miedo de que lastimar su vientre o cayera por las piedras en el piso del mar.

Metió cuatro toallas grandes y dos pequeñas, sandalias para que sea más fácil caminar en la arena, repelente para los mosquitos y demás cosas.

Cuando el bolso estuvo completamente listo empezó a sacar la ropa que Yoongi se tendría que poner, sacó unos pantalones medio cortos y una camisa suelta con unas sandalias ligeras, a un lado dejó el traje de baño de su novio para que se lo ponga debajo de la ropa.

Para él sacó una polera roja que a sabiendas le quedaba apretada y unos pantalones cortos de color negro, al igual que antes dejó su traje de baño color amarillo justo al lado.

Ya todo estaba listo así que con cuidado y lentitud bajó las escaleras, directamente fue a la cocina y preparó varios envases de comida, cómo mini sándwiches de jamón, queso y un poco de lechuga y tomate, fruta picada y varias bebidas sin alcohol ademas de varias botellas de agua.

Cuando guardó todo en una bolsa de tela empezó a hacer algo de comer para él mismo, ver la comida le hizo dar hambre. Preparó un poco de kalbi de costillas de cerdo con arroz al vapor de acompañante, esperaba que para cuando Yoongi llegara del trabajo la comida estuviera lista y así comer ambos tranquilamente.

--«❀»--

Yoongi terminaba de guardar todas sus cosas del escritorio en los cajones de este, ese mismo día lo habían ascendido de puesto dandole su propia oficina para componer las canciones de casi todos los grupos de toda la empresa.

El mismo jefe de la pequeña empresa se le había presentado enfrente suyo con el contrato en manos acompañado de un bolígrafo, le hizo firmar en ese mismo instante diciendo que aumentaría su sueldo, que las ventas aumentaron en grandiosas cantidades gracias a sus canciones y producciones en la compañía, al terminar su pequeño, pero emotivo, discurso dirigió a Yoongi a su nueva oficina ya viendo que este tenía su nombre en una elegante letra cursiva color plata.

Dentro de la oficina todo era de color marrón, blanco o negro, contenía un gran escritorio, un piano a teclado, varias computadoras y demás elementos para poder mezclar las pistas de las canciones, también habían cuadros de paisajes y las paredes era de madera enserada.

Yoongi estaba bastante orgulloso, había logrado una de sus tantas metas en poco tiempo en la compañía que a pesar de ser pequeña con su ayuda como compositor había logrado bastantes cosas haciendo que la compañía llegara a altos niveles.

Cuando al fin terminó de ordenar todo, para así no tener que hacerlo mañana, salió del edificio con una alegría inexplicable. A hora que su sueldo era mucho mayor, podría comprar lo que le hacía falta para Jimin y los niños, como re modelar un poco la casa, la "oficina" que tiene en casa, la habitación de los niños y la suya, la cocina con algo mucho más moderno y demás cosas que con el tiempo arreglaría con su nuevo sueldo, también ahorraría para el futuro de los estudios de sus bebés.

Ahora, podría consentir mucho más a sus tres personas favoritas en el mundo, tanto con objetos que tal vez pedirían en un futuro o por simple gusto.

Con esos bellos pensamientos subió a su auto lo encendió y emprendió su camino a casa con una de sus canciones favoritas. El camino era bastante cómodo ya que a esta hora de la tarde no mucha personas transitaban las calles de aquella ciudad.

Al poco tiempo de manejar, llegó a su preciado hogar ansioso de entrar y encontrar a su Minnie y a sus bebés, que estos le llenaran de mucha más alegría el día.

Sin esperar mucho más se adentró a su hogar, caminando rápidamente a la sala de esta, no encontró a Jimin en la sala, en el comedor tampoco estaba pero la mesa estaba puesta para dos personas, así que se dirigió a la cocina al escuchar la dulce y suave voz de su amado cantando una pequeña melodía.

Entró en silencio tratando de sorprender a su Minnie, pero él fue el que quedó bastante sorprendido al ver al menor muy cerca de la estufa la cuál estaba casi completamente encendida.

Con rapidez y delicadeza agarró la cintura de Jimin alejándolo de la estufa lentamente, lo miró con preocupación de arriba a abajo y el menor sólo lo miraba bastante extrañado aún con el cucharon de madera en su mano derecha, con la que servía la comida recién hecha en un recipiente con destino al comedor.

-- Minnie, no te acerques tanto que te puede pasar algo. Te lo e dicho millones de veces y no me haces caso.-- Lo regañó Yoongi mientras quitaba en delantal de cocina que llevaba puesto desde que empezó a servir la comida.

-- Pero no me acerqué mucho Yoonie.-- Dijo con un pequeño puchero al ser regañado por su novio.

-- Sabes que tu pancita es bastante grande para que a pesar de estar lejos esta va a estar cerca.

-- Perdón Yoonie.-- Otro puchero apareció en sus labios.

-- Está bien Minnie, pero no lo vuelvas a hacer, ¿Si?.

-- Sí Yoonie.-- Afirmó el menor.

-- Ahora déjame ver a mis bebés Minnie.-- Sonrió al tiempo en que levantaba la camisa que en ese momento llevaba puesta Jimin y miraba el gran vientre.

-- Esta mañana se movieron bastante, me patearon mucho por casi todos lados.

-- Tranquilo Minnie, ahora Appa está aquí para calmar a esos traviesos que no dejan a Papi ni un segundo.-- Acarició y repartió besos por todo el vientre del menor mientras se arrodillaba para estar más cómodo.

Jimin simplemente se dejaba acariciar y mimar, las caricias de Yoongi lo relajaban a pesar de que los niños se movían mucho más estando su papá cerca. El menor también acarició su vientre con la única diferencia que lo hacía por los costados sintiendo cómo pataditas hacían aparición bajo la palma de su mano, a veces eran fuertes y otras eran suaves, pero el sentimiento era el mismo. Esa calidez en su pecho no desaparecía jamás, tanto en el de Yoongi cómo en el de Jimin.

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