Padres YoonMin Mpreg

Cap.31

Pov Escritora:

Jin se levantó del sillón en el cuál estaba sentado, camino solo unos pasos y estuvo en frente del pequeño Jimin, tomo ambas manos y lo jaló hasta las escaleras.

Yoongi y Namjoon ya sabían lo que pasaría así que con un suspiro y una alzada de hombros empezaron una charla sobre como les fue luego de terminar la universidad, como les va con sus parejas, y en especial como va el hermoso embarazo.

Jin llevaba a Jimin a la que suponía era la habitación de la pareja más joven que se encontraba en la casa simplemente por el tierno cartelito, lo adentró fijándose de que la cama estaba desordenada pero lo demás, en completo orden. Sonrió orgulloso, él le había enseñado demaciadas cosas, no importaba que Jimin tuviera madre, él era su Omma pero no cualquier Omma si no, Omma Jin.

-- Perfecto Jimin, eso es ser una muy buena mamá, y eso que todavía no tienes a tus bebés.

-- Gracias.-- sonrió en grande y un sonrojo leve apareció en sus mejillas.

-- Muestrame tu armario.

-- ¿Para qué?.

-- Y para cambiarte de ropa, no vas a ir al centro comercial así.

-- Oh... esta bien.-- caminó hasta una de las esquinas de su habitación y señaló donde estaba una de las tantas repisas que había en esta.

Cuando vió que Jin se acerca con una sonrisa, supo que tardaría una vida en encontrar el conjunto perfecto o simplemente algo de color rosa. Sin más se sentó en la orilla de la cama, quitó los botones de su camisa y empezó a acariciar su vientre y hacerle mimos. Siempre que podía acariciaba su pansita, la amaba con todo su ser, ya no podía esperar a tener a su hija e hijo en sus brazos.

Jin buscaba por todos lados algún conjunto que le agrade en su totalidad, hasta que se fijó en ese hermoso enterito de jardinero de cuerpo entero de color azul, él mismo se lo había regalado hace más o menos un año. Lo dejó en su hombro derecho y luego buscó una camisa rosa fuerte, se acercó a Jimin y lo levantó de la cama ya que estaba muy concentrado acariciando su vientre.

-- Mira ponte esto.-- el menor asintió.

Jin salió de la habitación y dejó a Jimin solo en la habitación, este se cambió con lo que su Omma le dejó arriba de la cama.

-- ¡Omma!.

-- ¿¡Que pasó!?.-- entró disparado a la habitación.

-- ¿Me pones los zapatos por favor?, no alcanzo y también esta cosa, me aprieta la pansita.

-- Esta bien.

Cuando el menor estuvo listo los dos de acercaron a la escaleras, estaban a la mitad cuando Jin le impide el paso a Jimin y le hace señas para que guardara silencio y escuchara atentamente.

-- Y... ¿como es tener a Jimin embarazado? Digo, como se siente ser padre.

-- Namjoon, ¿te soy sincero?.

-- Sabes que sí.

-- Se siente increíble, todos los días son maravillosos. Sientes emoción y quieres que aquél día llegue para poder tener a tus hijos entre tus brazos, en esta casa hay tanto amor que me siento en una película nunca pensé tener algo así con alguien.

-- ¿Tu crees que ya debería tener hijos con Jinnie?, no estoy muy seguro. Después de todo hace poco que terminamos la universidad y empezamos con el trabajo.

-- Deberías hacerlo, para eso tienes amiguito.

-- Y me dicen pervertido a mí.

-- No es mi problema que estes mala allá abajo, ese es tú problema, además para que eres un cobar-.

Sus palabras no pudieron ser completadas porque unos brazos en su cuello no lo dejaron terminar, escucho nuevamente sollozos que provenían de su novio quién lo abrazaba fuertemente sin intenciones de soltarlo.

-- ¿Que pasa?.

-- Te amo Yoonie.

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Cuando llegaron a la tienda para bebés que se encontraba en el centro de la ciudad, Jin y Jimin salieron rapidamente para adentrarse a esta. Los otros dos solo sonrieron ante aquella acción y los siguieron muy de cerca. Yoongi y Namjoon tomaron cada uno una canasta y siguieron su camino.

Jimin miraba todo a su alrededor con una sonrisa y un brillo en los ojos que reflejaban curiosidad y emoción. A cada paso que daba moría de ternura, entre ver a las ropas y especialmente los zapatitos. Jin había llevado a rastras al pobre de Namjoon en un lugar específico de la tienda donde se podía leer lo hermoso que era tener un hijo.

Yoongi iba detrás de Jimin observando como este miraba algo lo miraba fijamente con una sonrisa para después fijarse en otra y hacer lo mismo. El veía todo con amor, imaginando como le quedaría la ropa a ambos bebés.

-- ¡Yoonie!, ¡mira mira!.-- El menor le extendió dos pares de ropita.

Yoongi tomó ambos pares se ropa y los miró con un sonrisa, los dos era iguales solo que diferente color. Los entró en la canasta escuchando el chillido que soltó su novio.

-- Están presiosos.

-- Vamos por más.-- el menor lo jaló hasta el siguiente pasillo. La tienda era bastante grande.

Jimin llenaba la canasta de cosas que utilizarían en unos meses más y la ropa encima de Yoongi quien hacía un gran esfuerzo por no dejar caer nada, eran demaciadas cosas. Tenía mucha suerte por haber traído mucho pero mucho dinero.

-- ¡Yoonie mira las cunas!.-- lo llevó hasta la sección de cunas con total emoción.

Ya estando en la sección de cunas, Jimin empieza con su curiosidad, claro que teniendo sumo cuidado de no caer o lastimarse con algo, especialmente su vientre. El piso en esa sección era de tela y sus pasos apenas se escuchaban al igual que los de Yoongi, habían muchas cunas de diferentes tamaños, colores y modelos, cada vez que veían una nueva les parecía más hermosa y tierna que la anterior.

Jimin detuvo sus pasos acelerados de la emoción para ver la cuna que para él era perfecta. Era de madera con un color marrón pulido, tenía una tela blanca que cubría los barrotes y gran parte de la cuna, justo al lado tenía un pequeño espacio que tenía varios cajones y un cambiador ambos unidos también, una gran tela transparente que tenía algunos brillos como decoración arriba de esta.

-- Yoonie, compremos esta ¿si?.-- hizo un puchero sabiendo que Yoongi no resistiría a sus pedidos.

-- Está bien Minnie, llevaremos dos.

-- ¡Si!.-- dio un pequeño brinco.-- ¡Vamos a buscar a Jin Omma para enseñarle!.-- camino con una de sus manos en su vientre tratando de visualizar a su Omma.-- ¡Apurate Yoonie!.

Yoongi venía detrás de él aún con las cosas encima y aunque parecía malabarista, ver la sonrisa de Jimin a él se le llenaba el pecho de tanto pero tanto amor, que era imposible ocultar su sonrisa a través de tanta ropa.

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